En Nápoles hay un nuevo cine y se llama, Hart: especial, porque a la vez una sala de conciertos, teatro y restaurante.
Nacido de la remodelación del antiguo Cine “Ambasciatori”, se presenta a la gente en una versión más íntima y cómoda: con sus 110 asientos, camas a tres plazas en la primera fila y sofás de dos plazas en la última fila y en medio de grandes sillones.
Acerca de cada asiento, que ocupa la zona central hay un tipo de reposapiés que puede contener chaquetas y bolsos mientras que, al lado de la silla, una mesa con una lámpara.
Es posible ver los espectáculos mientras está sentado en un cómodo sofá o incluso acostado en un suave “letón”, como si estuviéramos en casa.
Se puede comer mientras se ve la película o bandas en vivo, en un ambiente completamente dedicado a la relajación y a la vida social.
Hart se propone como un nuevo lugar de encuentro que ofrece un variado programa para satisfacer las necesidades que varían desde el jazz hasta el rock, teatro burlesque, el cine y la buena comida.
Y, preservando la antigua atmósfera de los años 40.
– “Hart” significa “Corazón” en holandés, pero también es un neologismo que contiene las palabras en inglés “art y land”. El logotipo es un tatuaje con un corazón en el centro, diseñado por el joven artista del tatuaje Giorgio Chirico”- explica el empresario Luciano Stella.
Yo invierto en lugares donde me gustaría ser un espectador
– “El lugar nació del deseo de revivir la principal misión del “Ambasciatori” en una clave completamente nueva y de multiprogramación. Queremos dar a nuestro público ideas emocionantes que recrean un ambiente más íntimo, casi familiar, con la oportunidad de beber y comer en la sala de proyección.
La selección se mueve entre la tradición y la innovación, alta y baja, liviano y comprometido. El público es transversal, una generación offbeat libre de esquemas y de las limitaciones del mercado”. Luciano Stella