La historia de cómo la actividad geotérmica llegó a Nueva Zelanda y más concretamente a Rotorua se basa en la leyenda maorí de Ngatoroirangi.
Ngatoroirangi era un tohunga (persona considerada como un sacerdote, curandero, maestro…) que guio su waka (canoa) de Te Arawa hasta Nueva Zelanda. Ansioso por explorar primero viajó al este de Maketu por la costa hasta llegar a lo que hoy conocemos como el río Tarawera (Te Awa-o-te-atua). Remontó río arriba hasta llegar a Ruawahia, el pico central del Monte Tarawera. En este lugar tuvo una experiencia que se puede calificar de extraordinaria, se encontró con un espíritu en forma de persona, llamado Tama-o-Hoy, que le impidió el paso e intentó destruir a Ngatoroirangi con su brujería, pero no fue suficiente para poder vencer a nuestro tohunga aventurero de Hawaiki. Con un hechizo mucho más fuerte, Ngatoroirangi logró que Tama-o-Hoy se hundiera en el suelo. Según esta leyenda la gran erupción del Monte Tarawera de 1886 fue debida a que Tama-o-Hoy, al haber estado encerrado en el suelo durante tanto tiempo estaba enfurecido, y esta furia provocó el desastre.
Finalmente Ngatoroirangi llegó a las montañas que ahora forman parte del Parque Nacional de Tongariro, al sur de Rotorua. Para ver hasta donde alcanzaba el país en el que quería vivir, subió a la montaña más alta y se vio afectado por un frío intenso, la temperatura era tan baja que pensó que iba a morir. En su desesperación por salvar su vida rezó a sus hermanas que estaban en Hawaiki (considerado el hogar ancestral de todos los maoríes) para que le enviaran fuego para calentarlo.
Sus hermanas Te Pupu y Te Hoata, escucharon su oración y nadaron rápidamente a través del Océano Pacífico en forma de fuego para ayudar a su hermano hasta llegar a Whakaari (único volcán marino activo en Nueva Zelanda, ahora se conoce con el nombre de White Island en la costa este de Bay of Plenty). Allí asomaron la cabeza las dos hermanas pero al ver que todavía faltaba para llegar hasta Ngatoroirangi volvieron a sumergirse. Fueron emergiendo y sumergiéndose hasta llegar al lugar donde se encontraba su hermano y en todos los lugares por donde habían asomado la cabeza aparecieron chimeneas humeantes y burbujeantes de fuego, Moutohora (Whale Island), Awakeri, Rotoehu, Rotoiti, Rotorua, Tarawera, Orakei Korato, Taupo, Whakarewarewa y Turangi. El “túnel” que dicen se hizo, ha conectado la White Island con el Monte Ngaruahoe.
Por fin entraron por el Monte Tongariro y revivieron lentamente a Ngatoroirangi. El nombre del Monte Tongariro se le dio para conmemorar el frío viento del sur que casi lo mató.
Hay muy pocos lugares en el mundo donde la actividad geotérmica sea tan intensa y donde sea tan accesible el poder disfrutar de este derroche de la naturaleza como en la zona de Rotorua. Cuando se observa se puede entender porque antiguamente, que no existían los avances tecnológicos, creyeran que era debido a los dioses.
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