En el mercado de la cerveza había dos grandes compañías de diferente nacionalidad que hasta hace poco competían por el dominio del mercado a nivel global. Se tratan de SABMiller y AB InBev. Desde el dia 11, la primera, de distinción anglo-sudafricana ha pasado a estar controlada por la segunda, una compañía belgo-brasileña.
SABMiller ocupaba el segundo puesto en el mercado mundial de la cerveza, por detrás de su rival AB InBev. Puesto que ocupó desde 2008, cuando la entonces InBev compró por 52.000 millones de dólares Anheuser-Busch Companies, una compañía cervecera estadounidense, propietaria de la marca Budweiser. Tras la fusión, pasó a llamarse AB InBev y ocupó el primer puesto. Ademas de Budweiser, tiene entre sus productos Gatorade, Brahma, Corona y más de 200 marcas de bebidas que vende en países de todo el mundo.
Gracias a algunas fusiones, como la de Bavaria o Cerveza Isenbeck, SABMiller llegó a dominar el mercado en América Latina, Europa y África. Tras la operación, todas las marcas, muchas de ellas sudamericanas, pasan ahora a ser propiedad de la compañía belga. Una operación que se llevaba gestando desde octubre, tras varias ofertas realizadas por AB InBev.
El acuerdo alcanzado por ambas partes tiene un valor de 99.400 millones de euros. Si a ello se añade la compra de deuda de SABMiller, asciende por encima de los 110. 000 millones de euros, unos 62 euros por cada acción de la compañía británica. Se trata de una de las operaciones empresariales más importantes de la historia. El resultado de la fusión dará lugar a la nueva empresa Newco, cuya producción de cerveza será de 60.000 millones de litros por años. La futura gigante cervecera Newco controlará un tercio de la cerveza que se vende en todo el mundo.
SABMiller deberá vender el 58% de su participación en MillerCoors LLC a Molson Coors por un importe de 12.000 millones de euros, y así permitir los trámites finales de la operación, que se prevé que finalice por completo a principios de 2016. De esta forma, la compañía tomaría distancia de sus rivales en el mercado como Heineken, y pasaría a ser una de las compañías con mayor cotización del mundo, gracias al incremento de beneficios anuales.