Seguro que más de uno ya se ha dado cuenta de la fiebre deportista que parece haber invadido a la sociedad actual. Gimnasios, ejercicios, estiramientos, tiempos, distancias, ropa, equipamientos… un mundo nuevo que cada día suma más adeptos.
Durante mucho tiempo, un gran porcentaje de españoles se han jactado de su vida sedentaria: se han hecho bromas, rimas y frases hechas sobre el arte del tapeo, el deporte de sofá y la ejercitación del codo gracias a los apoyados en barra de bar. Sin embargo, parece que esa mentalidad ha cambiado y un boom saludable sacude poco a poco todos esos valores, haciéndolos pasar casi ya por sacrilegios anti-deportivos.
No hace falta remontarse muy atrás para recordar como a “los que salían a correr” se les veía como cuatro locos en chándal a los que les debía gustarles pasarlo mal y helarse de frío. Ahora todo ha cambiado: esos locos ya no son cuatro, no llevan chándal (sino mallas estridentes) y se llaman runners. Seguro que conocéis a alguno puesto que los parques, calles y praderas de toda la península están cada día más repletos de gente siguiendo la tendencia. También abundan mucho en las redes sociales, pero esa es otra cuestión.
Ahora bien, si lo de la “operación bikini” no es nada nuevo, ¿por qué este repentino florecimiento deportivo? Dado que el hecho de que la gente haga deporte no es un hecho científico no podemos establecer razones específicas y al cien por cien seguras, pero podemos hacer suposiciones. Ahí van las nuestras:
–La gran oferta de gimnasios, entre ellos los llamados “low cost” y, por consiguiente, el considerable descenso de sus tarifas. Hace unos años, el abono para un gimnasio medio podía rondar los 50 euros mensuales. Actualmente, es posible apuntarse a uno desde 20 euros.
-La accesibilidad (y gratuidad) que ofrece internet: si alguien quiere iniciarse en el mundo del deporte hoy en día lo tiene muy fácil gracias a la red. Webs, blogs, portales especializados, coaching online… mil y una opciones que facilitan más que nunca el aprender sin gastar dinero.
–El boca a boca de las redes sociales: el típico “pues el amigo de mi cuñado me ha dicho que…” se ha sustituido en los últimos años por las fotos en las redes sociales. Si tu archi-enemiga del colegio, a la que sin saber muy bien porqué tienes entre tus amigos del Facebook, se ha apuntado al gimnasio y está así de estupenda, ¿por qué no lo haces tú? Caso también aplicable para los hombres: el tirillas de la universidad ahora marca bíceps y tú también quieres.
-La gente tiene más tiempo libre: en España cada vez hay más gente en paro, es una realidad. En mi gimnasio, por ejemplo, hay un altísimo porcentaje de gente en paro y/o estudiantes recién graduados que acuden a sudar la camiseta por el simple hecho de salir de casa. ¿Qué mejor manera de matar el tiempo que mejorando el estado físico?
-Y por último, el factor que más peso tiene en toda esta afluencia saludable: el deporte está de moda. Famosos, amigos… la actualidad nos bombardea con gente haciendo deporte. Aplicaciones para móviles, tutoriales en youtube, colecciones de ropa deportiva en tiendas como las del imperio Inditex, redes sociales e incluso secciones dentro de los programas de la televisión de entretenimiento. Todo el mundo está de acuerdo: hacer deporte mola y si no lo haces, no estás en la onda. Somos débiles, somos influenciables y no queremos ser los parias sociales.
Sólo queda esperar para ver si España seguirá enrolada en esta ola de batidos de proteínas y pollo a la plancha y pasa a los anales de la historia como el país más buenorro de Europa o por el contrario todo pasará como cualquier otra moda y se perderá en el baúl de los recuerdos.