Madrid esta lleno de edificios curiosos, con mucha historia detrás. Para el que pasea por la ciudad es fácil ignorar algunos de ellos, aunque no todos. Sin embargo, conocer esos pedazos de historia de Madrid es realmente interesante.
El Retiro
Es evidente que tenía que aparecer en la lista. El parque del Buen Retiro fue un regalo del Conde-Duque de Olivares al Rey Felipe IV, tras haber recibido en cesión unos terrenos cercanos al monasterio de los Jerónimos. Su construcción enfadó a varios sectores de la sociedad española del Siglo de Oro, pues lo consideraban un gesto egoísta de la Corona ante la proliferación de la miseria popular que sufrió España bajo el mandato del Rey Planeta.
Los arquitectos encargados de realizarlo fueron Giovanni Battista Crescenzi y Alonso Carbonell. Queda poco de lo que fue en un principio el parque, actualmente de aquellos inicios solo se conservan el antiguo Salón de Baile y el ala del palacio del Buen Retiro conocida como Salón de los Reinos.
Entre los lugares relevantes tenemos: la Rosaleda (imitación de la localizada en el Bois de Boulogne), el estanque y monumento a Alfonso XII (eso que todos pasamos por alto para fijarnos en las barcas), la fuente del Ángel Caído y su compañera: la fuente de la Alcachofa, entre otros muchos puntos de interés.
Mención aparte merece la joya de la corona del parque: el Palacio de Cristal, levantado en 1887 como invernadero. Surgió como respuesta a la moda por este tipo de edificios en toda Europa.
Dirección: Plaza de la Independencia, 7. Parada de metro más cercana: Retiro (L2).
El Capricho
El otro parque que hace pareja con El Retiro, aunque bastante olvidado en comparación. El parque del Capricho fue motivado por la Duquesa de Osuna en 1787 y acabado en 1839.
Obra del arquitecto de la corte, Pablo Boutelou, el parque es el único exponente, en su género, del Romanticismo en Madrid y cuenta con referencias a la escultura y arquitectura inglesa, francesa e italiana de la época. Dentro de estas influencias tenemos los numerosos estanques y riachuelos, que bebiendo del canal principal, recorren todo el parque sirviendo de refugio a los cisnes.
Lugares destacables son, por ejemplo, el monumento a Baco, la Plaza de los Emperadores, el Palacio, la pequeña Ermita o la fuente de los Delfines y las Ranas.
Dirección: Paseo de la Alameda de Osuna, s/n. Parada de metro más cercana: El Capricho (L5).
Ermita de San Antonio de la Florida
La única superviviente de las tres ermitas dedicadas a San Antonio de Padua. Aunque ahora existen dos ermitas (una dedicada a conservar los frescos de Goya y otra al culto), en realidad la segunda data de 1925, cuando se constató que las distintas obras de arte comenzaban a degradarse por el trasiego de gente.
Ambas ermitas tienen un estilo arquitectónico neoclásico, con las plantas en cruz griega y las cubiertas en forma de cúpulas. En el altar mayor de la ermita original se encuentra un Cristo en marfil y carey del siglo XVIII. La ermita es sobria en cuanto adornos arquitectónicos, tanto externos como internos.
Fue Goya el encargado de realizar la decoración de la ermita, eligiendo una serie de frescos con la técnica de la quadratura (efecto visual que rompe la piedra simulando escenas con técnicas de profundidad muy logradas para la época).
Dirección: Glorieta de San Antonio de la Florida, s/n. Parada de metro más cercana: Principe Pío (L6 y L10).
Edificio Metrópolis
Saltamos a algo más moderno. Fue inaugurado en enero de 1911, de inspiración francesa y basada en el movimiento neorrenacentista. Las columnas que acompañan al edificio son de logrado estilo corintio y sirven como pedestal a estatuas alegóricas del Comercio, la Agricultura, la Industria y la Minería.
La vistosa cúpula de pizarra con incrustaciones que simulan pan de oro es de estilo bombier (del francés bombero). Soporta la estatua en bronce de la Victoria Alada, obra de Federico Coullaut Balera.
Dirección: Calle de Alcalá, 39. Parada de metro más cercana: Sevilla y Banco España (L2).
El mercado de San Miguel
Uno de los pocos edificios de principios del siglo XX en Madrid que conserva íntegramente su estructura original. Posee dos plantas, cada una de ellas de 2000 metros cuadrados, cerrado en estructura de acero, principalmente. Nació debido al capital industrial de la ciudad, estando siempre bajo titularidad privada.
Los puestos del mercado se acabaron convirtiendo en bares y lugares de recreo de mesas altas, aunque todavía conservan la estructura de tenderete original.
Dirección: Plaza de San Miguel, s/n. Parada de metro más cercana: La Latina (L1, L2 y L3).
Por desgracia es imposible poner negro sobre blanco todas las joyas de la arquitectura (antigua y moderna) de la ciudad, llevaría semanas de recopilación. Espero que esta pequeña selección os haga mirar con otros ojos la ciudad, que en nuestra ajetreada vida esconde tesoros como estos.