MADRID, ESPAÑA. Solemos hablar del Parque del Retiro como un lugar turístico y de paseo. Además de conocer su historia y su interior, en esta ocasión, también queremos resaltar la infinidad de opciones de ocio y relax que este rincón nos puede ofrecer. Son muchos los parques con los que cuenta Madrid, sin embargo, si tuviésemos que decantarnos por uno sin duda este sería el famoso Retiro.
Conocido como “el pulmón” de la ciudad, este espacio de 118 hectáreas de superficie se convierte en el lugar idóneo para organizar cualquier tipo de actividad al aire libre. Practicar footing, patinaje u otro tipo de deporte es lo que atrae a la mayoría de los madrileños, aunque podemos encontrar muchas más alternativas.
Un picnic o comida al aire libre puede ser una de ellas. Los fines de semana son varios los amigos, compañeros de trabajo o incluso familias, quienes se deciden por pasar el día entre los jardines de este maravilloso lugar que, rodeado de césped y de vegetación, nos hace más fácil sentirnos cómodos.
De extraordinaria belleza este parque se ha convertido en la guarida preferida de los enamorados, quienes pasean entre sus caminos admirando cada esquina y asombrados ante su tranquilidad.
Los jardines de El Retiro fueron regalados al Rey por el Conde-Duque de Olivares entre los años 1630 y 1640.
En el interior de El Retiro con varios los puntos de interés que podemos encontrar. En primer lugar, el Paseo de la Argentina, conocido popularmente como el Paseo de las Estaturas, que como bien indica su nombre arropa una serie de estaturas realizadas por varios autores y dirigidas a los monarcas de España.
El parque está formado por numerosas fuentes y puentes, aunque la más emblemática de todas es la Fuente del Ángel Caído que, realizada por el artista madrileño Ricardo Bellver en el siglo XIX, refleja las caras del infierno a través de los caños de agua que la componen.
Sin duda el edificio centro de El Retiro es el Palacio de cristal. Éste se acompaña de un pequeño lago artificial, rodeado de cipreses. En su interior suele albergar exposiciones de arte contemporáneo.
Y para terminar el día se hace inevitable el paseo en barca. El estanque, médula espinal del parque y centro de todas las miradas, se impone entre las zonas verdes y ajardinadas, abriéndose al cielo y dejándose ver entre la arboleda. Aquí un conjunto de pequeñas barcas con remos, disponibles para alquilar, navegan a lo largo y ancho de él. Estampa que crea una imagen de cine.
El estanque comparte espacio con el monumento al rey Alfonso XII que, a su vez, está formado por varias esculturas, símbolos de atributos como la paz, la liberta y el progreso. El tamaño del conjunto supera los 30 metros de alto y los 58 metros de ancho, en él concurrieron más de veinte escultores y fue inaugurado a principios de los años veinte.