ESPAÑA. Recientemente se han difundido los resultados del III Barómetro Europeo de la Empresa Familiar, estudio promovido por la filial española de la consultora KPMG y las asociaciones territoriales vinculadas al Instituto de la Empresa Familiar. Los datos que se extraen de esta encuesta, que mide semestralmente el nivel de confianza de propietarios y directivos de empresas familiares, revelan perspectivas alentadoras para el futuro de este tipo de compañías en nuestro país.

Así, un 64% de las firmas familiares tiene una visión optimista, respecto a su situación económica, para el primer semestre de 2015. Teniendo en cuenta que hace un año tan solo el 42% de las empresas encuestadas poseían una opinión favorable en este ámbito, podemos concluir que la confianza sobre la situación económica empresarial está aumentando. A pesar de esto, la cifra se sitúa por debajo de la media europea en esta cuestión (el porcentaje continental es del 71% de empresas que se muestran optimistas en relación al estado de su economía).

Junto a este dato de percepción, encontramos en el Barómetro cifras referidas a cuestiones más concretas como, por ejemplo, la de la facturación. Un 56% de las empresas familiares de España registró un aumentó de su facturación en los últimos seis meses (cifra que se contrapone al 26% de firmas que habían reconocido aumentar su facturación en el último semestre de 2013). Además, un 46% de empresas familiares de nuestro país aumentaron su plantilla entre julio y diciembre de 2014, diez puntos porcentuales más que en el último sondeo del Instituto de la Empresa Familiar (publicado en junio del año pasado).

Aumento de la presencia internacional

Otro indicador relevante y que referencia la senda de expansión que viven las firmas familiares de nuestro país tiene que ver con el aumento de la presencia internacional. Así, un 67% de las empresas familiares españolas ha incrementado su presencia internacional, frente al 50% de la media europea. En este sentido, un 62% de nuestras empresas ya vende en mercados exteriores y el 38% que no lo hace señala que es debido a que los productos o servicios que ofrecen no son exportables fuera del país.

Aún así, pesar de que la internacionalización gana cada vez más adeptos, del 76% de empresas familiares de España que están pensando en acometer nuevas inversiones para los próximos meses, un 43% prevé hacerlo en territorio nacional.

El futuro de la empresa familiar

Según recoge, además, el Barómetro “entre las cuestiones familiares que atañen a las empresas encuestadas, un 85% concede especial importancia a las buenas estructuras de gobierno corporativo”. Preparar el relevo generacional es muy importante, principalmente en las empresas familiares pyme, y parece que los titulares de estas compañías son conscientes de ello. Por este motivo, un 83% de los encuestados considera primordial “mantener el control del negocio dentro de la familia” y un 82% concede importancia a “la comunicación entre generaciones”. Junto a esto, un 79% manifiesta tener entre sus prioridades la cuestión de la “formación de un sucesor”.

Por lo tanto, las cifras y los datos hablan por sí mismos. A la vista de los resultados de esta encuesta nadie puede dudar de que, entre los principales retos que deben acometer las empresas familiares, la salida al exterior (con todo lo que ésta conlleva desde el punto de vista de planificación jurídico-tributaria de la internacionalización) y el proceso de relevo generacional son cuestiones clave.

Cuestiones que, a mi juicio, deben realizarse siendo generosos en la aplicación de esfuerzo, sacrificio, formación, mejora continua, calidad, rigor, profesionalidad, ahorro, inversión, compromiso y ética empresarial, junto a una dosis adecuada de ambición empresarial. Éstos son los valores que las empresas familiares deben transmitir a sus sucesores y sobre los que debe cimentarse cualquier iniciativa empresarial, tanto dentro como fuera de nuestro país.