COREA DEL NORTE. Para Winston Churchill, la Unión Soviética de Stalin era  “un acertijo envuelto en un misterio dentro de un enigma”. Esta afirmación es plenamente aplicable hoy en día a Corea del Norte y los recientes acontecimientos, que se han concretado con el dramático final en la ejecución el pasado 12 de diciembre del número 2 del régimen, el general Jang Song-Thaek, que es a su vez tío del actual líder Kim Jong-Un. Los medios de comunicación han informado ampliamente del hecho, al que han calificado de “purga” siguiendo la terminología de la época estalinista o de la China maoísta, poniendo en evidencia la crueldad del régimen.

En EEUU se afirma, en medios periodísticos, que informar en torno a Corea del Norte es como transmitir una final de la superbowl desde el parking del estadio donde se celebra. Nuestro símil de un Real Madrid-Barça desde el aparcamiento del Santiago Bernabeu o el Camp Nou.  De ahí la frase inicial de Churchill que da título a este artículo. Nos faltan, a los analistas, demasiadas informaciones contrastadas, detalles, conversaciones, documentos y hechos verificados para poder plantear futuribles, ni tan sólo conocer el presente. Sin embargo, si asumimos el pasado, una conclusión sí parece cierta: pese a la complejidad del régimen norcoreano y la situación interna que se vive en el país, ha mantenido una estabilidad de seguridad absoluta, se ha frenado cualquier escalada de enfrentamiento militar cuando este parecía inevitable (véase al respecto, el periodo enero-abril del 2013) y tampoco la juventud de su joven líder, al cual se vaticinaba escaso recorrido o si acaso, que quedaría en manos de la familia –Jang Song-Thaek era su tío, casado con la hermana de su padre, la cual por cierto es también general de cuatro estrellas-, no puede contrastarse en absoluto.

En las diversas ocasiones que he tenido ocasión de visitar personalmente Corea del Norte, incluso en los períodos de aparente mayor crisis internacional, no podía constatarse ningún indicio de inestabilidad interna visible. Es algo que cualquier viajero –que no turista- observador puede comprobar cuando se visita un país.  La seguridad interna se acreditaba absoluta, aspecto personal que no he tenido cuando he visitado Yemen, Túnez o Egipto en los últimos años.  En pleno enfrentamiento con el Sur, la visita a la frontera de Panmunjon era posible y ningún atisbo de peligro pude comprobar. Eso me lleva a concluir, como opinión, que valorar Corea del Norte en base a las escasas informaciones –casi siempre con origen en países occidentales y con intereses en la zona- y sin conocer profundamente la idiosincrasia norcoreana, es una tarea que lleva al absurdo.

Prueba de ello es que en un solo año, 2013, los analistas y medios de información han calificado a Kim Jong-Un de líder políticamente secuestrado por su tío a ser éste ejecutado por “traición”; se ha indicado que Jang Song-Thaek era un aperturista al mismo tiempo que se afirmaba que era una barrera para el cambio; que Corea del Norte era un miembro del Eje del Mal –incluido así por el Presidente Bush junto a Irak e Irán en el 2002, lista luego ampliada y de la que cayó Corea en el 2008 por decisión del Congreso de Estados Unidos- a ser un Estado que pese a todo mantiene relaciones diplomáticas con casi todos los países de la Unión Europea y representación en la ONU; que Kim Jong-Un es un joven líder aperturista que ha hecho frente a un golpe involucionista a que es un dirigente que no desea el cambio y ha acabado con el ala más liberal del régimen –todo ello esto afirmado en la semana del 9 al 15 de diciembre-; que el país es un fiel súbdito de China a ser un país no controlable por ella, dado que Jang Song-Thaek mantenía fluidas relaciones con el régimen de Pekín.

Ello, sin embargo, no debe impedir que se siga alerta sobre la evolución del país y la inestable situación en la península coreana, pero hay que recordar que, pese a todo y la aparente situación de enfrentamiento constante, Corea del Norte ha resistido cual plataforma petrolífera en una tormenta perfecta en pleno Mar del Norte y que Corea del Sur, con su modelo democrático y de economía de mercado y pese a sumar un ejército de más de 600.000 soldados, se ha encaramado al duodécimo país en el índice económico en el mundo y es la segunda o tercera potencia económica de Asia, tras China y Japón.

En resumen, Corea del Norte es al mismo tiempo un acertijo, un  misterio y un enigma, sin lugar a dudas aún en el 2013, pese a los poderosos medios de información e inteligencia que no existían cuando Churchill afirmó lo mismo en cuanto a la Unión Soviética de los años 50 del siglo XX.