Twitter ha ido creciendo en usuarios como la pólvora. Lo que empezó para muchos como una novedad sin demasiada importancia, ha terminado ocupando espacio en los principales telediarios españoles. Y todos aquellos que pensaron “no me voy a hacer una cuenta de Twitter, porque va a durar dos días” terminaron pasando por ser unos huevos y acostumbrándose a eso de los 140 caracteres. Pero si mi generación vivimos el boom de Internet y los chats, la hay que está viviendo el boom de las redes sociales y, entre estas, la empresa del pajarito azul aparece como líder global, especialmente por su repercusión.
Hay usuarios muy jóvenes y hablando de muchas cosas. Los hay compartiendo en el TimeLine sus inquietudes, planes y alegrías; y, los hay, siendo ya gracias a Internet lo que quieren ser y presentándose al mundo de esa manera: Jóvenes escritores, cantantes, Youtubers, críticos de series y cine, activistas por los derechos de los animales, críticos de televisión, apáticos con el mundo… Pero los que más ruido hacen, puede que por la sorpresa que nos provoca a usuarios más mayores, son los jóvenes (y muy jóvenes) que apoyan la cultura pop actual que se está generando en Estados Unidos. Esas beliebers, hasta arriba de efectos hormonales son capaces de colocar en los primeros puestos de la lista de los TrendicTopic globales a quienes ellos deciden.
Asumiendo que en las redes sociales existe cierto tipo de agenda, habría añadir que esta se encuentra completamente condicionada a sus pulgares y teclados. Curiosamente, sobre este tema podemos encontrarnos multitud de ejemplos diarios y, por coger uno, ayer fue TT durante la mayoría del día el hashtag #HappyBirthdayZoe: una joven Youtuber que cuenta con más de tres millones de seguidores cumplía años y hasta la MTV utilizaba su perfil, de la red social azul, para felicitarla. Y esta chica que no es nadie para muchos españoles por ejemplo, competía en numero de felicitaciones en la red social con la actual reina del pop, Lady Gaga. Pero esto no se queda aquí, ya que la misma persona es capaz de general casi mensualmente el cuádruple de actividad en sus seguidores con el hashtag #askZoella.
Si hace 10 años los muy jóvenes de entonces, entre los 13 a 17 años, nos sorprendíamos conociendo gente y locuras mediante chats. Los jóvenes de ahora se encuentran en igualdad de condiciones frente a grandes generadores de opinión como los medios de comunicación. Han cambiado las reglas de juego, tal vez porque vieron el filón de Twitter cuando no todos supieron verlo y llegaron a tiempo para formar una subcultura en la red. Subcultura de la que ahora tratan de beber medios de comunicación desde periódicos a cadenas televisivas, empresas de bebidas energéticas, empresas líderes en tecnología, productoras de cine, discográficas… Hasta un sin fin de empresas con ánimo de lucro que se han encontrado con un gran problema actual: no son capaces de llegar a la gente más joven si no utilizan las reglas comunicativas no escritas por ellos. Gatos, perros de patas cortas y regordetes, estilo kitsch hasta en la sopa, las bases de lo que parece una nueva cultura pop cocinada en la red están claras pero no son fáciles de utilizar por los gigantes económicos. Aunque de momento no tienen muchos problemas, a pesar de que sus Twitts salidos de despachos, gabinetes de comunicación y equipos de marketing, no cuentan con el apoyo que los Twitts generados por los llamados Twittstars,
no parece que esto influya en sus ventas. Lo cual nos dice no solo que haya una subcultura en la red tan activa como eficaz para crear ídolos, sino que además, está subcultura no compite, de momento, con la que solo existe en el mundo real. Habrá que esperar unos cuantos años para ver qué demonios significa estos nuevos medios de comunicación en potencia que suponen, especialmente, los usuarios más jóvenes de las redes sociales, para los medios de comunicación tradicionales. Aunque a la vistas de la rápida intención de incorporar las televisiones 3G en el mundo, queda claro que se trata de un tema que preocupa y mucho.
Los datos nos dicen que no nos engañemos. Puede que actores, presentadores, periodistas, políticos, grandes marcas populares, directores de cine y televisión, o, incluso, el Papa quieran subirse a las redes sociales, utilizarlas e incluso comprender su actividad y subcultura, pero lo que nos dicen los gigantescos datos de Twitter es que, en la mayoría de casos, su actividad es relegada a un segundo, tercer, cuarto, quinto, sexto o décimo plano. El pájaro azul está dominado por quién sabe seguir el ritmo y estilo a los más jóvenes, tal y como queda claro con el gráfico de más abajo, de los 10 perfiles más seguidos de la red social. Solo el político que se supone más poderoso del mundo, Barack Obama, se encuentra en la lista y es vencido por unos cuantos millones por los cantantes Katy Perry y Justin Bieber. Ni todos los usuarios periodistas de la red social son capaces de tener la misma influencia que jóvenes anónimos que no necesitan experiencia ni profesión para liderar subgrupos sociales que, no nos olvidemos, algún día poseerán todo aquello hasta donde alcanza la vista. Y si el futuro, sabemos, es suyo y ya solo su presente no sabemos entenderlo… ¿no será el momento de empezar a preguntarles? Bienvenido a un futuro en el que existe el periodismo digital y las crónicas de redes sociales.