La primavera, la sangre altera.. y nuestro sentido de la moda también. Parece ser algo innato a nosotros: es recibir dos rayos de sol primaverales y romper nuestra cordura invernal. Que sí, que estamos hartos de llevar abrigo, dos pares de calcetines y bufandas de lana de 4 metros pero, señores, un poco de coherencia.
Hoy hacemos un repaso a los crímenes estilísticos que la primavera y el calor traen consigo. Si te identificas con alguno no pasa nada, simplemente…¡deja de hacerlo!
Shorts, camiseta de tirantes y sandalias
Vamos a ver, población humana. Hace sol: sí. Puede incluso hacer un poquito de calor: también. Pero recordemos que estamos en el mes de ABRIL, no de agosto. En serio, ¿cuándo el termómetro marca los 40ºC que hacéis vosotros para paliar el calor? Porque de verdad, os estoy imaginando en modo nudista por la calle y me da hasta miedo pensarlo…
Sandalias+ calcetines
Esto es una derivación del anterior. Es decir, es el avanzado a su tiempo que, aunque le duela, es friolero en el alma y sufre de pies fríos.
Creo que es obvio pero la respuesta es NO. A menos que tengas 45 años y vengas de la Alemania profunda… no, de verdad, deja los calcetines para otro tipo de calzado.
Medias transparentes
Es el gran debate dentro del mundo de los fashionistas. ¿Medias de cristal sí o medias de cristal no? Bueno, yo soy del segundo grupo. Considero que o bien te pones un pantalón o una media tupida o bien esperas que llegue el tiempo donde realmente podrás lucir tus piernas sin necesidad de sustancias acrílicas de por medio. Me parece un espanto el brilli brilli que produce el sol al reflejar en las medias. Por la noche, todavía tienen un pase pero por el día… mil veces mejor unos vaqueros.
Leggins en colores claros y estridentes
No seré yo quien desprestigie a los leggins pues son una de las prendas más cómodas que existen. Pero tienen sus riesgos: unos leggins oscuros, bien combinados, pueden dar como resultado un look desenfadado y trendy. Por el contrario, unos leggins blancos acompañados de una camiseta corta, seguramente, tenga resultados nefastos para la persona que lo lleve.
Haced un favor al resto del mundo y a la intimidad de vuestra ropa interior harta de transparentarse: guardad los leggins blancos en el fondo de un cajón.
Combinaciones imposibles
El entretiempo es una temporada muy difícil para elegir modelito: por la mañana hace frío, por la tarde calor y por la noche vuelve a refrescar. Es complicado elegir qué ponerse pero, por favor, sed un poco consecuentes. El abrigo, con un vestido sin medias; el short con botas de pelo o UGG, el gorro de lana con la camiseta de manga corta… NO. En estos casos, es siempre mejor recurrir al “efecto cebolla” e ir tirando de capas que podamos quitarnos/poneros en función de la temperatura y siempre acorde con el resto del vestuario que llevemos puesto.
Manicuras y depilaciones perdidas en el largo invierno
La llegada del calor comprende, en sí misma, un re-descubrimiento del cuerpo humano. Tras meses en los que nos hemos escondido bajo jerseys, pantalones y botas, nuestro cuerpo sale a la luz (literalmente hablando). Que estemos más blancos que la tiza de una pizarra es casi inevitable (a menos que seamos aficionados a los autobronceadores), pero los pelos en piernas y axilas y las uñas de los pies tamaño garfio es, francamente, obligatorio de exterminar.
Este es un pequeño repaso a los atentados a la moda que podemos observar por las calles y las redes sociales. Son todos los que están pero, evidentemente, no están todos los que son.
Si esta mañana en tu vagón de metro has visualizado algún crimen estilístico y crees que merecería estar aquí dentro, ¡cuéntanoslo en Twitter mencionando a @ROOSTERGNN!