[translations idioma=”EN” url=”https://archives.rgnn.org/2013/08/21/why-nordic-nations-lack-female-entrepreneurs”]
PAÍSES NÓRDICOS. Durante mucho tiempo, Finlandia y otros países escandinavos han sido pioneros en lo que respecta a la igualdad de género. Las mujeres se incoporaban antes al mercado laboral y conseguían alcanzar altos cargos políticos por méritos propios.
Sin embargo, Finlandia, Suecia, Dinamarca y Noruega no están a la cabeza si miramos el porcentaje de mujeres que llegan a lo más alto en la empresa privada. Según datos de Eurostat, la oficina de estadística de la Unión Europea, en Finlandia tan sólo el 18% de los ejecutivos del sector privado son mujeres.
En Suecia esta cifra es del 16% y en Dinamarca del 14%. Estos índices son considerablementebajos, teniendo en cuenta que la media de mujeres que trabajan en empresas privadas en la Unión Europea es del 25%. A modo de comparación, este porcentaje es del 37% en Polonia, del 40% en Letonia y del 46% en Lituania.
La razón principal es que en los países nórdicos escasean las mujeres con negocio propio. Esta situación no ha surgido por casualidad, si no como consecuencia de las políticas económicas allí instauradas. Históricamente, la aparición de un sector público estable ha jugado un papel importante en la incorporación de la mujer al mercado laboral. Una de las razones es que muchas mujeres han encontrado trabajo en este sector. Otra es que servicios públicos como las guarderías facilitan la combinación de trabajo y vida familiar. Sin embargo, a la larga, el éxito de las mujeres en sus carreras profesionales se ha visto obstaculizado precisamente porque su entrada al mercado laboral ha estado íntimamente ligada al crecimiento del sector público. Una gran parte de las mujeres nórdicas trabaja dentro del marco de los monopolios públicos, con pocas posibilidades de convertirse en líderes de empresas y con oportunidades limitadas en su profesión debido a la falta de competitividad.
Los economistas Magnus Henrekson y Mikael Stenkula han escrito una reseña científica titulada “¿Por qué hay tan pocas mujeres ejecutivas altos cargos en estados de bienestar igualitarios?” Mediante una comparación entre países anglosajones y del norte de Europa, los autores muestran que los países nórdicos son igualitarios en cuanto al género en muchos aspectos. Pero las sociedades nórdicas, además, tienen una falta de representación de mujeres en puestos importantes mayor que la existente en las sociedades anglosajonas, lo que está relacionado con las políticas del estado de bienestar.
De hecho, ya en 1998, La Organización Internacional del Trabajo publicó un informe titulado “Géneros y trabajos: Segregación sexual de los trabajos en el mundo”. En él se indicaba que un mercado laboral inusualmente segregado por género se había desarrollado en los países nórdicos, ya que muchas mujeres trabajaban en el sector público antes que en el privado. El informe concluía diciendo: “en lo que respecta a las diferencias entre países industrializados, varios estudios muestran que dentro de los países nórdicos, Suecia en particular, presenta las desigualdades más grandes”.
Los individuos tienden a crear empresas en los sectores en los que tienen experiencia previa. En Finlandia, por ejemplo el porcentaje de mujeres autónomas en el sector servicios es del 41%, mientras que en el de manufactura y construcción es del 12%. Esto no resulta demasiado sorprendente ya que habiendo un total de 560.000 trabajadores en manufactura y construcción, tan sólo 117.000 son mujeres. Sin embargo, hay 1.762.000 trabajadores en el sector servicios, incluyendo en los servicios públicos, de los cuales 1.032.000 son mujeres. Como consecuencia, las políticas destinadas a crear oportunidades para emprendedores en el sector servicios afectarán más a las mujeres emprendedoras que otras políticas relacionadas con el sector de la manufactura. Abrir el sector público a la competitividad privada no solo aumentará el éxito en la carrera profesional de las mujeres, como ha pasado recientemente en Suecia, si no que además creará más competencia, lo que beneficiará a muchas de las mujeres que trabajan en el sector público.
Este artículo está basado en un estudio de 2013 de Libera Think Tank titulado “El dilema de la igualdad, la falta de mujeres emprendedoras en los estados del bienestar Nórdicos.”
— Traducción: Pablo López.