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MADRID, ESPAÑA. Ataviado con un kimono color negro y recostado en un sofá, el maestro Shigeru Onoda descansa en su despacho, donde el olor a incienso quemado y el sonido de la música Zen que sale de los altavoces nos traslada a un mundo oriental.
Originario de Tokio, Onoda se graduó en la Japan Shiatsu College en 1981, la única escuela oficial para el aprendizaje de este tipo de terapia. Tras graduarse y aprobar el examen estatal que le dio la licencia para la práctica del Shiatsu, llegó a España con la idea de difundir este tipo de medicina. En 1984 creó su propia clínica y ocho años después fundó la Asociación Española de Shiatsu. Desde entonces ha abierto diversos centros, publicado una serie de libros y participado en Congresos Internacionales.
¿Qué es exactamente el Shiatsu?
Shigeru Onoda: El Shiatsu literalmente significa Shi (dedo) y Atsu (presión), entonces es la presión que ejercemos con los dedos sobre el cuerpo del paciente. Para los japoneses es una terapia que consiste en corregir principalmente problemas con la espalda.
¿Cuándo supo que quiso dedicarse a esto?
Años atrás yo practicaba artes marciales y siempre me enseñaron algunos puntos clave del cuerpo humano: punto débil, punto activo…y esto me empezó a interesar mucho. Cuando terminé la universidad empecé a estudiar en la Japan Shiatsu College donde estuve tres años, un total de 2200 horas. Una vez que terminé la carrera me presenté al examen estatal para poder ejercer la profesión de terapeuta.
Cuando llegó a España en 1984 ¿Cómo fue recibido en un país donde no existía conocimiento de este tipo de terapia?
Han pasado ya 29 años, pero ahora mismo el Shiatsu como medicina alternativa no está reconocido por el Ministerio de Salud. Hace 29 años, por supuesto no conocían esta terapia, en Barcelona existían otro tipo como los quiro masajes, pero el Shiatsu es completamente diferente, por eso fue criticado, no es de relajación es una terapia para tratar problemas. Los españoles sufren mucho de la zona lumbar por la curvatura de la espalda, por lo que la gente empezó a venir a la clínica.
A lo largo de su carrera, Usted ha ido desarrollando un estilo diferente de Shiatsu especializado para el tipo de cuerpo de una persona española.¿Qué diferencias podemos encontrar entre el Shiatsu Aze que usted ha desarrollado y el Shiatsu tradicional?
Todos tienen el mismo origen en el estilo de Namikoshi. Pero mientras que el estilo del Namikoshi está pensado para el cuerpo de los orientales, el aze está pensado para el cuerpo de los españoles, ya que poseemos muchas diferencias. Como el hecho de que nuestro intestino delgado sea más largo que el vuestro, o el que la columna de los españoles tenga más curvatura.
Usted dijo una vez que la terapia del Shiatsu podía ayudar de una forma más eficaz que la medicina tradicional, a las enfermedades derivadas del ritmo de vida actual como la depresión, angustia, estrés… ¿Sigue pensando lo mismo?
Por supuesto. Llevo 29 años viviendo en España, los primeros 10 años trabaja mucho con pacientes con dolores físicos, pero desde hace 19 años han empezado a venir pacientes con problemas emocionales como la angustia o la depresión. La gente que vive en la ciudad primero piensan en ir a un médico, pero éstos sólo les recetan medicamentos, que a la larga harán sufrir al paciente en otros aspectos. Entonces la gente tiene miedo de sufrir con medicamentos y de boca en boca empezaron a decir que el Shiatsu servía para curar este tipo de problemas. El cuerpo necesita del equilibrio entre la mente y el cuerpo y nosotros trabajamos con algunos puntos clave para aliviar las emociones. Por eso pienso que el Shiatsu también sirve para la gente con enfermedades emocionales, cada vez más el número de pacientes va a aumentado.
Aun conociendo su eficacia el gobierno español sigue sin querer reconocer este tipo de terapias. ¿Qué opina al respecto?
Hay un mercado de la medicina y de la fisioterapia, nosotros nos encontramos en dicho mercado. Por lo que surgen problemas con los médicos y los fisioterapeutas que protegen su territorio.
En Barcelona estaba legalizándose, pero el colegio de médicos y de fisioterapeutas empezaron a empujar al gobierno de Cataluña y ahora el proceso está completamente parado. En el mercado común, la Unión Europea está investigando para ver si nuestra terapia funciona y legalizarla. Mucha gente aparte de la medicina occidental utiliza nuestros centros, lo único es que al no estar reconocido no lo pueden usar los seguros, así que la gente si quiere tener terapia, tiene que pagar dinero que en muchas ocasiones no pueden pagar. Hoy en día algunos seguros privados empiezan a investigar sobre la terapia manual y algunos empiezan a aprobar nuestra terapia. Sanitas por ejemplo es una de estas, y aunque sigue poniendo altos requisitos por lo menos es un comienzo.
Habiendo publicado varios libros, fundado varias escuelas… ¿le queda algo más por hacer?
Tenemos contactos con Sudamérica con gente muy pobre en lugares donde es difícil la entrada de la medicina occidental. Por eso yo quiero enseñar a la gente de esos países el “autoshiatsu” para mejorar la curación natural y la autodefensa. El proyecto consiste en enseñar el Shiatsu a la gente media o pobre de estos países sudamericanos, ya que en Europa mis discípulos enseñan por mí.
¿Cuántos discípulos tiene usted?
Discípulos íntimos menos de 30 o 40, pero de las escuelas salen unos 30 alumnos, por lo que en España el número de estudiantes hoy en día es casi de 300 o 400. Además todos los meses voy a Roma para enseñar Shiatsu y en Holanda también tengo contactos.
Se ha dedicado toda su vida al Shiatsu ¿le ha merecido la pena?
Me gusta el Shiatsu así que no me aburro de él. Esto significa que podría trabajar toda la vida dedicándome a esta terapia, incluso mis discípulos más cercano me hacen bromas diciéndome que me case con el Shiatsu.
Siempre dicen que los japoneses trabajan mucho, pero es que me gusta mi trabajo, es cierto que el fin de semana hay que pasarlo con la familia, pero vine a España para difundir el esta terapia y todavía no tiene historia. A lo mejor desde el punto de vista de otras personas Shigeru es tonto por tanto trabajar, pero es que a mí me gusta lo que hago. Me gustaría trabajar toda la vida como ahora, no sé si es bueno o malo, pero el mundo del Shiatsu necesita una persona como Shigeru Onoda.