Las app para smartphone surgieron con la finalidad de hacer más fácil la vida. Con un sólo click podemos ver lo que está haciendo nuestro mejor amigo en la otra parte del mundo, escuchar tu canción preferida en el momento preciso o saber cuanto dinero te queda en la cuenta sin necesidad de esperar a que sea lunes e ir al banco. Pero ¿y si además de facilidades también ayuda a salvar vidas? Ahora esto es posible con la creación de “app fantasmas” para que personas víctimas de malos tratos puedan denunciar una situación sin riesgo alguno.
Hay que entender violencia de género como cualquier acto violento o agresión, basados en una situación de desigualdad en el ámbito de las relaciones entre mujeres y hombres. Este concepto genera controversia ya que ha sido considerado como asuntos familiares que no debían salir de puertas para fuera. Entenderlo como un problema personal conlleva a la sumisión de la mujer respecto al hombre teniendo en cuenta el papel que ha desarrollado este desde siempre en la sociedad, considerado actor principal y dominante.
Esta incorrecta percepción genera en las mujeres inseguridad y miedo, dos de las principales causas por las que no se denuncian malos tratos. A pesar de la entrada en vigor de la Ley de Medidas de de Protección Integral contra la Violencia, en el 2004, las víctimas mortales a manos de sus parejas no han cesado significativamente en los últimos años, estancándose en las aproximadamente 70 muertes anuales.
Los últimos dato recogidos según el Portal Estadístico de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género al menos 57 mujeres fueron asesinadas en el año 2015, dos más que en el año anterior. En total, 821 han sido asesinadas con violencia de género desde el año 2003. Teniendo en cuenta estas cifras ¿que explica que pese a tener medidas y promulgar leyes sigan muriendo tantas mujeres como consecuencia de malos tratos?
La incógnita recae en el miedo y esto se pone en evidencia en el número de denuncias. La violencia de género se ha elevado a un problema social y cada vez son más las campañas publicitarias que le dan eco para hacer conciencia de ello. Sin embargo, todavía son muchas las víctimas que no saben como hacerlo frente. El miedo a contarlo por temor a represalias es uno de los motivos principales por los que no se denuncia acompañado también de las pocas, hasta ahora, facilidades con las que puede contar una persona que sufre este tipo de situación.
A pesar de que los datos no acompañan, es cierto que la sociedad ha tomado cartas en el asunto y cada vez hay más conciencia de esta situación. “Es un problema de todos y hay que hacer algo por erradicarlo” así nos dice Julia Marco Gascón, una joven estudiante de Publicidad y Relaciones Públicas. Julia se adentró en este mundo cuando desde la universidad tuvieron que presentar un proyecto con vista al mercado. Ella y un grupo de ocho compañeros más decidieron abordar el tema de los malos tratos. Se pusieron manos a la obra y tras un trabajo de investigación y la sucesión de varias entrevistas se les ocurrió la idea de crear una app de incógnito, como ellos lo definen.
“Tras realizar entrevistas a víctimas de violencia de género nos dimos cuenta que muchas no denuncian por miedo o simplemente por vergüenza, por lo que le dimos vueltas a como cambiar esta situación. Pensamos en crear una app de incógnito gracias a que una mujer nos dio una idea genial que consistía en grabar imagen y audio para poder adjuntar pruebas en un juicio en el caso de necesitarlas” nos cuenta.
“Con esta app de icógnito, también se les da apoyo y explica como actuar en caso de querer denunciarlo o simplemente contar con ayuda. Está conectada con los botones de bloqueo lo que permite salir de la app sin dejar rastro en el historial del teléfono móvil, así como el del volumen para grabar (en la pantalla no aparece como que se esté grabando), esa grabación iría a una nube donde se puede acceder a ella para que posteriormente la víctima pueda aportar pruebas”.
La app es bastante segura pues tiene apariencia de una aplicación normal y en esto reside la eficacia, se accede mediante una clave para así evitar que cualquiera pueda hacerlo. Cuando se descargan automáticamente, los dni y nombres de esas personas aparecerán por seguridad en un fichero para que en caso de necesitar grabaciones en el juicio sea posible.
El caso de los adolescentes que sufren este tipo de violencia es más difícil apunta Julia. Una de las causas del maltrato viene en relación directa con el uso de redes sociales. “Hoy por hoy no se entiende que el maltrato psicológico también se considera violencia de género y, desgraciadamente, en numerosas ocasiones esto conlleva a una posterior situación de violencia física. Las rrss son un foco de celos y se debería saber distinguir entre una peleilla absurda y un control de la intimidad”.
Cree que habría que darles a conocer mediante charlas la existencia de app como la que ellas están impulsando. “Para los jóvenes es más fácil desenvolverse con los móviles y sería una buena vía para denunciar estos casos”. Promover estas aplicaciones reside en hacer conciencia del problema y que en caso de no contarlo, por vergüenza, se pueda hacer sin ningún problema. “Hay que hacerles ver que el control por parte de sus parejas no es normal aunque lo normalicen al seguir comportamientos machistas que se dan en la sociedad”.
Comenta Julia que a pesar de que tienen puestas todas las ganas en este proyecto y han recibido el apoyo de víctimas que les han posibilitado llevarlo a cabo todavía les queda un arduo camino para conseguirlo. “Tenemos ilusión y fuerzas y deseamos que nuestra ayuda sea la de mucha gente en un futuro”.
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