[translations idioma=”EN” url=”https://archives.rgnn.org/2014/03/31/the-true-crisis-behind-the-financial-crisis”]
GLOBAL.Que el mundo atravesando una crisis financiera, lo habrán notado casi todos. Mientras que las tasa de desempleo, las deudas y la inflación aumenta, los indices de mercado bajan – así como baja la confianza en nuestro sistema económico.
Y eso, con una buena razón, según Vinca Bigo, profesora de sociología en la Universidad de Cambridge. Recientemente publicó una investigación, en la que afirma que la crisis mundial no es simplemente financiera. Si uno mira a fondo, surge un problema mucho más preocupante: es el pensamiento económico que reclama por un cambio.
Pocos economistas fueron capaces de prever la crisis financiera mundial de 2007. El resultado: Un cóctel de confusión y de fuertes críticas en la profesión económica. Es esta actitud crítica que caracteriza a Bigo; no está confundida como los demás. Como experta en sociología, no se sorprende de que los modelos económicos han decepcionado al mundo.
Según la reciente investigación de Bigo, los modelos matemáticos en los que los economistas basan sus cálculos han resultado ser poco realistas. El enfoque en ciertos supuestos, como la racionalidad de las personas, lleva a un tipo de razonamiento que tiene poco que ver con la realidad. Bigo explica que los economistas tratan de capturar el comportamiento humano en modelos matemáticos de la misma manera que los físicos investigan los átomos.
“Pero los seres humanos y los institutos no funcionan como la gravedad. Son descuidados, imprevisibles e irracionales. Es cierto que hay un grupo de economistas que se centra en el lado humano de la conducta y la psicología, pero incluso estos economistas no pueden impedir que sus ideas acaben en modelos inútiles”, afirma.
Modelos matemáticos, según Bigo, sólo conducen a los prejuicios, ya que los economistas están atrapados en la mentalidad cultural que forma parte de su mundo. Bigo argumenta que las personas, las empresas y los mercados están sujetos a constantes cambios y no pueden ser capturados en los modelos estáticos. La adhesión a este tipo de modelos, dice Bigo, conduce a costosas decisiones de política basadas en suposiciones incorrectas.
Monocultivo Intelectual
La investigación de Bigo se suma a las críticas que se han expresado por muchos desde el comienzo de la crisis. Una voz particularmente crítica proviene de los estudiantes de economía de todo el mundo – como la Post-Crash Economic Society iniciado por los estudiantes de la Universidad de Manchester – que describen la forma en que se les enseña como un monocultivo intelectual, en el que formas alternativas de pensar están al margen, el empleo se considera más importante que el otorgamiento del conocimiento verdadero y en el que hay poco margen para la contextualización.
Ha-Joon Chang, top-economista y profesor de la Universidad de Cambridge, sostiene que “los estudiantes no están aún preparados para el mundo comercial. Pocos estudiantes saben lo que está pasando en China y cómo influye eso en la situación económica mundial”.
Ha- Joon Chang no es el único que critica a los estudiantes. Paul Krugman, ganador del Premio Nobel y profesor de la Universidad de Princeton, escribió en The New York Times en 2009: “Como yo lo veo, la profesión económica se extravió porque los economistas, como grupo, confundieron la belleza – envuelto con las matemáticas – por la verdad”.
Bendición disfrazada
Esto tiene que cambiar: algo que se acuerda por un número cada vez mayor a nivel mundial de las instituciones que se esfuerzan por un enfoque más realista de la economía. Sin embargo, Bigo percibe poco progreso en la profesión. “Nuestros hallazgos revelan un apego profundamente enraizado a los métodos de modelización matemática.” En lugar de darse cuenta de que estos modelos se deben tomar con una pizca de sal, los economistas tienden a mejorar los modelos existentes, explica Bigo. La lógica económica no ha cambiado: sigue girando en torno a las matemáticas. “Se está perdiendo una oportunidad para el pensamiento crítico y la transformación radical”, concluye Bigo .
La actual crisis será resuelta finalmente – tal como se han resuelto todas las crisis que ha atrevesado este mundo en el último siglo – pero futuras crisis son inevitables mientras que la lógica común de la economía no se revise. Es la misma naturaleza de la economía que pida una reconsideración profunda.
Sin embargo, Bigo no es totalmente negativa. Cuanto más larga sea la crisis actual dura, más economistas comienzan a reflexionar sobre su profesión y es más probable un cambio gradual, menciona ella. “La crisis puede ser una bendición disfrazada.”
— Nele Goutier