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El rápido progreso tecnológico en el siglo XXI ha cambiado el rostro de los medios de comunicación. Para bien o para mal, las nuevas firmas y los nuevos periodistas se han visto obligados a aceptar Internet como un nuevo medio de comunicación. En una entrevista con ROOSTERGNN, Joshua Benton, director de Nieman Journalism Lab en la Universidad de Harvard, explicó algunas de las nuevas tendencias en el periodismo y el impacto de Internet.
¿Cuáles son los objetivos de Nieman Journalism Lab?
Niemab Lab comenzó en 2008 con la idea de entender mejor las innovaciones periodísticas mediante un informe de organizaciones tanto antiguas como nuevas, periodistas independientes y contratados, académicos y firmas tecnológicas, etc, con especial hincapié en cómo están cambiando las noticias. El objetivo es entender qué está pasando y compartirlo con la comunidad para que todos podamos aprender.
Para tratarse de una agencia pequeña, habéis logrado cultivar un grupo de seguidores muy fuertes e influyentes, ¿cómo lo habéis conseguido?
Llevamos 5 años haciéndolo y ha tenido éxito porque hemos tomado siempre decisiones inteligentes. En 2008, cuando empezamos, apostamos por Twitter y al final salió bien, puesto que la mayoría de nuestros lectores viene de las redes sociales. También ayuda el hecho de que estemos hablando de un tema que suele tratarse mucho en las redes sociales, por lo que la gente se compromete con dicho tema de maneras distintas. Cuando lanzamos Nieman Lab, había un verdadero vacío en la innovación periodística a la hora de crear reportajes.
Fue un tiempo en el que se debatía mucho sobre si Internet es algo bueno o malo, por ejemplo, pero no se hacían muchos reportajes. La estrategia ha sido siempre creer que Internet es bueno. No hay manera de darle la vuelta a esto y cancelarlo. No deberíamos quejarnos; deberíamos reconocer que cada día pasan muchas cosas buenas y todos los que estamos en contacto con la producción de noticias podemos beneficiarnos y aprender de ello.
¿Cuáles son las tendencias actuales en el periodismo?
Internet ha tenido un gran impacto en el periodismo de 2 formas: en primer lugar, ha afectado a los modelos tradicionales de hacer negocios en las agencias de noticias, puesto que antes, estas agencias, apenas tenían competencia (había pocos periódicos y cadenas de televisión). Estas agencias generaban mucho dinero y podían pagarse el periodismo que hacían. Eso ha cambiado: cualquiera puede iniciar algo online sin gastar mucho dinero, y los métodos para llegar a la gente son distintos. La otra cara de esta moneda es que las organizaciones pre-internet estaban diseñadas en una cierta estructura económica, en un cierto contexto, que también ha cambiado y ha liberado la innovación.
Los medios de noticias online tienen ideas distintas respecto al contenido que producen, la manera de distribuir estos contenidos y el público que tienen. Las organizaciones y los medios también pueden perseguir audiencias que eran económicamente inalcanzables y ahora pueden reunir a un gran público mediante las redes sociales. Las viejas generaciones están tratando de adaptarse, y las nuevas están tratando de construir. El Nieman Journalism Lab trabaja en la intersección de ambos proyectos.
¿Qué efecto ha tenido Internet en el periodismo en cuanto a la calidad del mismo y cómo ha influenciado esto a la libertad de expresión?
Una cosa que está clara es que, en el pasado, necesitabas la ayuda de un intermediario para que la gente pudiera oír tus historias; por ejemplo, tenías que convencer a un periódico o a una cadena de televisión de que tu historia es interesante. Hoy en día eso no pasa tanto, y es fácil tener audiencia mediante las redes sociales o incluso la auto-publicación. Desde el punto de vista de la libertad de expresión, ahora mucha más gente tiene acceso directo a ser publicado y a obtener lectores. Sin embargo, conseguir la atención de la gente sigue siendo una tarea ardua, tanto si formas parte de una organización de noticias como si trabajas de manera individual. Los activistas y periodistas inteligentes usan todas las herramientas a su alcance para llevar lejos sus historias, algo que antes era inconcebible. También hay inconvenientes tecnológicos, desde el punto de vista de la libertad de expresión. Los países pueden “apagar” Internet en medio de conflictos; es un medio que se puede regular de maneras distintas a las de los periódicos, como en China, donde hay muchas limitaciones y restricciones. Hay métodos para evitar que esto ocurra, como por ejemplo utilizar plataformas que no acaparan la atención de los censores, y la situación se ha convertido en una especie de persecución entre un gato y un ratón. La libertad de expresión se permite en mayor medida que antes, pero aún trae consigo una serie de desafíos.
Como bloguero activo casi desde el inicio de este fenómeno, ¿cómo cree que encaja en el periodismo?
Bloguear como tal es menos importante de lo que solía ser. Puede ser una definición estructural, pero también puede ser una manera de publicación independiente que se sale de los medios tradicionales. Todos los periódicos tienen blogs hoy en día. Gran parte de lo que aparecía en blogs a principios de siglo ha pasado a ser parte de las redes sociales, porque son plataformas más idóneas para compartir ideas, incluso si estas plataformas no son tan buenas para publicar contenidos. Pocas cosas se consideran blogs hoy en día. Antes solía ser una idea unificada, pero ahora Twitter y Tumblr, además de otras redes sociales, caen dentro de este concepto. Los blogs ganaron y, al hacerlo, se auto-destruyeron como concepto único y se convirtieron en muchas cosas distintas.