Cuelga el teléfono. Pide disculpas por la demora y espera la primera pregunta con expectación. El actor sevillano decidió encaminar su carrera a la interpretación para “divertirse jugando”. Cree que “los niños se divierten jugando, y al final el teatro es eso… Ser un niño”. Lo importante es “pasártelo bien aunque hagas drama”. Admira la capacidad para crear mundos y otras realidades que no se pueden tener: “Yo, realmente, quería ser paleontólogo. Pero cuando descubrí que no iba a ser como en Jurassic Park, quise ser actor para imaginarme que existen los dinosaurios.” afirma entre risas.
En las distancias cortas su acento es andaluz cerrado, pero asegura que después de tantos años no le cuesta disimularlo, aunque “al principio me confundía mucho. Pero como Hipólito es un personaje tan teatral, puedes forzar un poco más el acento para que se note menos”
El secreto de Puente Viejo
Hipólito Mirañar es el personaje que le ha permitido llegar al gran público, en la serie de Antena 3, “El Secreto de Puente Viejo”. Trabajar en una serie que emite cinco capítulos por semanas, supone un alto nivel de trabajo. Se graba capítulo y medio al día: “Son 12 secuencias por cada unidad, entonces hacemos como 24 secuencias todos los días “, confiesa. Pero, aunque asegura que hay un alto nivel de exigencia y la serie tiene un 75% de fidelidad de audiencia, el mayor agotamiento es el de ser siempre el mismo personaje: “Es muy bueno para otras cosas, pero buscas siempre evolucionar. Conoces el lenguaje, cuesta menos estudiar, hay buen rollo…” Esa misma serie, en la que lleva tanto tiempo trabajando, ha sido un éxito fuera de España. “La ve más gente que aquí; En Italia, Chile, Polonia… se ve en un montón de sitios”, dice el actor.
La fama le pilló por sorpresa. “Nunca te esperas que estés 5 años haciendo lo mismo y que se haga hasta un álbum de cromos de tu profesión”, se sincera. Aún no ha asumido que su trabajo sea visto por millones de personas y según él: “La verdad que no eres consciente, porque estás trabajando. La sensación es la de ensayar una obra de teatro que nunca se estrena.” Quizás por ello, se sigue sorprendiendo cuando le paran por la calle; tiene olvidado que lo que graba sale del plató…
Los Perros
Su último proyecto teatral es “un vistazo al pasado, al presente y al futuro; No de la sociedad, sino del hombre como individuo”, llamado “Los Perros”. No busca reflejar la exclusión que puede sentir el hombre dentro de una sociedad, ni hablar de la guerra, aunque “son cosas que aparecen porque están relacionadas y forman parte del contexto”. Pretende expresar el encierro del hombre en la jaula que es la propia vida. Es por ello que los temas que se tratan son los mismos que se llevan hablando durante años. Y que, da igual la época, son temas atemporales como “el miedo a la muerte, de la búsqueda de la luz y de la salvación a través de la esperanza y los sueños”. Ha invertido mucho esfuerzo, tiempo y presupuesto en este espectáculo.“Hay una voz que te dice que tienes que hacerlo. No sé si es el subconsciente, si es Dios, si es la naturaleza, el universo… Pero hay una voz que te lo dice. Y, de hecho, ahora es uno de los motores de mi vida”.
Aquí puede quitarse el papel cómico, a pesar de que “el humor blanco está en mí y lo he tratado desde un punto de vista de clown; pero toco temas de transcendencia y oscuros, que no se tocan en otros lados. Pretendo más la reflexión y el recogimiento; Voy a hacer daño”. Por eso, cuando compara esta producción con sus primeras creaciones teatrales, asevera que los conocimientos que ha adquirido “como actor y como persona hacen que las experiencias que vives en la vida te hagan verla de otra forma”, y define esta obra como “un sentimiento que nace puro”.
Trayectoria cinematográfica
Recuerda que en una de sus primeras incursiones en el séptimo arte, coincidió con el actor de cine porno Nacho Vidal, en la película “Impávido”. Y sólo tiene buenas palabras para su compañero: “Ponía mucho empeño en hacerlo y se lo tomó muy en serio, era su primera película lejos del cine X”
Música
Tiene un pasado musical, ya que su padre fue el saxofonista de Reincidentes y Extremoduro. Y al preguntarle por un hipotético presente, explica que “presente hay, porque siempre estoy escuchando música… no habría vida sin música. Si no se hubieran inventado las armonías, hubieran cogido a los pájaros (y a los perros) y los hubieran puesto a ladrar y a piar, porque es lo que mueve al hombre; Otra cosa es dedicarme a ella”. Aunque le gustaría, cree que necesita “centrarse” y por lo tanto no quiere pensar en eso, porque no tiene “los conocimientos necesarios para conseguirlo”; aunque intenta aportar algo para la obra de teatro y colaborar con las Chirigotas en su Sevilla natal, siempre que puede.
Es la hora de comer y a las cuatro de la tarde pasan a recogerle para grabar la serie. Se despide afectuosamente y con la sonrisa permanente.
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