La ONG Geneva Call fue establecida en 2000 por los miembros de la campaña internacional para la prohibición de las minas antipersona con la finalidad de promover y mejorar el cumplimiento de las normas de Derecho Internacional Humanitario. Esta ONG se creó ante la constatación de que el Tratado de Ottawa firmado en 1997 no era suficiente para eliminar las minas antipersona, y que tanto los Estados como los grupos armados tenían que comprometerse a renunciar al uso de estas armas. Inicialmente Geneva Call se centró en las minas terrestres, pero ha ido ampliando su labor hacia otros ámbitos como la protección de los niños en situaciones de conflicto (reclutamiento y utilización de niños en las hostilidades) y la prohibición de la violencia sexual en los conflictos armados (ver más información aquí).
Geneva Call ha adoptado un enfoque inclusivo a través de la firma por parte de los grupos armados no estatales de los llamados “Deeds of Commitment” (Escrituras de compromiso) para expresar su adhesión a determinadas normas humanitarias y comprometerse a su respeto y promoción. Hasta la fecha, se han desarrollado tres de estos instrumentos en los que han participado hasta 54 grupos armados procedentes de África, Asia, Europa, Oriente Medio y América del Sur. Los Deeds of Commitment son firmados por los líderes del grupo armado y son refrendados por la organización y el Gobierno de la República y Cantón de Ginebra.
Durante los primeros años de su funcionamiento, existían serias dudas sobre el valor de los compromisos contraídos por algunos de estos grupos armados no estatales, considerándolos meros ejercicios de propaganda. Aunque estos compromisos siguen presentando numerosos desafíos, la experiencia de esta ONG ha demostrado que dichos instrumentos no deben ser ignorados y merecen cierta consideración por los posibles efectos positivos que pueden traer consigo. Desde su creación, Geneva Call ha recibido pocas denuncias por falta de cumplimiento de dichos compromisos, con la excepción del Frente Moro Islámico de Liberación (MILF) en Filipinas.
Entre los desafíos que presenta la actuación de esta ONG se encuentra la oposición de ciertos Estados que se han negado o han restringido el acceso a Geneva Call y a otras organizaciones humanitarias. Algunos Estados han adoptado medidas que penalizan el diálogo con dichos grupos al caracterizarlos como “organizaciones terroristas”. Estas restricciones suponen una gran dificultad para el trabajo de Geneva Call. Sin embargo, no hay que olvidar que el Secretario General de Naciones Unidas ha declarado en diversas ocasiones que:
“…unpalatable though this may be for some States, the simple yet brutal reality is that the failure to engage armed groups is always likely to mean more, not fewer, civilians killed and wounded” (Vid. UN Security Council, Proceedings of the 6151st meeting, 26 June 2009, S/PV.6151, pág. 4.).
Toda la información sobre el trabajo de esta ONG puede encontrarse en su página web:
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