Empezar la Universidad es un gran paso y puede llegar a desorientar mucho. Cuatro años parecen mucho pero pueden llegar a pasar muy rápido. Algunos consejos, tanto a corto como a largo plazo, ayudan mucho a tener una primera noción de donde estás y que significa.

Ten presente siempre tu CV

En el instituto te lo daban todo hecho, más o menos. Tu objetivo era estudiar, pasar un examen, superar el curso y volver a empezar. No había más preocupaciones. La Universidad es diferente: estás aquí para construir tu futuro. Puedes darte cuenta o no, y puedes hacerlo en primero o cuando ya estás a punto de recoger el diploma. Si no haces cosas tú, nadie las va a hacer por ti. Lo que se conoce popularmente como “moverse”

Plantéatelo así. Cuando dejas la carrera, si como la mayoría la frase “muévete, que no te queda tiempo” te ha estresado, agobiado, superado y no has sabido que hacer (o simplemente no le has hecho caso), saldrás de la carrera con exactamente lo mismo que la mayoría de tus compañeros de promoción.

En tu CV pondrá tu nombre, tus apellidos, tu título de graduado, tu nivel de inglés, donde realizaste las prácticas y alguna que otra experiencia. La inmensa mayoría de tus compañeros tienen lo mismo, la inmensa mayoría de anteriores promociones tiene lo mismo y exactamente igual que la mayoría de personas graduándose año tras año en España. Entonces es cuando el “moverse” es difícil no verlo como algo importante. El primer consejo es que realmente entiendas la importancia porque es una gran conquista.

Aprende donde está la información en tu Universidad

La vida universitaria no es solo salir de fiesta. Ni sujetar una pancarta reclamando tus derechos, que ojo es muy importante hacerlo. Hay muchas más cosas que también lo son y que suelen pasar desapercibidas. Asociaciones, cursos, eventos, conferencias, etc. ¿Por qué? Porque muchos no saben dónde está esa información.

Saber dónde está es muy importante. Carteles en pasillos, cadenas de correo, preguntar a las asociaciones, seguir diferentes perfiles de twitter, incluso presentarse a delegado o conocerlos. Saber que va a pasar en la Universidad, cuando y donde es una gran ventaja. La curva de aprovechamiento mejora mucho más.

Todo es un ejercicio de relaciones públicas

Todo. Estar en clase, entrar en una asociación, asistir a una conferencia, ir a fiestas, hacer amigos. Las primeras impresiones son con las que se queda la gente. Y nunca sabes a quien es aconsejable impresionar, de modo que hay que impresionar a todos. Si lo unes con lo anterior es un suma y sigue.

Entras en una asociación, trabajas duro y das esa imagen, te enteras gracias a ella que se va a hacer un curso que te interesa, entras, trabajas duro, conoces a alguien en ese curso y te enteras que un grupo de jóvenes están (por ejemplo en Periodismo, mi carrera) intentando poner en marcha una pequeña radio, o una pequeña televisión en streaming, y eso es experiencia contante y sonante, y que queda muy bien en tu CV. Y quien sabe si eso no llama la atención de alguien. Cuando vas a buscar un trabajo las cartas de recomendación dan muchos puntos y trabajar duro te da acceso a bastantes. Por cierto, tener un CV agradable a la vista es también una carta de presentación.

La nota media del expediente es el primer filtro laboral

Es cierto que las calificaciones no demuestran quien es inteligente y quien no, pero suelen demostrar capacidad de trabajo y dedicación (o si eres de los que estudia el último día y saca buena nota capacidad para trabajar bajo presión y obtener resultados).

Pero aunque un poco injusto la nota del expediente suele ser el primer filtro para una oferta de trabajo que está muy solicitada (sobre todo cuando aplicas a la plaza de manera teñemática). Después ya va la experiencia previa. Si has hecho o no cursos/máster. La entrevista personal. El examen de nivel sobre X tema, etc. Pero el primer corte es la nota.

No es bueno obsesionarse con ella, porque dejas de lado los anteriores consejos que son igual de importantes. Pero si es aconsejable mantenerse siempre por encima de la media de tu promoción. La nota de corte de la carrera es un buen baremo para saber cuál es el mínimo que tienes que tratar de superar siempre.

Presta atención a tu TFG y a tus prácticas (y Erasmus) desde el primer año

Aunque parezca que aún queda mucho tiempo… No falta tanto. Los cuatrimestres pasan muy rápido y tener ya pensado al menos que hacer o que papeles solicitar ayuda a no ir con prisas. Sobre el TFG es bueno preguntarse que temas te interesan, que profesores imparten materias relacionadas con eso y como formalizar que te dirijan el TFG.

Las practicas y el Erasmus tienen más que ver con procesos burocráticos así que es bueno saber que documentación te van a pedir, cual tienes que rellenar y pedir opiniones a personas que ya han pasado por eso. Sobre las prácticas, lo mejor es hablar con las delegaciones, antiguos alumnos y asociaciones (porque sus miembros suelen mantener el contacto aun cuando han dejado la universidad) y preguntarle cuales son las mejores ofertas y cuales (aunque parezcan buenas) son las peores.

Estos son unos pequeños consejos. No aseguran el éxito, pero permiten exprimir al máximo la universidad y aumentar significativamente las posibilidades de salir adelante. Al final todo depende de lo que estés dispuesto a implicarte, lo claro que tengas tus objetivos y no tener miedo a perder un poco (bastante) de tu tiempo libre. ¡Mucha suerte!