16 de septiembre de 1960, Estados Unidos. Los candidatos a la presidencia, John F. Kennedy y Richard Nixon, se ven las caras en la televisión, y sus caras son vistas por, aproximadamente, 70 millones de espectadores. Todo un hito en la historia de la política que cambiaría el perfil del candidato para la posteridad. Frente a Nixon se alzó la fachada de un JFK maquillado y engalanado en traje oscuro, fachada que fue factor clave para el voto de multitud de indecisos. Hoy día asistimos a una nueva revolución en la forma de entender la política: las redes sociales.

Debate televisivo entre John F. Kennedy y Richard Nixon

26 de septiembre de 1960. El debate televisivo entre Nixon y Kennedy marcaría un antes y un después en la influencia de los medios de masa en el votante.

Las redes sociales, parte de la vida cotidiana de miles de jóvenes y no tan jóvenes, se han constituido en líderes de información en muy poco tiempo. A dia de hoy los adolescentes cuentan con todo un elenco de aplicaciones a través de las que pueden comunicarse con sus vecinos, ver su ego crecer a través de un eterno hábito de autoretratarse, y…formar su opinión crítica sobre las altas esferas.

En 1960 el debate televisado entre Kennedy y Nixon supuso una revolución en la forma de hacer política. Con el nuevo milenio asistimos a un nuevo cambio

Las cosas de palacio van despacio, se dice. Pero la comunicación vía redes sociales está acelerando el flujo de información hasta tal punto que los partidos políticos deberán de cuidar sus cuentas en redes sociales tanto como la presencia de los candidatos. La web no admite errores, y un chiste éticamente incorrecto o una imagen comprometida pueden convertirse en el talón de Aquiles de toda una formación política. Sonido, letra y voz se unen en un sólo click a través del contenido multimedia que surca la red, y la espontaneidad y la noticia del ahora se alzan como representantes de esta nueva forma de ver a los candidatos.

Con un formato minimalista y sencillo, el Twitter permite acceder a todo tipo de contenido multimedia, incluso en directo.

En 2010, un estudio de la Universidad de California publicado en la revista Nature confirmaba la importancia de las redes sociales y su influencia en la decisión de voto de los usuarios de la red. Pero, más allá, desvelaba que mucho más importancia que las propias cuentas de los partidos tenían los propios usuarios y su interacción con las publicaciones de figuras e instituciones públicas. El comentar, criticar, despreciar o aclamar un partido compartiéndolo en sus respectivos perfiles influía tanto en sus contactos como en los amigos de sus contactos. Toda una cadena de favores en la que el usuario pasa a convertirse en militante, y el significado de la publicación del partido de turno se ve reelaborado por el ciudadano.

A la hora del voto, mucha más importancia que las cuentas de los partidos en las redes sociales tiene la actividad de los usuarios en la red

Sin embargo, un factor destaca entre tantos, y es que se trata de un fenómeno principalmente generacional. Dado que el umbral de las personas formadas en las redes sociales a través de la cotidianeidad no pasa de la treintena de edad (y gran parte no llega a la mayoría de edad), se trata de un proceso cuyo fin no alcanza a la vista, no al menos hasta que pasen unos años y nuevos ciudadanos con derecho a voto puedan asistir a las urnas móvil en mano.

Sea como fuere, señores candidatos, asegúrense de tener un buen asesor informático, porque las redes sociales darán mucho que hablar. De momento, síguenos y participa:

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