MADRID, ESPAÑA. Parece que Madrid nunca tendrá suficientes mercados. Tras el éxito del Mercado San Miguel, el Mercado San Antón e incluso el Mercado Isabella, nace ahora otro espacio gastronómico: el Mercado Moncloa.

Aprovechando la inauguración del hotel Exe Moncloa, en una de las zonas más transitadas de la capital, el Mercado Moncloa se apropia del término “mercado,” pero realmente carece de puestos de productos frescos de venta al cliente en el sentido histórico de la palabra.

El Horno de San Onofre, también presente en el Mercado de San Miguel, es quizás el puesto más grande del Mercado y con más variedad. Sin embargo, esta variedad queda eclipsada por su oferta de comidas muy clásicas y poco innovadoras.

Casi enfrente y lindando con la puerta del hotel, Encinares del Sur ofrece tradicionales embutidos y quesos a modo de ración. La planta baja, pese a su amplitud, tan sólo alberga dos puestos que dejan muy poco margen a la elección del cliente siendo el marisco fresco y la carne a la brasa las únicas opciones de plato principal.

Accediendo a la planta superior, la bebida se presenta como un atractivo para los más entendidos en vinos. La barra principal del mercado ofrece una extensa carta de ‘jereces’ procedentes de las Bodegas de Santa Cecilia, los cuales, según ellos, son dificiles de encontrar en otros rincones de la ciudad.

Niko-San, un puesto de sushi en la planta superior, ofrece comida asiática preparada en el momento con pescados salvajes de calidad. Pero el hecho de preparar sushi en el momento no es nada nuevo – ya lo está haciendo el Carrefour también.

Según Miguel Ángel Vargas, uno de los empresarios responsables del Mercado Moncloa, lo atractivo de este espacio son los “precios asequibles” a todos los bolsillos, manteniendo siempre la alta calidad de productos.

Para pasar un rato de tapas en la zona de Moncloa, este Mercado es una opción accesible, tanto en precio como en geografía – la boca de metro está justo en frente. La vinculación del mercado con el hotel además facilita el acceso a los clientes que allí se hospedan, lo cual, según Vargas, supondrá un beneficio mutuo para ambas partes.

Pero los que buscan un mercado madrileño de verdad no van a encontrarlo aquí.