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Los grafitis han sido, durante siglos, una forma de comunicarse y expresarse. El grafiti, cuyo nombre proviene del italiano “graffiato” (arañazo, rasguño), se originó en las antiguas Grecia y Roma, donde se realizaban tanto palabras e inscripciones sencillas en muros y vasijas, como dibujos y pinturas de gran complejidad.
El grafiti contemporáneo de los siglos XX y XXI viene acompañado de un estigma negativo y es generalmente considerado como vandalismo para pandilleros. Sin embargo, el trasfondo de este arte, y que poca gente conoce, es el trabajo de artistas independientes que trabajan en muros donde plasman ideas políticas y sociales que aúnan tanto un atractivo visual como la divulgación de un mensaje. Un ejemplo sería el trabajo de Banksy, un artista inglés que ha realizado algunas de las imágenes más icónicas en la historia del grafiti.
ROOSTERGNN ha hablado con varios artistas de Baltimore sobre sus trabajos y sobre cómo ejercitan su derecho a expresar sus ideas. Por encima de todo, el artista enfatiza su deseo de “utilizar el espacio público para crear un discurso social y un diálogo nacional”. Su trabajo pretende alentar a la gente a utilizar estos espacios para expresar sus ideas, en lugar de permitir a las compañías multinacionales usar este espacio para publicitar sus productos y marcas.
— Video de Clary Estes.