Puedes leer la segunda parte aquí.

Los Estados Unidos en la Conferencia de Postdam (17 de julio al 2 de agosto de 1945).

Ese mes, los soviéticos también se anexaron los países Bálticos de Lituania, Estonia y Letonia. Desde agosto de 1939 a junio de 1941 (cuando Alemania rompió el pacto e invadió la Unión Soviética), las relaciones entre occidente y los soviéticos se deterioraron más aun cuando la Unión Soviética y Alemania implementaron una relación económica de gran escala mediante la cual, la Unión Soviética le enviaba a Alemania materias primas vitales tales como petróleo, caucho, manganeso y otros materiales a cambio de armas, maquinaria para fábricas y tecnología alemana.

A finales de 1940, los soviéticos también comenzaron conversaciones con Alemania sobre una posible incorporación al Eje, que culminaron en un intercambio de propuestas escritas, aunque nunca se terminó de acordar la incorporación de la Unión Soviética al Eje Durante la Segunda Guerra Mundial, Kim Philby espía encubierto de la NKVD soviética tuvo acceso a muy importante información de inteligencia del MI6 británico, y la pasó a los soviéticos.

El 22 de junio de 1941, Alemania rompió el pacto Molotov–Ribbentrop con la Operación Barbarroja, la invasión de la Unión Soviética a través de los territorios que ambos países se habían repartido con anterioridad. Stalin pasó de cooperar con Hitler a hacerlo con Churchill. Gran Bretaña y los soviéticos firmaron una alianza formal, pero Estados Unidos no se unió sino hasta después del ataque de Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941. Inmediatamente, hubo desacuerdos entre Polonia que era aliado de Gran Bretaña y la Unión Soviética. Los británicos y los polacos tenían fuertes sospechas que cuando Stalin había cooperado con Hitler había ordenado la ejecución de unos 2000 oficiales polacos prisioneros de guerra, en lo que posteriormente se denominó la masacre de Katyn. Aún a pesar de estas tensiones, los soviéticos y los aliados de occidente estaban obligados a cooperar. Estados Unidos envió grandes cantidades de material mediante el programa Préstamo y Arriendo a los soviéticos. Durante la guerra, ambos lados tuvieron desacuerdos sobre estrategia militar, especialmente en lo que respecta a abrir un segundo frente de guerra en el oeste de Europa.

Ya en julio de 1941, Stalin le solicitó a Gran Bretaña que invadiera el norte de Francia, sin embargo los ingleses no estaban preparados para realizar dicha tarea en ese momento. Lo cual finalmente ocurrió en el día D, el 6 de junio de 1944. A comienzos de 1944 el MI6 había revivido su Sección IX, su sección anti-soviética anterior a la guerra, y Philby fue destacado allí. Philby alertó a la NKVD sobre toda la inteligencia británica relacionada con los soviéticos, incluida la información que la OSS norteamericana había compartido con los ingleses sobre los soviéticos. Los soviéticos pensaban en esa época, y lo continuaron creyendo durante la Guerra Fría, que los británicos y los norteamericanos habían demorado intencionalmente la apertura del segundo frente contra Alemania de forma de intervenir solo a último minuto e influir de esta manera sobre los acuerdos de paz y así dominar Europa.

Algunos historiadores como John Lewis Gaddis no están de acuerdo con dicha postura, presentando información sobre temas militares y estratégicos que rodearon a la invasión en Normandía. Mientras, los soviéticos, experimentaban gran número de bajas, que ascendieron a veinte millones de muertos. De todas maneras, las percepciones soviéticas sobre Occidente y viceversa dejaron grandes tensiones y hostilidad subyacentes entre las potencias aliadas. Por su parte en 1944, para los aliados los soviéticos habían demorado de manera deliberada la ayuda al alzamiento de Varsovia del ejército de resistencia polaco contra los nazis. Los soviéticos no proveyeron suministros por el aire al Uprising, y durante bastante tiempo se negaron a permitir que los británicos y norteamericanos lanzaran suministros desde el aire.

En por lo menos una ocasión, un avión soviético derribó un avión de suministro de la RAF que entregaba suministros a los insurgentes polacos en Varsovia. George Orwell realizó una advertencia pública sobre las intenciones soviéticas en la postguerra. Una ‘guerra secreta’ tuvo lugar entre la AK apoyada por el SOE británico y los partisanos apoyados por la NKVD soviética. En estos enfrentamientos, el agente polaco de fuerzas especiales Maciej Kalenkiewicz que había sido entrenado por los británicos fue asesinado por los soviéticos. Los británicos y soviéticos también apoyaban a elementos de resistencia opuestos entre sí en Yugoslavia y Grecia. Además, ambos lados tenían ideas distintas sobre el establecimiento y mantenimiento de la seguridad al concluir la guerra.

Los norteamericanos tendían a considerar la seguridad en términos situacionales, suponiendo que, si se creaba un gran número de gobiernos y mercados similares al estilo norteamericano, los países podrían resolver sus diferencias de forma pacífica, mediante organizaciones internacionales. La clave de la visión norteamericana para la seguridad del mundo de la post guerra, estaba conformado sobre los principios establecidos en la Carta del Atlántico de 1941, en otras palabras, un sistema internacional liberal basado en el comercio libre y mercados abiertos. Esta visión requería reconstruir una Europa capitalista, con una Alemania saludable en su centro, que sirviera nuevamente como un polo de temas globales. Ello también demandará el liderazgo económico y político de Estados Unidos del mundo posguerra. Europa necesitaba la ayuda de Estados Unidos si es que iba a reconstruir su producción doméstica y financiar su comercio internacional. Estados Unidos era la única potencia del mundo que no estaba devastada económicamente por la guerra. Hacia el final de la guerra, producía casi el 50% de la producción de bienes industriales del mundo. Sin embargo los líderes soviéticos, tendían a considerar la seguridad en términos de espacio. Este razonamiento se encontraba condicionado por las experiencias históricas de Rusia, dada la frecuencia con la cual el país había sido invadido en los últimos 150 años. 

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