Diego CallejoEn la actualidad son muchos los españoles que tiene que salir de su país, dejando atrás a su gente, su pasado y su red de confort, en busca de una nueva vida; pero ese paso no suele resultar sencillo para nadie: integrarse en una nueva sociedad, cambiar las costumbres, aprender un nuevo idioma y entender una cultura distinta son las primeras cosas que deben hacer.
Este es el testimonio de dos personas que dejaron todo para luchar por su futuro lejos de España.
Julia Alegre / 29 años
La periodista española en Colombia | Foto de Julia Alegre
Antes de marcharse trabajó en varios medios de comunicación digitales como freelance y, paralelamente, hizo prácticas de periodismo, durante dos años, en Unidad Editorial . En mayo de 2013, inició su estancia en Colombia: “Estaba haciendo un máster en Cooperación Internacional en la Universidad Carlos III de Madrid y ofrecieron unas prácticas para trabajar en el consulado español de Bogotá”.
Considera que estaba en un momento personal en el que necesitaba irse de España y, según ella, “me daba un poco igual a dónde”. Al finalizar esas prácticas, y viendo la situación, decidió buscar suerte y consiguió empleo en un medio de comunicación muy reputado.
Trabaja como periodista en Publicaciones Semana, uno de los conglomerados de medios más importantes de Colombia y de Latinoamérica: “Empecé focalizada en temas de género y ahora me dedico al tema de la educación”. Su insistencia fue la responsable de esto: “Envié mi CV a todos los medios que tiene Semana. Encontré los correos electrónicos de los editores jefes de las publicaciones en Internet”. Uno de ellos pasó los filtros y lleva en la empresa dos años; incluso ha estado vinculada a tres publicaciones importantes latinoamericanas.
Aunque echa de menos a los amigos, la familia, la comida y esa cercanía con la gente de toda la vida. La vida diaria es lo que más añora: “Una de las cosas que más echo en falta es pasear por los sitios que uno reconoce…” Pero marcharse era la única opción que encontró en ese momento.
Respecto al nivel de vida, la vida en Bogotá es más barata que en España; pero en comparación con los salarios miserables que tiene la mayoría de la gente, es todo más caro. “No me falta de nada pero no es que me de grandes lujos”, dice Julia. En su caso, tiene un sueldo intermedio (si se compara con los sueldos que se barajan allí) pero no llega ni a lo que conocemos como mileurista en España, pues el suelo mínimo ronda los 176 euros.
Vista de Bogotá | Foto de Julia Alegre
“Bogotá es una ciudad en la que se puede vivir perfectamente, pero hay gran una inseguridad en términos de homicidios, robos… Uno se acostumbra a ir con cuatro ojos por la calle, y aprende a tener cierta malicia”, asegura la periodista.
Las sensaciones son muy contradictorias al conocer la situación española: por un lado le invade la nostalgia, especialmente cuando las noticias reflejan situaciones con las que identifica su vida aquí. Pero también siente bastante desazón y hastío: “Son dos emociones que experimento cuando los medios difunden información sobre la situación política y económica del país”.
Pintada en una fachada de las calles de Bogotá | Foto por Julia Alegre
Confía en que la forma de integrarse, depende de la personalidad de cada uno y la capacidad que tenga para aceptar que hay otras culturas y formas de ver el mundo. Es por ello que no quiere dar consejos, ya que considera que no hay recetas. “Lo único que puedo asegurar es que deben ir con la mente lo más abierta posible y tratar de conciliar perspectivas en vez de imponerlas”.
Borja González / 24 años
Borja en Candem Town | Foto por Borja González
Nacido y criado en Torrejón de Ardoz, este madrileño actualmente reside en un pequeño barrio de Londres. Antes de emigrar realizó prácticas en una empresa como administrador de redes sociales asociadas al fútbol y publicó dos EP´s de Hip-Hop con el nombre de Bohr.
“Decidí salir el verano pasado. ¿Motivos? Tras licenciarme en periodismo no encontraba ningún tipo de motivación ni trabajo que me encadenase a España”. Asegura que no le gusta el funcionamiento del país en muchos ámbitos y, además, que en una carrera como periodismo los idiomas pasan desapercibidos en la programación: “Es un hecho vergonzoso”, asevera Borja cuando habla de ello.
“Donde está tu familia y los tuyos, está tu hogar… Y esa es mi morriña”. A pesar de ello, no le apetece regresar: “Volver a un país en el que muchos siguen queriendo estar ciegos me quita todas las ganas”. Actualmente, trabaja como Au pair gracias a la plataforma a “Au pair in world”, y gana dinero extra con trabajos de limpieza. Empleos que nada tienen que ver con su experiencia laboral, ni con sus cualidades musicales.
Paseo en bicicleta por Londres | Foto de Borja González
El nivel de vida en Reino Unido es mayor que en España, en cuanto a la relación salario e inflación. Borja confirma que “se cobra más y, por ejemplo, la ropa es más barata que allí”. Por el contrario, el clima condiciona bastante su estancia y le altera el estado de ánimo.
En una nueva sociedad no es fácil integrarte, pero Borja ha vivido esa dificultad en primera persona: “Aquí conoces lo que es la discriminación y el racismo, cuál es el escalón social que te corresponde desde el punto de vista de los nativos”. Aunque está convencido de que son cosas que una mente fuerte y abierta puede superar y, por eso, no quiere alarmar a nadie: “La integración en la sociedad inglesa es muy difícil, la adaptación es otra cosa muy distinta. Puedes vivir perfectamente y a salvo”.
El principal consejo que ofrece es ser valiente y fuerte: “Supongo que es lo típico, no voy a dar un discurso sobre lo qué es aconsejable hacer o no, cada contexto personal es diferente”.
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