Hacer deporte es recomendable y bueno para la salud, pero hace falta hacerlo con precaución, conocimiento y de la manera correcta puesto que sino, pueden aparecer las tan temidas lesiones.

Hoy vamos a hablar de las lesiones más frecuentes entre deportistas habituales o, entre principiantes en esto del deporte. Si padeceis y/o habéis padecido alguna de las siguientes, no os preocupéis, no es el fin del mundo. Lo que sí que deberíais hacer es replantear si estáis haciendo todas las pautas bien. Allá vamos con el repaso.

LA RODILLA DE CORREDOR

La rodilla de corredor se produce a causa de la sobrecarga en las articulaciones y puede afectar también a personas que no son corredores pero que realizan otras actividades donde la rodilla también está implicada como, por ejemplo, el ciclismo o el esquí.

En la rodilla se encuentra la junta de la rótula y el fémur. Cuando la rodilla está sana la rótula se desplaza sin ningún tipo de problema o molestia sobre el surco femoral. En las rodillas afectadas, al estirar o doblar la rodilla, la rótula no realiza el recorrido que debería sobre el surco femoral y produce dolor al presionar y desgastar el cartílago que se encuentra debajo.

Explicación gráfica de la rodilla de corredor | vía

Explicación gráfica de la rodilla de corredor | vía Medline Plus

Si al doblar o estirar la rodilla, al agacharnos, al caminar o al correr, al bajar escaleras o incluso al permanecer mucho tiempo sentados, sentimos dolor a ambos lados de la rodilla y observamos incluso hinchazón, es el momento de ir directamente al médico. Los riesgos de una rodilla de corredor no tratada son el continuo desgaste del cartílago que va bajo la rótula, con el consiguiente aumento de posibilidades de una artritis.

Las causas de la rodilla de corredor son varias: un golpe directo que haya podido mover la rótula de su lugar; un entrenamiento excesivo; una desalineación natural de la rótula; contracturación de los músculos de la pierna o, incluso, los pies planos.

El tratamiento y, sobre todo, la prevención son muy importantes: reposo absoluto, aplicar hielo y compresión (una venda elástica o tobillera) y colocar la rodilla en elevación. Los antiinflamatorios y los ejercicios de elongación y fortalecimiento son básicos, así como unas buenas zapatillas.

LESIONES EN EL TALÓN DE AQUILES

El talón de Aquiles es un tendón que conecta el músculo de la pantorrilla con el hueso del talón.

Localización e ilustración del tendón de Aquiles inflamado | vía Atletas.info

Localización e ilustración del tendón de Aquiles inflamado | vía Atletas.info

Los síntomas son dolor o sensibilidad extrema en la zona superior del talón o la pantorilla. A veces, también puede presentarse un aumento de temperatura en la zona. El dolor será más fuerte tras un período de reposo (por ejemplo al levantarse por las mañanas), disminuirá al comenzar el movimiento diario y volverá a empeorar si la actividad física se incrementa.

La causa, normalmente, es un repentino aumento de la actividad física y el consiguiente esfuerzo excesivo sobre el tendón de forma muy rápida (no le damos tiempo a prepararse para el esfuerzo, le lesionamos, le forzamos continuamente y el tendón no se puede autoreparar)

El tratamiento dependerá del grado de daño que ha sufrido el tendón. Si es una lesión reciente, bastará con la inmovilización, la aplicación de hielo y antiinflamatorios. Si la lesión es más grave se puede recurrir a remedios ortopédicos, tablillas nocturnas que ayudan a mantener la tensión del tendón mientras se duerme o terapias físicas (masajes, reeducación, terapias de ultrasonido). En el peor de los casos y si las soluciones ya nombradas no fueran suficientes para la recuperación, se recurre a la cirugía.

Prevención: ejercicios de fortalecimiento, estiramientos y el uso de los zapatos adecuados. .

