CANTABRIA, ESPAÑA. ¿Por qué los turistas españoles acuden a la costa mediterránea como locos? Buen tiempo, playa, buenas recetas. Puede ser, pero me pregunto por qué ciudadanos europeos que están acostumbrados a inviernos criogénicos necesitan disfrutar de 15 días de vacaciones a 40 grados bajo la sombrilla. O saltando a brincos desde que se quitan las chanclas y los calcetines hasta que llegan al agua. Porque la arena también está a 40 grados.
No sabemos si el problema es la publicidad, el boca a boca o que las compañías low cost solo vuelan a Mallorca y Benidorm; pero, ¿qué ocurre con el norte de España? ¿Qué ocurre con los verdes, densos y admirables parajes del norte? Quizás en el mapa no se aprecia muy bien, pero si uno se fija un poco; en Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco también hay costa.
Cantabria es la protagonista de este artículo porque la Asociación de Turismo Rural de Cantabria promueve, ahora más que nunca, el llamamiento a los Turistas extranjeros. La asociación considera que los paisanos de frontera hacia adentro pueden disfrutar, desde luego, de las maravillas que la comunidad puede ofrecer; pero los turistas extranjeros no conocen realmente las posibilidades que tienen en un destino como este.
En colaboración con la CEOE-CEPYME Cantabria (Confederación Española de Organizaciones Empresariales de Cantabria), la Asociación trata de abrir los ojos al turismo para que pueda decidir entre todas las opciones que tiene de ocio, cultura y tiempo libre en sus vacaciones.
Cantabria ofrece naturaleza y montaña en estado puro, pero no todo son paisajes ganaderos que generan industria; la oferta cultural es muy amplia: monumentos, festivales internacionales o cursos de verano relacionados con todo tipo de deportes y actividades rurales o marítimas. Y, por supuesto, historia y museos. La Playa: Cantabria posee numerosas playas, extensas, de arena fina y con agua pura y limpia. Y Olas, esos movimientos del agua con los que los niños juegan durante horas. Y, ¿el paisaje? Extraordinario. Montañas rocosas, verdes o nevadas que pueden contemplarse desde la toalla (como los Picos de Europa). Y, en este preciso momento, entra en acción el duelo contra la costa mediterránea. En primavera se puede, incluso, esquiar y tomar el sol en la playa la misma semana. ¿Cuál es entonces el problema? La lluvia dicen algunos.
Cuando estuve un verano disfrutando personalmente de estas tierras en “Los Locos”, Suances; escuché a un señor que maldecía el momento en que había ido a ese pueblo. La lluvia nos pilló de pronto en la playa y todo el mundo recogía sus cosas. Y pensé: opción uno, puedes ir al desierto de vacaciones u, opción dos, buscar un techo donde refugiarte y, cuando la tormenta mengue, volver a disfrutar de un día maravilloso.
La lluvia no se puede combatir, amigo, pero esta sociedad vive de alternativas. Visitas de ocio en acogedores pueblos como Santillana del Mar o rutas por la mayor concentración de cuevas de Europa. Entre las que se encuentran las Cuevas de Altamira, primera localización de arte rupestre del Paleolítico superior del mundo. Y, si no, a todo el mundo le gustan los animales en mayor o menos medida. Pero no a todo el mundo le gusta verlos encerrados en un metro cuadrado. En el Parque de la Naturaleza de Cabárceno, un centenar de especies de los cinco continentes te reciben con los brazos abiertos en semilibertad. Porque a ellos, un poquito de lluvia, no les amarga el día.
La densidad de turismo es creciente en este momento, pero aún cubre un 15%. El eje que va desde Santillana del Mar a Comillas es el más popular, pero aparecen destinos emergentes como Ribamontan al mar, frente a la bahía. Por eso, entra la CEOE en acción para promover a las empresas cántabras que tanto pueden ofrecer al turismo y, quizás, algunos de los productos locales viajen a países vecinos para llamar la atención de nuestros compañeros europeos, quienes pronto reservarán sus vacaciones. Imágenes 1
Para concluir esta pequeña reivindicación informativa y aparcando las ironías al margen, queda decir que la costa mediterránea es un lugar maravilloso con mucho que ofrecer y poco que criticar, pero eso no quiere decir que el norte no albergue la gastronomía, el folklore y el descanso que muchos buscan para cubrir sus expectativas sobre este alegre país. ¿No tienes espíritu montañero? Nadie dijo que hubiera que escalar las montañas para llegar a los fascinantes pueblos rurales que esconde Cantabria.
Corección: 5 de marzo de 2014. Una versión anterior de este artículo erróneamente tituló una foto de la Playa de Arnía en Liencres como la Playa de Los Locos en Suances.