PRAGA, REPÚBLICA CHECA. Ahora que empieza a llegar el buen tiempo todos estamos deseosos de cogernos unos días de vacaciones y hacer alguna que otra escapadita. Una de las cosas más populares entre la gente más joven es adentrarse en una aventura Interrail, lo que es igual a: viajar por Europa en tren. Si no estáis familiarizados con este tipo de viajes no os preocupéis porque en próximos post os hablaré de ello. Pero centrándonos en lo que importa, en esa aventura Interrail tienes la posibilidad de visitar muchos países y ciudades de Europa y una de los lugares que más os recomiendo para que añadáis en vuestro planning viajero es Praga. Tampoco es necesario que utilicéis demasiados días para visitarla, ya que los lugares más importantes pueden ser vistos en 1 o 2 días, si nos organizamos adecuadamente.
¿Qué puedo ver?
Lo que prácticamente ningún turista puede perderse es la Zona Stare Mesto o de Ciudad Vieja. En ésta área encontraremos algunos de los monumentos turísticos más visitados como: el Reloj Astronómico, considerado el reloj medieval más conocido del mundo, situado en la plaza principal de Stare Mesto, o el Puente de Carlos, siendo éste el monumento más viejo de la ciudad donde podremos contemplar 30 estatuas diferentes y que además une la Zona de Stare Mesto con la de Malá, donde podremos visitar la Iglesia de San Nicolás. Por otro lado, no podemos olvidarnos de visitar el Castillo de Praga, la mayor fortaleza medieval del mundo. Además de todo esto, estoy segura de que si callejeáis por la ciudad llegareis a la Plaza Wenceslao, centro de lo que se considera la Ciudad Nueva.
Por último, pero no por ello menos importante, no debéis olvidaros de visitar los exteriores de Praga. Y es que si contáis con el tiempo suficiente, no debéis perderos la visita al Campo de concentración de Terezin, os impactará.
¿Qué puedo comer?
Llega el momento que todos esperáis: la hora de comer y cenar algo típico de la zona, después de haberos pateado la ciudad entera. Pues bien, la comida de los países de la antigua Checoslovaquia, actuales República Checa y Eslovaquia, tienen una gastronomía muy parecida de comidas altas en grasas y bastante pesadas. El origen está en que los habitantes de estos países tenían que protegerse del frío invierno, por ello una de las formas de protección residía en el estómago y todos los alimentos que ingerían. Así que si os animáis a probar platos típicos del lugar, estar preparados para una buena comilona.
Por último, los amantes de la cerveza estáis de enhorabuena, y es que la de esta ciudad está no menos que barata. Por menos de 2€ (entre 25 – 40 coronas) podréis disfrutar de medio litro de cerveza. La más conocida es la Pilsner Urquell.
¿Dónde puedo alojarme?
Praga es una ciudad dividida en distritos, cuanto más alto sea el número del distrito, menos recomendable será. Por ello los 1 y 2 son los mejores para alojarse, ya que son los más céntricos. También es cierto que si localizáis un alojamiento entre los distritos 3 y 8, no estaría mal, recordar lo que siempre os digo: buscar un lugar cercano al transporte público.
Pero si preferís ahorrar tiempo y olvidaros de los tranvías o autobuses, las zonas cercanas a la Plaza de la Ciudad Vieja, el Puente Carlos o la Plaza de Wenceslao, son los más céntricos para alojaros.
Como veis, hay infinitas cosas para hacer y ver en Praga. Pero si además lo que queréis es ahorraros dinero en la visita de museos y demás lugares turísticos, os recomiendo que os hagáis con la Tarjeta Prague Card. Esta tiene un precio muy económico, menos de 20€ al día. Con ésta tendréis acceso a más de 50 monumentos entre los que se incluyen: El Castillo de Praga, el Museo Nacional o la Iglesia de San Nicolás, entre otros.
Organizaros bien y así no perderéis detalle de esta bonita ciudad de la luz, querréis volver ¡seguro!