BRASIL. Las recientes protestas de indígenas en Brasil han vuelto a poner de relieve el conflicto que hay entre estos pueblos y los grandes terratenientes. Una de las últimas chispas que ha encendido la llama ha sido el intento por parte de ciertos sectores del congreso brasileño de controlar la demarcación de las tierras indígenas. Varias organizaciones internacionales han salido en defensa de los derechos constitucionales de estos pueblos aborígenes. Lo hacen con la esperanza de atraer atención mediática para frenar proyectos como este. Así lo explica Sarah Shenker, experta de Survival internacional en campañas por la defensa de los derechos de los pueblos indígenas.

Hace relativamente poco se recuperó el proyecto de enmienda constitucional 215/2000 que, una vez aprobado, cedería el control al Congreso Nacional sobre la demarcación de tierras indígenas. ¿Por qué la ley ha vuelto a tramitarse si ya estaba prácticamente paralizada?

Sarah Shenker: El poderoso lobby rural brasileño está ejerciendo presión sobre esta ley en el Congreso. A él pertenecen numerosos políticos que son propietarios de haciendas ganaderas ubicadas en territorio indígena. Este lobby está pidiendo también que otras leyes sean aprobadas para abrir tierras indígenas a la minería, las presas, bases militares y otros proyectos industriales. Significaría una gran pérdida del nivel de control que los indígenas tienen sobre sus territorios – un control por el que han luchado durante siglos. Y sería un desastre para los pueblos indígenas, sobretodo los aislados, que dependen de su tierra para sobrevivir.

Las protestas indígenas internacionales que tuvieron lugar el mes pasado ilustran las dimensiones de esta amenaza contra la cual los indígenas han declarado que no pararán de luchar.

¿Qué supondría que el control de la demarcación de las tierras lo tenga el Congreso Nacional en vez del Ejecutivo?

El Congreso está influenciado por el poderoso lobby rural brasileño. Si tiene el control para demarcar tierras indígenas, veríamos una gran reducción en el número de tierras indígenas que serán demarcadas.

La demarcación de las tierras indígenas para el uso exclusivo de estos pueblos es un derecho fundamental garantizado por la Constitución brasileña. El proceso de demarcación ya sufre de por sí grandes atrasos a causa de la oposición de los terratenientes. Cada día que transcurre sin demarcar una tierra, más indígenas sufren desnutrición, violencia, suicidio y asesinatos. Miles de indígenas guaraníes viven en reservas masificadas o al lado de carreteras, y sus líderes son asesinados por los pistoleros de los terratenientes mientras esperan la demarcación de sus tierras.

El mayor retraso en la demarcación sería una consecuencia casi segura de la transferencia del poder al Congreso y exacerbaría lo que es ya una situación crítica.

¿Por qué se empezó a redactar una ley así y qué hizo que se paralizase?

Esa ley fue redactada con motivo de la presión e influencia del poderoso lobby rural brasileño, al que pertenecen numerosos políticos que son propietarios de haciendas ganaderas ubicadas en territorio indígena.

Cada vez que hay oposición pública a estos movimientos, las discusiones o se detienen o pasan a un plano secundario, para volver a ser consideraciones serias un tiempo después.

Las protestas del mes pasado fueron las más ruidosas hasta la fecha y resultaron en la suspensión de algunas de las líneas abiertas a debate sobre estos cambios legislativos y constitucionales. Survival International, los indígenas y otras organizaciones que los apoyan van a mantener la presión para que estas leyes no puedan seguir adelante.

¿Es necesario un reordenamiento de tierras? ¿Hay mucha tierra para tan poco indígena?

El argumento de que hay mucha tierra para tan poco indígena no tiene ninguna fuerza y no es consecuente con la realidad – presente y pasado – de los pueblos indígenas. Ellos ocupaban grandes extensiones de tierras en Brasil antes de la llegada de los europeos, pero con la colonización sufrieron masacres, la destrucción de sus selvas y enfermedades que redujeron drásticamente sus poblaciones.

