Todas las mujeres tenemos un par de zapatos preferidos en nuestro armario, que están ahí, esperando a ser elegidos para acompañarnos en nuestro día a día ¿Qué tendrán para hacernos sentir tan especiales? No sé, pero de lo que estoy segura es que desde pequeñas soñábamos con ellos. Cenicienta es la culpable de ello.

Gracias a sus «zapatitos» de cristal el príncipe pudo saber quién era y por ese motivo, pudo convertirse en princesa y abandonar su casa en la que estaba la malvada madrastra y sus horrorosas hijas que le hacían la vida imposible. La magia de esos zapatos hicieron que tuviera confianza en sí misma para lograr algo que nunca había imaginado. Sí, está claro que eso es sólo un cuento de hadas, pero ¿Por qué no nos puede suceder algo parecido a nosotras?

El diseñador Christian Louboutin afirma que el zapato es la varita mágica que conjura confianza, belleza y amor y eso Cenicienta lo supo muy bien en cuanto se los puso.

Simbólicamente los pies representan aquello que nos sostiene y los zapatos son el elemento sobre el que nos apoyamos, nuestra base, lo que nos permite movernos, tener confianza y tomar conciencia. Más que un accesorio es una prenda de vestir muy importante y capaz de hacernos sentirnos bien con nosotras mismas si elegimos los zapatos adecuados.

Puedes sentirte Cenicienta siempre que estés cómoda y a gusto con lo que lleves y más si son unos zapatos especiales para ti. Si éstos hablaran, estarían orgullosos de la función que ofrecen, de hacer que una mujer pueda adquirir confianza, valentía y superioridad y convertirse en lo que siempre ha soñado. Como afirmaba la diseñadora Coco Chanel: «Una mujer con un buen par de zapatos nunca es fea», así que si algún día te sientes mal, ponte los mejores zapatos que tengas y sal a comerte el mundo.

Conviértelos en tu mejor aliado para conseguir todo lo que te propongas ya que, desde luego pueden convertirse en tus mejores amigos si eliges los apropiados para cualquier situación. Todo saldrá bien si confías en ti misma.