Resulta tentadora e interesante la invitación a realizar un tour virtual por Barcelona, una ciudad que despliega un universo propio histórico, artístico, monumental y cultural. La profusión de muestras de arte y sus propuestas de ocio, diurno y nocturno, convierten a la antigua Barcina en un enclave mediterráneo irresistible. Una buena idea es confeccionar unas gafas 3D caseras de manera sencilla, para luego disfrutar plenamente de las siguientes imágenes, representativas de la belleza de un panorama visual y sensorial mucho más extenso.

La ruta Gaudí

El concepto de Barcelona como ciudad está estrechamente ligado a la obra de Antoni Gaudí (1852 – 1926), arquitecto referente del modernismo catalán. Su máximo exponente es el Templo Expiatorio de La Sagrada Familia, una iglesia monumental comenzada a construir en 1882 y continuada por Gaudí desde el año siguiente, que permanece inacabada. Diversos arquitectos han continuado su construcción, ajustando su trabajo y la obtención de los fondos para hacerlo -el dinero proviene exclusivamente de las donaciones del pueblo- a la idea de Gaudí. Su emblemática fachada, que se eleva a las alturas, recibe el nombre «de la Vida, del Gozo y la Navidad», celebrando el nacimiento y la infancia de Jesús.

Vista del Templo desde la Plaza de la Sagrada Familia (Ver aquí)

Park Güell

Hacía casi medio siglo que las murallas de Barcelona se habían derribado, y la Barcelona de 1900 se mostraba como un núcleo urbano moderno y cosmopolita. El Art Nouveau ganaba terreno y, en el Park Güell, Gaudí llevó este estilo a una dimensión superior. El impactante Parc Güell fue un encargo del arquitecto Güell a Gaudí, el mismo caso de la Colonia Güell y del Palau Güell, sito en la calle Nou.

Escalinata del Dragón, que conduce a la sala Hipóstila (Ver aquí)

Vista de la Casa del Guarda (Ver aquí)

Casa Milà

Conocida como La Pedrera, porque su fisonomía se asemeja a una cantera a cielo abierto, la Casa Milà fue encargada a Gaudí para constituir la residencia del industrial Pere Milà i Camps y su esposa, Roser Segimon i Artells. Integraba pisos para alquilar, en un momento en que Barcelona se expandía y el Paseo de Gracia se convertía en el centro residencial burgués de moda. Su construcción se desarrolló entre 1906 y 1912, destacando como la cuarta y última de las edificaciones monumentales de Gaudí.

El Barrio Gótico.

Se encuentra en el corazón de la Ciutat Vella, y es el conjunto urbano más antiguo y hermoso de Barcelona. Está formado por callejuelas angostas dispuestas en laberintos, y por monumentos majestuosos como la Catedral de Santa Eulalia y la Plaza de Sant Jaume, comunicadas por el mítico Carrer del Bisbe Irurita (Ver aquí).

El Barrio Judío, la arteria comercial Portal de L’Angel, el Museo de la Historia de la Ciudad y el Museu Frederic Marés son otros puntos clave del barrio.

Estatuas orantes de dos caballeros sevillanos, Museu Frederic Marés (Ver aquí).

En plena avenida Diagonal aparece un soberbio castillo gótico, con cuatro torres, denominado la Casa de Les Punxes (las puntas). Es una propiedad privada cuyo predio y construcciones pertenecieron a las hermanas Terrades. Pertenece a la corriente del modernismo catalán.

Casa de Les Punxes (Ver aquí).

Santa María del Mar (Ver aquí) es una muestra del gótico catalán del siglo XIV, y por ello muestra la tradicional geometría medieval «ad quadratum». Fue consagrada el 15 de agosto de 1384 y sus piedras cuentan su historia nacida en el Montjuic, su traslado en barcos hasta el puerto y su viaje desde allí hasta el punto de construcción en las espaldas de los «bastaixos» o porteadores, que fueron los pescadores y obreros del lugar.

Espacios verdes de Barcelona, fuentes de oxígeno y relax.

Si bien existe multiplicidad de parques y zonas ajardinadas en Barcelona, merece especial mención el Parc del Laberint, situado en el distrito de Horta-Ginardó. Joan Desvalls, Marqués de Llupià i d’Alfarràs, encomendó su diseño en 1792 al ingeniero italiano Doménico Bagutti. El resultado fueron 55 hectáreas, algunas ajardinadas al estilo neoclásico y otras boscosas, que hoy es el parque más antiguo de Barcelona.

En la fotografía (Ver aquí) se aprecia la famosa puerta china, aunque resulta imprescindible, para apreciarlo en todo su esplendor, visitar el laberinto vegetal y la Torre Soberana, una antigua casa de campo que data del siglo XIV.

Estas fotografías despiertan, naturalmente, la avidez por conocer la ciudad de manera directa, pues su inmensa riqueza solo puede captarse palpando su esencia, descubriendo sus rincones ocultos y desentrañando in situ su verdadera simbología. Su red hotelera está bien preparada para recibir al turista, cualesquiera sean sus gustos y preferencias en alojamientos. Además, muchos de los hoteles y hostales en Barcelona están pensados para acoger todo tipo de viajeros y su variedad resulta tan espectacular como la diversidad de espacios de la ciudad.