DISTENSIÓN MUSCULAR

También conocida como “tirón”. Se produce cuando el músculo es sometido a un estiramiento exagerado y acaba por desgarrarse.

Las causas son una actividad física excesiva, un calentamiento previo inadecuado o una flexibilidad muscular deficiente.

Tratamiento para las distensiones musculares: reposo en altura y hielo | vía Scottsdale Healthcare

Tratamiento para las distensiones musculares: reposo en altura y hielo | vía Scottsdale Healthcare

El síntoma más claro es el dolor, así como la dificultad de mover el músculo lesionado. También pueden presentarse hematomas con el consiguiente cambio de color de la piel o hinchazones.

Para tratar una distensión muscular hay que guardar reposo durante al menos un día, tratar de mantener la zona dañada en alto y aplicar hielo (no directamente sobre la piel y de manera intermitente)

La prevención con un buen calentamiento previo al ejercicio físico es esencial para evitar este tipo de lesiones.

DOLOR A LO LARGO DEL HUESO DE LA CANILLA (TIBIA)

Lo que se llama comúnmente como “dolor en las espinillas”. El dolor puede aparecer en el centro o costados de la espinilla, de forma gradual o con una punzada súbita.

Las causas más típicas son la fractura del hueso por sobrecarga, la inflamación del tendón que recubre la zona o la inflamación del músculo (aumentando la presión alrededor y provocando el dolor)

El impacto repetitivo sobre el hueso de la espinilla en deportes como el atletismo, el fútbol o la danza, pueden provocar esta lesión.

Tratamiento: antiinflamatorios, masajes, vendajes y ejercicios de fortalecimiento. Es muy importante asegurarse de tener un calzado con la amortiguación necesaria, así como planear una actividad física correcta para nuestro cuerpo (si realizamos un entrenamiento continuo es necesario establecer días de pausa para dejar descansar los músculos)

ESGUINCE DE TOBILLO

Explicación de un esguince de tobillo | vía Fisioterapiablog.es

Explicación de un esguince de tobillo | vía Fisioterapiablog.es

Llamamos esguince de tobillo a la distensión o rotura de los ligamentos de la cara interna o externa del tobillo. Esta lesión se produce cuando el pie se desplaza (se tuerce) hacia dentro o hacia fuera de manera artificial. El dolor de un esguince es fuerte e incapacita bastante la actividad física. El tratamiento es muy importante para lograr una recuperación completa y evitar un problema crónico.

El esguince puede alcanzar tres grados, dependiendo de su gravedad: en el primer grado los ligamentos sufren una distensión, pero la hinchazón es mínima. En el segundo, los ligamentos se rompen parcialmente por lo que la hinchazón es inmediata y requiere más reposo. El tercer y último grado, es el más grave ya que los ligamentos se rompen completamente y requieren de un largo proceso de reposo (alrededor de ocho semanas) para recuperarse.

Tratamiento: en los primeros días es muy importante la aplicación de hielo, así como la de un vendaje y colocar el pie en alto. Es importante evitar la presión sobre la lesión, por lo que se recomienda el reposo absoluto o el uso de muletas. A pesar del reposo, es necesario que el pie mantenga la movilidad con movimientos circulares que ayudarán a evitar la rigidez y disminuir la inflamación.

La rehabilitación es una parte muy importante de los esguinces para ayudar a la recuperación completa del pie. Tu traumatólogo o fisioterapeuta puede recomendarte una tabla de ejercicios de fortalecimiento

Repetimos: un buen calentamiento y estiramiento al final del ejercicio físico  son esenciales para evitar no solo estas, sino todas las lesiones. El uso de la razón y la lógica y, sobre todo, el escuchar a nuestro propio cuerpo es básico para poder tener un buen entrenamiento sin acabar en la consulta del médico. Si estas comenzando en esto del deporte, establece unas buenas pautas desde el principio y sigue unos objetivos reales. El deporte no es sufrir, sino disfrutar.