[translations idioma=”EN” url=”http://rgnn.org/2014/02/27/japan-an-alternative-low-cost-experience”]
JAPON. Más allá de los clichés urbanos. Nihon. Un país y una cultura marcados por una dualidad eterna entre la cara más conservadora y tradicional y la más liberal y moderna. Costumbres, rituales y valores conviven en armonía con la innovación, la reivindicación social y el colorido urbano tokiota.
Sin embargo, muchos de los que viajan al país se limitan a ver las metrópolis, embriagados por el alumbrado público, por el ruido, el movimiento y la novedad, lo cual no es malo. Pero lo que se plantea aquí es: ¿están estas personas experimentando la otra cara de Japón? No.
Tal vez te preguntes si será porque puede ser muy complejo salir de los planes de viaje organizados o muy difícil o caro moverse por el país. Pues no, no lo es.
¿Por qué el Japón rural? ¿Y por qué no? El Japón rural tiene mucho que ofrecer: desde todo mejor y más barato hasta gente no estresada y sonriente o paisajes espectaculares, el campo lo tiene todo y más para que puedas pasar la mejor experiencia de tus vacaciones.
Ahora bien, ¿cómo se embarca uno en el Japón rural?
Puedes hacerlo de la forma más carca y cara, en tren, explorando las ciudades y pueblos más pequeños, quedándote en hostales u hoteles…o puedes irte a la aventura y probar cosas nuevas como el WWOOFing (plataforma de voluntariado en granjas orgánicas a cambio de alojamiento y comida) y el Couchsurfing (comunidad de viajes y alojamiento compartido), o coger los yakko-basu (autobuses nocturnos) y pedir direcciones a la gente de los sitios a los que vayas. ¿A caso es demasiado para ti? No, no lo es, eres joven, eres aventurero y eres guay. Así que probarás estas opciones.
¿El resultado? Una experiencia mágica y sobrecogedora llena de vivencias que te dejarán con ganas de más.
La comida. Admitámoslo, la comida japonesa está más allá de riquísima y apetecible. Somos testigos de otro episodio en la historia de la humanidad de “Dominando el arte de darte orgasmos estomacales”. ¡Y es BARATA! No, no tienes un ojo vago, has leído bien. Hay una creencia errónea de que todo es caro en Japón. Algunas cosas pueden serlo, como el transporte público o ir de compras en Harajuku, pero la comida no es un problema.
La comida no puede ser más barata. Puedes conseguir un menú de almuerzo delicioso (con refill eterno de sopa miso y arroz) por menos de 8 o 9 euros. Además, si decides ir a Japón en verano caminarás y sudarás tanto que no cogerás peso, así que podrás seguir comiendo. ¿No es perfecto? Creo que podría dejar el artículo aquí, no debería darte más razones para que empieces a planear tu viaje, pero te daré una razón más.
Los amigos. Si al final viajas de la forma alternativa, es inevitable que conozcas a mucha gente en el camino. Tendrás la oportunidad de conocer japoneses amables y acogedores que acabarán por convertirse en tus amigos, aunque sólo estés con ellos uno o dos días. Es curioso, pero personalmente creo que Couchsurfing funciona mejor en Japón que en otros sitios, ya que los japoneses están entusiasmados, con ganas de conocer gaikokujin o extranjeros, pues pueden practicar su inglés con ellos mientras hacen amigos de todo el mundo.
Por esa razón, no te tratarán como a un invitado, sino como a un “viejo amigo” (¿recuerdas lo que le decía la intérprete japonesa de Lost in Translation a Bill Murray de mirar a la cámara como un viejo amigo?, pues como eso). Esta forma de viajar te permite no sólo conocer la armadura física del país, sino que además te ayuda a conocer la cultura local y la gente que te encuentras a lo largo de tu viaje. Gente que “añade un toque especial a tu vida” como suele decir un muy buen amigo.
Échale un vistazo a estas alternativas, diseña el viaje de tus sueños y haz que se cumpla. No es una broma, es lowcost.