MADRID, ESPAÑA. Ubicado en la plaza de Santa Ana, el Teatro Español se mantiene resplandeciente a pesar de sus 430 años cumplidos el pasado mes de septiembre. La situación de este edificio forma parte del enclave del conocido Barrio de las Letras de Madrid, que debe su nombre a la intensa actividad literaria desarrollada a lo largo de los siglos XVI y XVII.

El Teatro Español, conocido hasta 1849 como el Teatro del Príncipe, constituye uno de los espacios teatrales más antiguos de la capital.

En sus orígenes el área que ocupa el teatro perteneció a la Cofradía de la Sagrada Pasión, establecida por Felipe II. Consistía entonces en un lugar de representación de comedias que posteriormente fue vendido al Ayuntamiento, entidad que hoy gestiona el teatro.

Desde su reconocimiento como Teatro Español el edificio ha experimentado una serie de mejoras tanto estructurales como artísticas. La nueva etapa se abrió con una representación de Casa con dos puertas mala es de guardar, de Calderón de la Barca, en abril de 1849.

Declarado en ruinas posteriormente, fue reconstruido por el arquitecto Román Guerrero a finales del siglo XIX bajo una estructura y fachada de estilo neoclásico que actualmente se conserva. En concreto, en enero de 1895 el Teatro Español estrenó El desdén, con el desdén, obra con la que reabrió sus puertas hacia una nueva era. Bien es cierto que, desde entonces, el edificio ha sufrido algún retoque pero la esencia que le caracteriza y con la que fue reconstruido aún se mantiene.

A lo largo de su historia, la gestión del teatro siempre ha supuesto un gran descontrol. Desde que fuese arredrado por el Ayuntamiento son varios los personajes que fueron autorizados para disponer de su propiedad. Entre ellos Jacinto Benavente, Manuel Catalina o el propio Román Guerrero.

Tras la Guerra Civil Española, el Teatro Español permaneció en manos del Ayuntamiento pasando a ser gestionado por el Estado. En aquella época varias compañías se convirtieron en concesionarios del edificio.

En 1940, nació el Consejo Nacional de Teatros que dividió el teatro en dos secciones con objeto de diferenciar el estilo de las obras que acogía, por un lado se situó el Teatro Nacional María Guerrero, y por otro el Teatro Nacional Español, dedicado a los autores clásicos y donde se estrenó ese año La Celestina de Fernando de Rojas.

El 19 de octubre de 1975, el Teatro sufrió un segundo incendio, el primero tuvo lugar en 1802. Cinco años más tarde volvió a abrir sus puertas con La dama de Alejandría, de Calderón de la Barca. A pesar de este tropiezo la reconstrucción del edificio no supuso cambios pronunciados en su estructura visual.

Actualmente la sala alberga una capacidad de 763 espectadores, frente a los 1200 de mediados del siglo XIX, y su gestión depende únicamente del Ayuntamiento de Madrid. Cuenta con cuatro salas, cada una de ellas alberga diversos tipos de espectáculos, propios de las distintas ramas artísticas: música, teatro, exposiciones… Este hecho convierte al Teatro Español en uno de los más completos de la capital, gracias a su gran oferta cultural.

TEATRO ESPAÑOL

C/Principe, 25 – Madrid (España)

Centralita: 91 360 14 80
Taquilla: 91 360 14 84

www.teatroespanol.es