GLOBAL. Ensemble contre la peine de mort (ECPM)-Juntos contra la pena de muerte organiza el 5º Congreso mundial contra la pena de muerte, que tendrá lugar en Madrid del 12 al 15 de junio próximos, luego del 1er Congreso regional en el mundo árabe (Rabat, octubre del 2012). Esta es, precisamente, la ocasión para volver a pensar nuestras estrategias abolicionistas a partir las nuevas realidades de una región del mundo que se encuentra en plena mutación.
Resulta primordial mostrar que el mundo árabe no tiene una posición uniforme frente a la pena de muerte: éste llega incluso a resquebrajarse. Sin embargo, el debate religioso sigue estando presente: Arabia Saudita continua decapitando, colgando y crucificando, Irak ejecuta masivamente y utiliza a menudo la pena de muerte como una herramienta política, Yemen (y una vez más, Arabia Saudita) ejecutan a menores de edad y Egipto se cuestiona sobre la ejecución de Mubarak.
Los países del Magreb, por su parte, avanzan poco a poco hacia la abolición. Nuestros socios árabes esperan impacientemente la abolición en la ley en uno de los principales países de la región, con el fin de reproducir este ejemplar efecto. En la actualidad, sólo el humilde Yibuti ha abolido oficialmente la pena capital. Próximamente, es probable que Marruecos y Túnez den el paso, seguidos por Mauritania, Argelia, el Líbano, y por qué no, por la Autoridad Palestina y Jordania.
Desde el 2008, la asociación francesa Ensemble contre la peine de mort (ECPM)-Juntos contra la pena de muerte, una de las principales ONGs abolicionistas, desarrolla una red de trabajo y de acción con los actores de la abolición en Marruecos, campo de misión que posteriormente ha ampliado hacia la región del Medio Oriente y África del Norte. En ese momento nadie se imaginaba que una “primavera árabe” vendría a sacudir regímenes que el resto del mundo consideraba intocables. Así como Túnez, Argelia y Mauritania, Marruecos observa una moratoria sobre las ejecuciones desde hace más de 20 años y busca, en su historia y su cultura, los medios necesarios para integrar plenamente los Derechos Humanos en una sociedad que escogió redibujar su provenir. El Líbano y Jordania también han dado grandes pasos hacia una moratoria de hecho.
Los procesos electorales posteriores a los acontecimientos que se produjeron en Túnez y luego en Egipto han favorecido los llamamientos a la democracia expresados por una gran parte de la población, así como la necesidad de la libertad de opinión y de la palabra libre. Asimismo, estas revoluciones han puesto sobre el tapete la cuestión religiosa. En efecto, varios partidos emanados de los movimientos islamistas llegaron al poder después de las elecciones en Egipto, Túnez y Marruecos. La emergencia de grupos salafistas organizados, que ahora están representados en los parlamentos nacionales, orienta una parte del debate sobre muchos temas relativos a la sociedad y sobre las perspectivas futuras para estas democracias jóvenes.
En la búsqueda de informaciones y respuestas para los militantes, de cara a una movilización de la sociedad civil para la abolición, ECPM desea incitar a las comunidades jurídicas, políticas, religiosas y civiles a tomar parte en los debates de fondo y a redefinir una estrategia y las herramientas adaptadas tanto a las identidades específicas como al contexto actual de cada país.
En Madrid acogeremos a muchos representantes políticos del mundo musulmán, tanto del Magreb como de Medio Oriente. Mientras tanto, hay que trabajar en explicar a la opinión pública y a los políticos cuáles son las razones que justifican la abolición. Al igual que la esclavitud o la tortura, la pena de muerte será irremediablemente excluida de las prácticas y de los sistemas de nuestras sociedades modernas.