6 de agosto: El pasado seis de agosto Rusia vetó las importaciones de hortalizas, frutas, lácteos, carne y pescado de la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá, Australia y Noruega. Era el modo en que Putin respondía a las sanciones que estos países le habían impuesto en los sectores financiero, militar y estratégico el 28 de julio debido a sus actuaciones en la crisis con Ucrania. Aunque Rusia también habló de la posibilidad de prohibir vuelos y desarrollar medidas defensivas en industrias como la aeronáutica, lo cierto es que todas las represalias han caído sobre el sector agrícola, como denuncian las organizaciones de agricultores; además de sobre los propios ciudadanos rusos, que en ocasiones se ven privados de alimentos que están experimentando una gran subida de precios.

Según los datos de la Comisión Europea, las exportaciones de la UE llegaron a los 5.252 millones de euros en 2013. En el caso concreto de España, se calcula que perderá unos 337 millones debido al veto (el 1,8% de las ventas totales al exterior). Así, se constituye como el sexto país más afectado de la UE, detrás de Lituania, Polonia, Alemania, Países Bajos y Dinamarca. En concentro, las zonas más afectadas están siendo Valencia, Levante, Lleida, Murcia y sobre todo Andalucía.

● 13 de agosto: El ministro ruso, Arcadi Dvorkovich, habla de la posibilidad de importar piensos, semillas y alimentos para personas alérgicas y diabéticas. Esta medida, si bien es positiva para los agricultores españoles, no supone un descenso significativo en las pérdidas causadas por el veto a los demás productos.

● 18 de agosto: El primer movimiento de la Comisión Europea para compensar las pérdidas del sector es el anuncio de un paquete de medidas del que se podrían beneficiar todos los agricultores durante tres meses y medio. Entre ellas se incluyen la retirada de productos del mercado (destinados a fines benéficos) o la compensación por no recolectar o hacerlo antes de que los productos hayan madurado. En cuanto a la parte económica, se anunciaba una partida de 125 millones de euros reservada únicamente a los productos que no pueden almacenarse debido a que se cultivan todo el año (kiwi, tomate, manzana, zanahoria, coliflor, pimiento, pepino, champiñón, pera o uva de mesa). El objetivo de esta iniciativa era evitar la caída de los precios a causa del desequilibrio entre oferta y demanda.

Pero estas medidas se muestran altamente insuficientes teniendo en cuenta cifras como los entre 20 y 30 millones de pérdidas que registrará Aragón, o los 140 millones que según un estudio de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) perderá la agricultura de Valencia. Además, la Comisión solo dispone de 420 millones en total para 2014 (y 430 millones para 2015) como fondo de reserva para compensaciones.

● 28 de agosto: La Comisión Europea informa del desarrollo de nuevas ayudas, en concreto para el almacenamiento de mantequilla, leche en polvo y varios tipos de queso, con una duración de tres a siete meses. El pasado año, los países de la Unión Europea ingresaron un total de 2.300 millones de euros con las exportaciones de productos lácteos, mil millones de los cuales proceden únicamente del queso. El objetivo de estas medidas es impedir que surjan distorsiones en el mercado a causa de la bajada de precios, que ya se está viendo tanto en los países bálticos como en Finlandia. El coste de la ayuda se ha situado entre diez y veinte millones de euros.

● 29 de agosto: Se impulsa una nueva medida de apoyo, según declaraciones de Dacian Ciolos (comisario europeo de Agricultura), para la financiación de hasta el 75% del coste de la retirada del mercado de determinadas frutas y verduras perecederas. También se incluye su distribución gratuita.

● 5 de septiembre: La Comisión Europea anuncia, menos de un mes después de su impulso, que la adopción de las medidas se pospondrá hasta finales de mes. La suspensión se produce ante la sospecha de que las cifras enviadas por Polonia no sean realistas. Según Roger Waite, portavoz de Agricultura, algunos países habían realizado peticiones muy por encima de la media anual de exportaciones de toda la Unión Europea.
En este momento también se pospuso la conclusión acerca de la petición del Gobierno español de incluir en las ayudas los cítricos, granadas y caquis, alegando no disponer de todos los datos necesarios.

Desde COAG Andalucía (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos de Andalucía) se critica precisamente que se penalice a lugares como España por la sospecha o los errores o generados por otros países. Así, califican de «chapucera» la actuación de la Comisión y explican que «supuso un mazazo para los productores españoles al paralizar la retirada de producto, además de ser un caldo de cultivo perfecto para la especulación y el mayor hundimiento de los precios».

