MADRID, ESPAÑA. Este año, con motivo del el 40 aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre China y España, son varias las actividades de intercambio cultural que los gobiernos implicados han decidido impulsar.
Entre estas cabe destacar la exposición de arte contemporáneo chino que desde mediados del mes de octubre acoge la Sala Cultural Conde Duque de Madrid. La apuesta, Un nuevo horizonte: Arte chino contemporáneo, dirigida por el Museo Nacional de Arte de China (Beijing) en colaboración con el Centro Cultural Chino de Madrid, se presenta con una exquisita selección de sesenta piezas de las cien mil obras existentes en el Museo Chino.
La colección se convierte en especial por ser la primera vez que se muestra en España. En palabras del subdirector, Ma Shu Lin, “nuestra intención es que los españoles conozcan y aprecien el mundo artístico del lejano oriente”.
La exposición Un nuevo horizonte consta de tres bloques temáticos, donde se ofrece una pluralidad de técnicas y disciplinas, que abarcan desde la tinta china al óleo o la fotografía, hasta la escultura.
El primer lugar lo sustenta el dedicado a la naturaleza. Aquí artistas contemporáneos exaltan la belleza de la naturaleza y sus manifestaciones más profundas, todo desde un punto de vista poético. Se persigue la armonía de la persona con el paisaje natural, lo que lleva a considerar este arte como algo imaginario que no se adapta a la sociedad. Son pinturas cargadas de subjetividad. Como ejemplo de este espacio encontramos “Nieve de primavera”, una pieza que además evoca la llegada de la primavera como la llegada del nuevo renacer del arte chino, hecho se produjo a partir de los años 80.
En el capítulo “Cambios sociales” se plantea una reflexión sobre el destino de la nación y la búsqueda de la realidad social. Estas obras, presentan un enfoque más realista. Entre ellas encontramos piezas como “Ella”. Yu Hong es una artista renovadora que forma parte del grupo progresista en China. Gracias a “Ella” se expresa, empleando técnicas de óleo, con objeto de reflejar el papel de la mujer en la actualidad. Busca la libertad metropolitana.
Otra de las obras más llamativas de este espacio es la conocida como “La flor de la juventud”, de Wang Guanjun, un joven artista de los años 70. En ésta se hace notable la influencia de la técnica occidental pues introduce formas renovadoras junto a las técnicas chinas. La imagen muestra varios jóvenes, de distinta nacionalidad, reunidos en un estrecho callejón con edificios modernos y altos al fondo. La comisaria comenta que en China existe un determinado término para hablar de esta corriente, un contraste entre lo tradicional, representado en el callejón, y lo internacional, lo global, caracterizado en los edificios, “una corriente a la que nos enfrentamos en esta generación.”
Por último, alojado en la sala 2, se exponen pinturas que abordan la “Exploración múltiple”. A medio camino entre la objetividad y la abstracción, esta colección destaca por su colorido e impacto visual. Son obras que despiertan un nuevo pensamiento entre las formas tradicionales de la pintura y las nuevas herramientas. Se persigue romper con la tradición y conectarse con lo internacional.
Hay que destacar la influencia de las técnicas occidentales en numerosas obras, en las diversas temáticas, del arte Chino. La exposición se completa gracias a un conjunto de esculturas entre las que destacan las inspiradas en la ópera de Pekín. En estas se observa la influencia ejercida por el arte popular. Ésta interesante galería estará expuesta en el Salón Cultural Conde Duque hasta enero del próximo año.
Un nuevo horizonte: Arte chino contemporáneo
Conde Duque, sala de exposiciones
Calle de Montserrat, 34, 28015 Madrid
Entrada gratuita
Hasta el 5 de enero de 2014.