En Nápoles hay tres obras de Michelangelo Merisi da Caravaggio. Tres obras de gran impacto emocional: el fondo negro y la luz que brilla a través de sus pinturas que hacen la escena viva, casi realista. Caravaggio escapó de Roma y llegó a Nápoles y esta etapa fue fundamental en su vida, que él tenía a menudo problemas de alcohol y económicos. En su vida regresó a Nápoles en dos ocasiones: en 1606 en los Quartieri Spagnoli y durante el último período de su existencia en 1609.
Pero volvamos a las tres obras que se conservan en Nápoles:
– La flagelación de Cristo
– Las siete obras de la Misericordia
– El martirio de Santa Úrsula
La flagelación de Cristo fue comisionada en 1607 por la familia Tommaso de Franchis, uno de los famosos magistrados, para adornar la capilla de la familia en la Basílica de San Domenico Maggiore. La obra costó unos 290 ducados y hoy se encuentra en el Museo Nacional de Capodimonte. En el cuadro vemos la luz que ilumina sólo la figura de Cristo, mientras que los otros personajes permanecen en las sombras.
Las siete obras de la Misericordia es un óleo sobre lienzo que fue construido entre 1606 a 1607 y comisionado por Luigi Carafa-Colonna para la Congregación de Pio Monte de la Misericordia. Carafa-Colonna fue la misma familia que recibió a Caravaggio después del asesinato en el Campo Marzio en Roma: el fue condenado a ser decapitado.
La obra presenta una calle napolitana y conta las características de los ciudadanos y no es casualidad si hoy està en la iglesia de Pio Monte de la Misericordia, en el centro histórico.
El martirio de Santa Ursula fue pintado en 1610 y es la última obra maestra de Caravaggio. La se encuentra en el Palazzo Zevallos Stigliano y fue encargado por Marcantonio Doria y en 1972 fue adquirida por el Banco Comercial Italiano.
Son tres obras maestras por las que vale la pena hacer un viaje a Nápoles y cada una representa una etapa importante de la vida y de la carrera de Michelangelo Merisi.
Por último, en el centro histórico cerca del Porto, fue reabierto recientemente la Taverna del Cerriglio, el restaurante donde Caravaggio iba a menudo y donde èl fue desfigurado en la noche del 24 de octubre 1609.