Hoy muchos pueblos indígenas viven en territorios mucho más pequeños que sus tierras ancestrales. Algunas veces tan pequeños como en el caso de los guaraníes: sus comunidades no pueden soportar la vida y sufren enfermedades, desnutrición, alcoholismo y suicidio.

También hay que considerar la calidad de las tierras demarcadas. En algunos casos, como el de los awás, la tribu más amenazada de la Tierra, sus tierras son demarcadas pero buena parte de su selva está siendo destruida ilegalmente por invasores.

Los indígenas dependen de la tierra que tienen para cazar, pescar, cultivar…, en definitiva, para sobrevivir. Esta necesidad ha sido oficialmente aceptada por Brasil, donde la Constitución garantiza a los indígenas sus derechos territoriales, por la ONU y también por la normativa internacional a través del Convenio 169 de la OIT.

Además hay que considerar que los pueblos indígenas saben proteger sus selvas mejor que nadie; sin ellas el mundo entero sufrirá grandes impactos.

¿Cómo se sienten los indígenas ante esta situación? ¿Cuál es su posición en este momento?

Nixiwaka Yawanawá, joven indígena de la Amazonia brasileña, durante la protesta de Londres en repudio a la arremetida de Brasil contra los derechos indígenas. | © Survival International

Nixiwaka Yawanawá, joven indígena de la Amazonia brasileña, durante la protesta de Londres en repudio a la arremetida de Brasil contra los derechos indígenas. | © Survival International

Muchos individuos y organizaciones indígenas han declarado a Survival que no aceptarán las nuevas propuestas de ley que amenazan seriamente a sus generaciones futuras. No van a dejar de luchar para que sean abandonadas.

Los pueblos indígenas del estado de Rondonia han denominado estos movimientos como una «maniobra anti-indígena» y declararon que quieren que su indignación ante este serio insulto a sus derechos constitucionales se escuche a escala nacional y en todo el mundo. Tambien añadieron que en nombre del ‘progreso’, el Gobierno mata ríos, bosques y seres humanos… Y continuarán resistiendo y luchando para construir un nuevo sistema de política indigenista que sea democrático y en línea con nuestras aspiraciones.

Un portavoz guaraní dijo a Survival que esta Directiva [303] pone su supervivencia en verdadero peligro, que se les ignora como seres humanos, como los primeros ocupantes de esta tierra y que es el comienzo del exterminio de los pueblos indígenas.

¿Cuál es la situación de este proyecto de enmienda en la actualidad y que iniciativas estáis llevando a cabo para pararlo?

Las discusiones de la enmienda 215 fueron suspendidas después de las protestas del mes pasado. Pero con la gran presión que ejercen los ruralistas, es posible que vuelva a ser considerada, ya sea con el mismo nombre o con otro.

Survival International seguirá luchando contra esta y cualquier propuesta que amenace los derechos territoriales de los pueblos indígenas de Brasil. Presionaremos al Gobierno directamente, generaremos atención entre los medios de comunicación y el público a nivel internacional y realizaremos más acciones públicas, como la protesta del mes pasado, si es necesario. No dejaremos de luchar porque si Brasil permite que leyes como estas destruyan a los pueblos indígenas el desastre sería total.

¿Cuáles son vuestras perspectivas de futuro sobre la enmienda?

Vemos difícil que la enmienda se apruebe finalmente, con toda la oposición que genera y el conocimiento de los graves impactos que tendría para los indígenas, las selvas y tierras de Brasil. Pero esto no quiere decir que sea imposible, vista la enorme presión que ejercen los ruralistas y ese «desarrollo» a cualquier precio que busca el país por medio de la apertura de la Amazonia a los proyectos industriales.

Los indígenas y las organizaciones nacionales que los apoyan, junto con Survival, no dejaremos de luchar contra estas leyes y por la supervivencia de los pueblos indígenas y tribales. Para lograrlo necesitamos del apoyo de la opinión pública.