Benjamin BrennerMADRID, ESPAÑA. El mercado de Legazpi es un sitio lleno de cultura y buena gastronomía. