Vestir bien no es sinónimo de llevar marcas. Esta frase fue el motor que me impulsó a comenzar hace menos de un año con el blog.

 

Harta de seguir a chicas que rayaban la ridiculez mostrando una y otra vez sus Louis Vuiton, Givenchy, Valentino,… (si, ¿a quién no le gusta un Valentino? (con excepciones),pero chicas, hay más mundo aparte de eso…) y cuyo único objetivo era gritar al mundo “tengo unos Valentino”, decidí emprender mi propio camino y mostrar al resto de chicas que quisieran seguirme mi forma de entender la moda. Una MODA totalmente desligada de las marcas y los precios abusivos y desorbitados.

 

Esto no implica que no esté pendiente de conocer las últimas tendencias  ya que es un aspecto clave a la hora de ir a comprar, porque “tendencia” es lo único que encontrarás… ¿Buscas pitillo cuando se lleva la campana? ¡Olvídate de encontrarlo!

Sin embargo, respecto al tema “tendencia” quiero daros un consejo que a mí me resulta infalible: recordad que la tendencia pasa y lo que se lleva hoy, no se llevara mañana (y evidentemente, no podemos renovar nuestro armario cada vez que la tendencia cambia…) así que la clave está en fusionar tendencia con “atemporal”, esas prendas que nunca pasan de moda y que año tras año son “it”. Jeans, camisa blanca, salones negros,… De esta manera, e incorporando a nuestro outfit una prenda de temporada, conseguiremos “ir a la moda”.

 

Por otro lado, el término “ir a la moda”, tampoco implica perder nuestro propio estilo. De hecho, esa es la clave. Nuestro estilo marcará la diferencia con el resto: nos dará personalidad a la hora de crear nuestros outfits. Dentro de nuestro “estilo” incluyo todas aquellas prendas que nos realzan la figura y potencian al máximo nuestras virtudes, porque no todas tenemos el mismo físico ni nos vemos bien con las mismas prendas. Buscad aquello que os potencie y estilice vuestra figura y rechazad aquello con lo que no os sintáis cómodas. IMPORTANTE: con lo que no os sintáis cómodas VOSOTRAS, no los demás.

 

Mi consejo, chicas, es que la clave está en equilibrar la balanza: estilo-tendencia, y con esos dos principios (en su justa medida), se puede lograr ir siempre a la última, sintiéndote a gusto contigo misma.

Yo no soy una blogger exitosa, ni un ejemplo a seguir, pero tampoco busco serlo. Simplemente quiero ser un referente que os demuestre que comprando en Primark y Zara (he puesto mis dos extremos) se puede ir a la última, tener estilo y sentirse a gusto con una misma sin gastarse una fortuna. Porque “tu moda” y “tu estilo”, eres tú.