El sector lamenta, así, la suspensión de una ayuda que veía muy necesaria. Desde COAG explican que el veto ruso ha supuesto «la pérdida de clientes con expectativas de crecimiento, la presión de las cadenas europeas para bajar el precio en origen y el colapso del mercado interno en la UE». Esta caída ya se ha producido entre un 40 y 50% en el caso de las ciruelas, peras y manzanas. Por su parte, los melocotones y nectarinas, los productos más afectados por el veto, se situaron en agosto por debajo de los 0.20€/kg, según el Índice de Precios Origen-Destino de los alimentos (IPOD). Por su parte, la especulación de las cadenas de distribución ha llevado a un aumento en el precio de un 988% desde el campo a la mesa.

A pesar de todo ello, la Unión Europea ha afirmado que ya ha superado los fondos previstos para la promoción de los productos (sesenta millones en lugar de treinta) con el objetivo de incrementar las ventas en mercados de otros países. Así, sostiene que solo se crearán ayudas directas en el caso de que los precios sufran un gran descenso.

● 1 de septiembre – actualidad: La Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha vigilado 894 operaciones comerciales desde el pasado 1 de septiembre. Las inspecciones se han realizado en 183 empresas diferentes, localizadas en 28 provincias, ante la sospecha de incumplimiento de la Ley 12/2013, de Medidas para Mejorar el Funcionamiento de la Cadena Alimentaria. Hasta el momento se han realizado unas cien peticiones de información a las empresas, para posteriormente imponer las sanciones en aquellos casos que reflejen alguna infracción. Con esta medida se está realizando un análisis todo el proceso, desde los productores hasta los distribuidores y empresas de comercialización.

Tabla reparto agricultura

16 de septiembre: La Comisión Europea reanuda las ayudas a los agricultores de la mano de una nueva propuesta que marca límites en las cantidades de las exportaciones según productos y países. España es el país más beneficiado: 94.600 toneladas (el 25% de la UE) podrán adherirse a las campañas de cosecha en verde, retirada y «no cosecha», desde el 23 de septiembre hasta el 31 de diciembre como máximo.

Además, debido a la petición que había impulsado el Gobierno de España, la lista de productos susceptibles de recibir los apoyos se extiende con la entrada de los cítricos (a excepción del limón o el pomelo), quizá los más afectados por el veto ruso, y otras frutas y productos como peras, uvas de mesa, kiwis, ciruelas, manzanas, tomates, pimientos, zanahorias y pepinos. Esto ha supuesto la entrada de un presupuesto de 165 millones adicionales a los 125 propuestos en un principio. En cuanto a la col, el brécol, el champiñón y los frutos rojos, también están incluidos pero sin un cupo concreto asignado. A ellos podría destinarse, por tanto, la asignación extra de 3.000 toneladas de que cada Estado miembro puede disponer.
Las ayudas se otorgarán por orden de solicitud y la CE prevé, con el objetivo de aumentar el control, que cada quince días se realicen notificaciones ya no sobre operaciones notificadas como hasta ahora, sino sobre las operaciones ejecutadas.

COAG Andalucía sostiene que la nueva cantidad sigue sin ser suficiente porque no podrá compensar a todos los afectados, «ni por tiempo ni por cultivos». Además, consideran que se deberían incluir otras frutas y hortalizas, como el calabacín y la berenjena, y que la ayuda no debería finalizar en diciembre. También creen esencial que se tomen medidas encaminadas a «resolver la cuestión de la retroactividad para que las operaciones que se paralizaron por la suspensión de las ayudas no queden fuera de las mismas».

En la misma línea, desde AVA-ASAJA opinan que las ayudas son un ejercicio de buena voluntad pero que resultan insuficientes para solventar la gravedad del problema, puesto que «la cuantía no va a cubrir ni los costes de producción de la mayor parte de los productos». Atribuyen, así, una cierta pasividad a la Unión Europea, reclamando un mayor esfuerzo diplomático para buscar soluciones. Creen que se trata de algo prioritario ya que Rusia, con sus 200.000.000 de habitantes, debería ser un socio estratégico de primer orden en el mercado.

20 de octubre: Rusia da a conocer la ampliación del embargo a los productos de la UE al incluir las harinas animales, los despojos y las grasas de vacuno y aves. El motivo expuesto por la agencia veterinaria rusa ha sido el descubrimiento de sustancias nocivas en algunos de estos productos procedentes de seis Estados miembros.

Ante un contexto como este, y a pesar de que el veto ruso ocupa cada vez un espacio menor en los medios de comunicación, es necesario tener presente que la medida continúa haciendo estragos sobre el sector de la agricultura en España. Tanto es así que se espera que la uva, cuya recogida comenzó en septiembre, termine resultando uno de los frutos más afectados. De hecho, de acuerdo con el Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX), España se convirtió el pasado año en el principal exportador de concentrado de uva a Rusia. Entre julio de 2012 y mayo de 2013 se vendieron 4.000 toneladas, las mejores cifras hasta el momento.

En definitiva, nos encontramos, una vez más, ante un ejemplo de cómo el sector de la agricultura se convierte en la «cabeza de turco» de los asuntos políticos.