Este artículo es el tercero de una serie en la que abordamos el mundo de la publicación literaria. Lee la segunda entrega aquí.

El objetivo final es conseguir que una editorial publique nuestra obra, pero las editoriales no acostumbran a prestar atención a los manuscritos que les envían los autores desconocidos.

Hay por ello que intentar primero contactar con una agencia, para que esta actúe de intermediaria con la editorial. En todas las facetas de esta vida es siempre conveniente tener un padrino.

El problema es que muchas veces con las agencias literarias pasa lo mismo que con las editoriales, están tan ocupadas en atender a los autores ya consagrados que no prestan atención a los escritores nóveles. Si entras en las páginas web de las distintas agencias verás que en muchas de ellas se indica que no aceptan manuscritos no solicitados.

Agencias a las que enviar la obra

Algunas de las que sí aceptan obras no solicitadas son MB, Agencia Meuccy, SalmaiaLit o mdm Agencia Literaria. Otras como la agencia Dospassos no aceptan de manera momentanea nuevos manuscritos no solicitados, pero conviene mirar de vez en cuando su página web, pues nadie sabe cuanto dura ese «de manera momentanea».

La propuesta editorial

Será muy raro que encuentres una agencia que quiera que le envíes directamente el manuscrito, lo normal será que primero te pidan que les envíes una propuesta editorial y, si les gusta, te pedirán la obra completa.

Una propuesta editorial suele contener las primeras páginas de la novela, una sinopsis, una biografía y una carta de presentación.

Sinopsis

Aquí es importante que tengas en cuenta que lo que te están pidiendo no es la típica sinopsis que aparece en la contraportada de los libros, en las que se explica brevemente la obra sin hacer spoiler.

Lo que la agencia o editorial te pide es que le cuentes la obra desde el comienzo hasta el final, haciendo cuantos más spoilers mejor. Lo normal es que te den un máximo de dos páginas, de modo que deberás centrarte en los puntos más fuertes de tu novela.

Biografía

Este será seguramente tu punto débil. Se valora mucho las obras que hayas publicado con anterioridad, obras que no existirán si esta es tu primera novela. Puedes poner los concursos que hayas ganado y los cursos literarios en los que hayas participado.

No solo es importante que demuestres que puedes escribir buenas obras, sino también que puedes promocionarlas. Es interesante por ello que, si colaboras con algún blog o tienes un amplio número de seguidores en redes sociales, lo menciones también.

  • Estudios y profesión

Por supuesto es importante que pongas también tus estudios y tu experiencia profesional, pues implican conocimientos y habilidades que pueden ser bastantes útiles en el mundo editorial.

Los periodistas, por ejemplo, tenemos una amplia cultura general y nuestras dotes de comunicación son muy útiles a la hora de promocionar nuestra obra, los historiadores disponen de conocimientos valiosos para enfrentarse a una novela histórica y los psicólogos pueden ser realmente buenos a la hora de comprender el mundo interno de los personajes…

La carta de presentación

Aquí tendrás que mencionar aspectos de la obra tales como su género o su número de páginas, pero sobre todo deberás decir a qué público va dirigida y cuales son sus parecidos y diferencias con obras que hayan tenido cierto éxito en el mercado literario.

  • Arriésgate

La carta de presentación es tu oportunidad de explicar porqué crees que tu obra se venderá. Ten en cuenta que en la biografía habrás perdido puntos, los cuales tendrás que recuperar en la carta de presentación, no te vale con hacer una buena carta de presentación, debes hacer una excelente carta de presentación, aunque ello implique asumir riesgos.

Si por ejemplo entiendes de Freud, a lo mejor se te ocurre hablar de tu novela basándote en los traumas infantiles y pulsiones sexuales de tus personajes. En ese caso puede que aquél al que se lo envíes piense que estás mal de la cabeza, pero te compensa más asumir ese riesgo que el de que tu obra pase inadvertida.

Estás jugando un partido de baloncesto en el que a falta de dos segundos pierdes de tres puntos. Tienes que jugarte un triple, aunque sea desde tu campo.

Este artículo es el tercero de una serie en la que abordamos el mundo de la publicación literaria. Lee la cuarta entrega aquí.