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VARSOVIA, POLONIA. La XIII Cumbre Mundial de los Premios Nobel de la Paz ha reunido a más de 6,000 asistentes procedentes de todo el mundo que se han “solidarizado por la paz”, tal y como reza el lema del evento.

En la Parte 1 de los «Highlights de la cumbre mundial de los Premios Nobel de la Paz” se resaltaban los puntos clave de las intervenciones de Mairead Corrigan-Maguire, Frederik Willem de Klerk, Prof. Dr. Muhammad Yunus, Dr. Ira Helfand, Lech Wałęsa, Peter Launsky-Tieffenthal y Dr. Shirin Ebadi.

Hoy hemos sido testigos de nuevos llamamientos a la acción por parte de los galardonados, entre los que destacan Su Santidad el XIV Dalai Lama.

Al preguntarle si la violencia podría ser la solución, el Dalai Lama respondió:

«No soy un experto. […] Los procedimientos violentos son muy peligrosos. La violencia crea más problemas inesperados.«

En concreto, mencionó el envío de una carta al expresidente de los Estados Unidos George W. Bush el 12 de Septiembre de 2011 en la que se le pedía que emplease métodos no violentos para resolver conflictos. En un encuentro que tuvo lugar posteriormente con Bush, el Dalai Lama se dirigió a él diciendo:

«Le aprecio, pero tengo ciertas dudas con respecto a su política.»

La paz mundial, junto con la eliminación de la brecha entre ricos y pobres, fue uno de los temas mencionados por el Dalai Lama. Tanto ricos como pobres tienen la responsabilidad de hacer desaparecer esta brecha. Los ricos deberían ayudar proporcionando educación, formación y materiales y los pobres deben desarrollar confianza en sí mismos y trabajar duro.

En cuanto a su lucha en el Tíbet, el Dalai Lama se mostró inflexible sobre el hecho de que él y sus seguidores no buscan la independencia.

«China puede proporcionar deliciosos platos y nosotros podemos alimentar su mente.”

En la misma sesión, Mairead Corrigan-Maguire, cuyo discurso sobre la paz en Siria está disponible en la página web de ROOSTERGNN, mencionó una vez más el hecho de que la gente no debería conformarse con la desinformación.

«Tenemos que movilizarnos. […] Tenemos que familiarizarnos con el camino de la no-violencia, ya que no nos lo han enseñado.”

Melissa Fleming, representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, declaró cómo ha actuado personalmente ante las recientes críticas a las Naciones Unidas. En primer lugar, dejó claro que existe una diferencia entre la ONU humanitaria (con sede en Ginebra) y la ONU política (con sede en Nueva York) y que, en ocasiones, la ONU humanitaria es la responsable de “arreglar” las consecuencias de la mala gestión política.

«La ONU y otras organizaciones son esenciales para lograr la paz y la seguridad y este hecho radica en la igual importancia de sus miembros.”

Una declaración que se podría aplicar al mundo como un todo. Es hora de actuar.