En el mundo actual cobra cada vez más fuerza el periodismo de declaraciones, aquel que no gira en torno a hechos, sino a las palabras de los personajes situados en la esfera pública. En este contexto, las entrevistas son algo esencial para lograr esas declaraciones que mueven el panorama mediático.
Elige al entrevistado
Hay dos opciones a la hora de elegir a la persona a la que vamos a entrevistar. Podemos escoger a alguien relevante, u optar por alguien menos conocido, pero que tenga algo importante de lo que hablar.
La primera opción tiene la ventaja de que el personaje en sí mismo captará la atención del público, pero tiene el inconveniente de que posiblemente no acepte ser entrevistado por nosotros.
La segunda opción puede ser por tanto la más factible y tendrá éxito si sabes enlazar la entrevista con la actualidad. Por ejemplo, si se cae un avión, se puede tratar de entrevistar al presidente del gobierno, pero puede ser más interesante entrevistar a alguien desconocido, pero experto en la materia.
Consigue titulares
Para captar la atención del público necesitarás un buen titular, ya sea una entrevista escrita o audiovisual para la web. Debes preparar tus preguntas buscando declaraciones que puedan ser colocadas en el titular, para lo cual tendrás que documentarte bien sobre el personaje y sobre el tema que abordaréis.
Es muy frecuente que los entrevistados se intenten escapar precisamente de las preguntas más interesantes, de modo que deberás saber insistir.
Mantente distante con el entrevistado
Un periodista debe ser neutro y guardarse para sí mismo sus simpatías y antipatías personales. No debes mostrarte agresivo con el entrevistado, pero tampoco debes darle la razón.
Esta segunda acción es con la que debes tener más cuidado, pues a veces podemos dar la razón a alguien de forma casi inconsciente, con pequeños gestos como sonreír o asentir con la cabeza. Cuida por tanto tu lenguaje corporal.
No pactes las preguntas
Lo bonito de una entrevista es precisamente que el entrevistado no sepa lo que le van a preguntar y pueda responder algo que se salga de lo “políticamente correcto”.
Sin embargo, sí se debe informar al entrevistado sobre el tema del que va a tratar la entrevista y no se debe hacer una “entrevista trampa”, es decir, comunicarle al entrevistado que la entrevista va a tratar de un tema y acabar tratando otro diferente.
Esto puede causar que el entrevistado no vuelva a concedernos una entrevista nunca más y posiblemente tampoco lo hagan otros posibles entrevistados.
También se debe ser respetuoso con el entrevistado si se va a maquetar la entrevista. No se deben descontextualizar sus palabras haciendo que parezca que ha dicho lo que no ha dicho.
Al acabar la entrevista no hagas un resumen
El entrevistado podría no estar de acuerdo con tu resumen, dando él su propio resumen. Esto supondría que el entrevistado te está desacreditando.
Evita cometer fallos técnicos
Puede parecer una tontería, pero realizar una entrevista cuesta mucho trabajo para que al final todo se estropee por pequeñas tonterías como que la cámara o grabadora se haya quedado sin batería en mitad de la entrevista.
Sobre todo debes asegurarte de que en el lugar elegido se escucha bien tu voz y la del entrevistado. Antes de comenzar la entrevista conviene hacer una prueba.