SANYA, CHINA. Sanya es una ciudad china ubicada en la costa de la provincia de Hainan. Es considerada ‘‘la Hawaii Oriental’’ por varios motivos. Argumentos no le faltan.
Sanya es un paraíso tropical que hará las delicias de los visitantes con sus playas de arena blanca y sus aguas transparentes. Además, cuenta con paisajes que ni sacados del mejor de vuestros sueños. Su cálido clima os proveerá de agradables siestas bajo las palmeras, y su brisa fresca os animará a dar largos paseos en busca de los recónditos y hechizantes rincones que pueblan el lugar.
Uno de los mayores encantos de Sanya es que nunca sabes lo que te vas a encontrar. No sería de extrañar que en vuestras caminatas por la isla hallaseis rocas con grandes letras rojas inscritas en ellas, con significados que van desde ‘‘límite del cielo’’ hasta ‘’límite del mar’’, entre otros. A este respecto, decir que Sanya es también conocida como ‘‘el fin del cielo y el océano’’.
En los últimos años, la ciudad ha vivido un verdadero boom turístico. Actualmente, la industria de la Hostelería representa por sí sola el 42% del PIB de la provincia de Hainan, y se calcula que para 2020 esta cifra se incrementará hasta el 60%.
No os fiéis mucho de las apariencias. Sanya es una ciudad relativamente pequeña, pero tiene mucho que ofrecer. Para empezar, podréis realizar actividades náuticas como el surf, el esquí acuático, el buceo libre o la vela, entre otros. ¡Sanya tiene mucho que ofrecer para los amantes del deporte!
Por otra parte, Da Dong Hai, al ser la principal zona turística, tiene numerosas tiendas y restaurantes occidentales, pero si lo que queréis es conocer más de cerca la cultura local, esperad a la noche para visitar el mercado. Allí podréis comprar marisco fresco, degustar productos típicos del lugar o acudir a infinidad de tiendas que albergan artículos y curiosidades de todo tipo. ¡No dudéis en haceros con un souvenir! Finalmente, para los más ociosos, al lado del puerto se encuentra Times Costa, zona de bares y discotecas, donde podréis ir a bailar, pasar un buen rato y conocer gente.
En cuanto a costumbres, el taichí, o taijiquan, es una práctica habitual entre los habitantes de Sanya. De hecho, es una actividad muy popular en toda China. Comúnmente, el taichí se considera un arte marcial para la lucha cuerpo a cuerpo, pero en los últimos tiempos se asocia cada vez más a una práctica físico-espiritual, por ser una técnica de meditación muy beneficiosa para la salud.
En lo que a salud se refiere, Sanya figura entre los hábitats más saludables para el ser humano del planeta. Dicha reputación es avalada por una frondosa y bella vegetación que cubre la ciudad con sus grandes árboles y coloridas flores. Cabe mencionar que los lugareños conviven en armonía con la naturaleza que los rodea. Es más, sin ir más lejos, la Montaña de Nanshan acoge cada año la Ceremonia de la Longevidad, que no es otra cosa que un tributo que los nativos le rinden a la ‘madre’ tierra.
Asimismo, Sanya es el destino ideal para los más románticos. A saber que muchas parejas de enamorados chinas o extranjeras vienen hasta Tianya Haijiao para prometerse amor eterno. Es lo que se conoce como la Ceremonia Nupcial Internacional, y es que no hay mejor escenario para ello que éste, con las verdes montañas de fondo y el vasto océano azul a un lado.
En caso de que quisierais cambiar de aires y explorar nuevas zonas, la península de Luhuitou es una alternativa que os ofrecerá nuevas e inolvidables experiencias. Tan fácil como coger en el muelle de Sanya un barco que os deje en la orilla de Luhuitou. Sería recomendable que antes os pasarais por uno de los muchos salones de té que hay en las callejuelas del puerto para probar, entre otras bebidas, el café con sabor a coco.
Ya en Luhuitou, a los pies de la montaña, la bahía os permitirá disfrutar de la diversa flora y fauna de este maravilloso paraje: peces de colores, pepinos de mar, gusanos de mar, árboles de coral, ostras de mar, y más. ¡Incluso podréis probar los deliciosos cocos rojos típicos de Hainan!
Cerca de allí, en una colina cerca de la orilla, podréis encontrar una gran estatua de granito que rinde homenaje a una bonita historia de amor que tuvo lugar hace siglos. Según la leyenda, un joven cazador acorraló a un ciervo en el acantilado de coral de Sanya, siendo saltar al mar la única vía de escape para el animal. Justo cuando el cazador iba a disparar la flecha que lo mataría, el ciervo volvió la cabeza hacia su verdugo y se convirtió en una bella mujer. Los dos jóvenes se enamoraron y terminaron casándose. La península debe su nombre a esta historia, pues Luhuitou significa ‘‘el ciervo que gira la cabeza’’. En relación con esto, Luhuitou también es conocida como ‘‘la ciudad ciervo’’.
Recorriendo los caminos serpenteantes que invaden la península, también podréis toparos con lugares fascinantes y misteriosos que van desde pabellones construidos para escuchar el sonido de las olas y colinas en cuyos altos podréis admirar fantásticas vistas, hasta sitios como el cielo de las tortugas, el estanque inmortal y la Montaña de los Monos, entre otros.
Por el camino me he dejado virtudes como la grandeza de la estatua de 108 metros de Guan Yin que hay cerca del Templo de Nanshan, o el misticismo que irradian las características tumbas cilíndricas de los Hui que seguramente encontraréis en vuestra travesía por la isla, pero hay tantos tesoros por ver y misterios por desentrañar que es mejor dejar que el viajero forje su propia historia en estas tierras infestadas de magia y fantasía.