¿Aburrido en verano? ¿Sin saber que hacer en Madrid? ¿Sientes un inevitable impulso de buscar gangas o coleccionar cosas? Los mercadillos son tu solución. Veamos algunos que están en plena cresta de la ola en nuestra ciudad. Prepara la cartera, el ojo negociador y se estricto con tu presupuesto porque empezamos el viaje:
El mercadillo de Tetuán
En primer lugar aclaro que El Rastro no está contemplado en esta lista. Hay que ser un poco originales y El Rastro, aunque histórico, es conocido por todos los madrileños, incluso por los que no lo han pisado nunca.
El mercadillo de Tetuán es un sustituto muy digno . Se celebra todos los domingos en la Avenida de Asturias y, por ser famoso pero menos conocido, atrae a mucha menos gente. Entre sus casi 300 puestos tendremos tiempo y espacio para curiosear, comparar y regatear.
Podemos encontrar de todo, desde fruta y verduras hasta juegos antiguos para diferentes plataformas. Solo hay que saber buscar y moverse. ¿Lo negativo? Quizá Tetuán no nos pille lo suficientemente cerca, lo positivo es que después de El Rastro es el mayor mercadillo callejero de Madrid.
La Cámara Agraria
¿Eres de esos que le gusta pasear por los mercados de barrio pero todo le parece muy caro? ¿Te quejas siempre sobre que solo hay una pollería o una verdulería, y ponen los precios que quieren? Prepárate porque esta es tu parada obligada.
El “Día de mercado” de la Cámara Agraria se celebra todos los primeros sábados de cada mes. En ella ganaderos, agricultores y diversas empresas pequeñas de ambos sectores exponen sus productos. Es una ocasión inmejorable para tener calidad a precios competitivos.
No os cortéis en comparar y decirle a los tenderos que a cinco metros se vende lo mismo pero más barato, el regateo es consustancial a los mercadillos. ¿Lo negativo? Es en la Casa de Campo, muye lejos sí, pero los precios y la calidad lo merecen. Si de verdad te gusta tener sabor en tus comidas esta es una parada obligada
El mercadillo de Alcalá
El lector perspicaz se preguntará, ¿Por qué cuanto más nos alejamos de la capital mejor son los mercadillos? Las respuestas son varias: monopolio, buscar la falta de competencia, burocracia y seguramente porque el lobby de los distribuidores (como las grandes superficies) presiona para que no existan este tipo de eventos cerca de grandes concentraciones de gente.
Por eso nos movemos a Alcalá y a su “mercadillo de los lunes”, uno de los más grandes de la comunidad. Cierto, es en Alcalá de Henares, pero sus más de 280 puestos merecen la pena.
Encontramos desde verdulería hasta productos del hogar, pasando por muebles, juguetes, carnes… Casi todo puede buscarse aquí, y por ejemplo, amueblar tu salón te puede suponer un ahorro de hasta el 75%. Eso sí, el transporte es cosa tuya y allí se paga en metálico. De nuevo, el ahorro depende de tu capacidad de negociar, comparar y no tener miedo a ser un poco caradura. Muy recomendado para los buscadores de gangas.
El mercadillo de los hippies de Goya
Pongámosle una nota de color a la lista, no todos los mercadillos tienen que ser tradicionales, algunos tienen su propia identidad. El de Goya es uno de los mejores ejemplos.
En este mercadillo cubriremos necesidades algo más superficiales. Encontraremos puestos de ropa, joyería, bisutería y complementos, abiertos de lunes a sábados durante todo el día en el barrio de Salamanca.
Se respira un ambiente muy distendido en el mercadillo, aunque no hay que confiarse. Fijarse en la calidad de los materiales y el precio puramente objetivo nos ayudará a no distraernos por los vistosos acabados, que suelen acabar el precio. Serán “hippies”, pero no son tontos.
El mercadillo de Cuesta de Moyano
No todo son verduras, muebles o joyas. Existen mercadillos especializados en cultivar la mente y el de la cuesta de Moyano es uno de los mejores exponentes.
En una treintena de casetas podemos encontrar desde las novelas más banales hasta auténticas joyas de la literatura. En el mundillo de los libros todo es muy subjetivo, pero en general se sale con muy buen sabor de boca. Eso si, todo es de segunda mano y fijarse en la calidad de las encuadernaciones es una buena guía para saber si nos están timando o no con el precio.
Y ahora que conoces algunos de los mercadillos más curiosos y castizos de Madrid, no tienes excusa para dejar pasar la oportunidad. Puede encontrar auténticas gangas si sabes algunos trucos. Agárrate a tu presupuesto, no tengas miedo de comparar y sobre todo ten en cuenta que el tendero no es tu amigo, sino tu adversario.