El pasado 7 de febrero comenzaron las negociaciones de paz entre el Gobierno de Colombia y el ELN, la última guerrilla del país. Los diálogos tuvieron lugar en la capital de Ecuador, Quito, después de tres años de contactos secretos. De acuerdo con el presidente y nobel de la paz Juan Manuel Santos, “la fase pública de conversaciones (…) nos permitirá alcanzar la paz completa”. Por su parte, el principal negociador del ELN, Pablo Beltrán, instó a ambas partes a reunirse en torno a los puntos que los unían y dejar de lado sus diferencias y dejó en claro la voluntad del grupo armado de concretar el acuerdo, con la participación de todos los sectores políticos y sociales. Ambas partes agradecieron a Ecuador y al presidente Rafael Correa, así como a los países garantes y de acompañamiento (Ecuador, Brasil, Chile, Cuba, Noruega y Venezuela).
Las conversaciones llegan pocos meses después de que el Gobierno firmara el acuerdo revisado con las FARC después de cuatro años de negociaciones en la capital cubana. Colombia busca poner fin a más de cincuenta años de conflicto armado interno que ha involucrado a guerrillas, paramilitares y agentes del Estado, dejando 260.000 muertos, 60.000 desparecidos y 6,9 millones de desplazados. La liberación por parte del ELN del militar Fredy Moreno Mahecha capturado el 24 de enero refuerza la confianza en este proceso.
¿Qué es el ELN?
El Ejército de Liberación Nacional (ELN) es el segundo grupo insurgente más grande del país. Fue fundado en 1964 con el objetivo declarado de combatir la desigual distribución de tierras y riquezas de Colombia, inspirado en la revolución cubana de 1959. Las raíces de esta guerrilla se enmarcan en tres grupos sociales: sectores urbanos universitarios, parte de la Iglesia católica y una serie de organizaciones sociales de carácter rural. De acuerdo con el historiador David Bushnell “el ELN se construyó en un modelo de guerrilla terrorista de izquierda, generalizado en América Latina, que tenía la peculiaridad de reclutar a sus combatientes entre jóvenes descontentos de clase media”.
A lo largo de las décadas, el grupo guerrillero ha atacado a grandes terratenientes y empresas multinacionales y ha explotado repetidamente oleoductos. Las FARC y ELN se han enfrentado en ocasiones por disputas territoriales hasta llegar a alcanzar un acuerdo en 2010. Las fuentes del gobierno estiman en torno a 1.300 el número de guerrilleros armados de esta formación.
Principales desafíos
Los observadores del proceso de paz piensan que puede ser más difícil negociar con el ELN que con las FARC. Esto se debe a que la estructura del ELN es menos jerárquica y se cree que sus miembros están más conectados con la ideología marxista que las FARC. Por otro lado, el ELN tampoco ha renunciado aún a los secuestros para siempre, algo que el Gobierno ha demandado como condición del proceso. Aunque las anteriores conversaciones de paz con el ELN fracasaron, los analistas parecen reconocer que las conversaciones actuales se beneficiarán de las experiencias obtenidas de las negociaciones entre el Gobierno y las FARC.