ESPAÑA. La noche de los Reyes Magos, la más esperada por los más pequeños de la casa. Ya llegan los Reyes de Oriente, cargados de regalos a lomos de sus camellos sedientos después de tantas y tantas horas de trabajo… Por eso, en ningún hogar se olvidan de colocar cuencos de agua para que los camellos beban, junto a los zapatos relucientes de los niños que han sido buenos. Y sino, ya se sabe lo que verán los niños malos al levantarse por la mañana… ¡un pedazo de carbón!

Pero el 6 de enero no sólo deja regalos, sino que nos anima a hacer el último esfuerzo en esta época de comilonas. Es la llegada del Roscón de Reyes. Puede tocarnos esperar largas colas, sobre todo si somos compradores de última hora o podemos tenerlo reservado en algún obrador de confianza. Los hay para todos los gustos, sin relleno, con nata, chocolate, trufa… Lo importante es tenerlo listo para merendar el día de Reyes, última tradición navideña antes de volver al día a día.

Y sin olvidarnos que el Roscón siempre mantiene la tensión hasta el final… ¿a quién le tocará este año la «suerte» de encontrar la figurita escondida en su interior?