EUROPA. Los minerales estratégicos se definen como aquellos que por las propiedades intrínsecas que poseen son de gran importancia para la industria y tecnología modernas.

La Comisión Europea ha relacionado catorce materias primas fundamentales para la industria: antimonio, berilio, cobalto, flúor, galio, germanio, grafito, indio, magnesio, niobio, platino, wolframio, tierras raras y tántalo.

Todas ellas tienen aplicación práctica en industrias consolidadas y emergentes. Sin ánimo de ser exhaustiva y a modo indicativo, voy a expresar con ejemplos la trascendencia de las mismas. El lantano, como tierra rara, es un componente esencial para las baterías de níquel de los teléfonos móviles o para los ordenadores portátiles. El tántalo, otro ejemplo, es imprescindible para dispositivos médicos y equipos ópticos.

Los datos facilitados por la Comisión Europea son concluyentes: la demanda de estos materiales podría triplicarse entre el 2006 y el 2030. Su trascendencia está vinculada, por un lado, a la importancia que tienen para la competitividad de la industria europea y, por otro, a la escasez de su abastecimiento que tendría un impacto económico negativo.

La producción mundial de estos minerales se concentra en China, Rusia, República Democrática del Congo y Brasil. Lo que plantea dos problemas:

  1. El peligro de la posible disminución del suministro que puede verse condicionado por circunstancias aleatorias.
  2. La inexistencia de materias sustitutivas válidas.

Gran parte de la fabricación, determinante para la competitividad industrial europea, depende de la importación externa de estas materias lo que, de acuerdo con lo manifestado por Vicente Tajani, Vicepresidente de la Comisión Europea, obliga a potenciar la cooperación con los países productores a través de la llamada “diplomacia de las materias primas”.

El programa marco de financiación a la investigación europea para el período 2014/2020 denominado Horizonte 2020 (H2020), supone una apuesta por la investigación aplicada y prevé un claro apoyo a una investigación que subsane el problema planteado y que, según los expertos, debería enfocarse en:

  1. Encontrar materias primas sustitutivas.
  2. Aumentar la eficiencia en la utilización de las mismas.
  3. Mejorar la eficiencia de su reciclaje o de los productos que los contienen.

El H2020 en uno de sus principales pilares denominado “Retos sociales”, cuyo objetivo básico es dar respuesta a los principales problemas y desafíos que tienen planteados la sociedad europea y sus ciudadanos, viene reflejando el interés de la política comunitaria sobre este tema, concretamente en el Reto social 5: “Acción por el clima, eficiencia de recursos y materias primas”. Existe un presupuesto global en dicha acción que asciende a 3081 millones de euros, destinado a investigar, entre otros, este tema. La acción se estructura en las siguientes áreas:

  1. Residuos: un recurso para reciclar, reutilizar y recuperar materias primas.
  2. Crecimiento de una economía baja en carbono y eficiente en el uso de recursos con un suministro sostenible de materias primas.

Concretando, en el correspondiente programa de trabajo aparecen convocatorias específicas para profundizar en la investigación sobre esta cuestión: “Nuevas soluciones para la producción sostenible de materias primas”, SC5-2014-2015, dotado con una cantidad global para el período 2014-2015 de 81 millones de euros.

Por otro lado, dentro de H2020 la “European Innovation Partnership” en materias primas ha creado un plan estratégico firmado en Bruselas el 25 de septiembre del pasado año. Dicho plan se estructura en las siguientes áreas:

  1. Tecnologías primarias y secundarias para la producción de materias primas.
  2. Sustitución de materias primas.
  3. Mejora de las condiciones del marco europeo sobre materias primas.
  4. Mejora del marco de gestión de residuos.
  5. Conocimientos sobre el flujo de materias primas.
  6. Cooperación internacional.

Lo anteriormente expuesto se complementa con el interés manifestado por la Comisión Europea de concluir una abierta política de cooperación con los países productores. En esta línea destacan:

  • El interés de potenciar la cooperación con Groenlandia, que posee el 3% de las reservas mundiales de este tipo de minerales estratégicos, incluyendo el cobalto, grafito y otros muy importantes como el zinc, el hierro y el níquel.

Según la información facilitada por la Comisión las cuotas de participación de las empresas de la Unión Europea en Groenlandia se limitan a un 15%.

Las gestiones diplomáticas se han concretado en la firma de una carta de intenciones en Nuuk en 2012, con el objetivo de establecer la utilización de infraestructuras conjuntas e invertir en el desarrollo de las capacidades de exploración y explotación de materias primas.

  • Cooperación con África. Son varias las iniciativas en este sentido. En 2012 se celebró en Bruselas una conferencia de alto nivel sobre la cooperación de la UE con África en esta materia. La Comisión adquirió el compromiso de proceder a la evaluación sobre el modo de incrementar la cooperación geológica entre ambos continentes, por ejemplo, a través de la implantación de programas conjuntos dirigidos a mejorar el conocimiento de los yacimientos africanos.

El tema es trascendental y Europa tiene que activar todos los mecanismos precisos para no quedar fuera del juego, hasta ahora monopolizado por los países productores. Es imposible maximizar la eficacia y competitividad de la industria europea sin tener cubiertos todos los frentes del suministro de materias primas en una Europa donde los yacimientos son escasos.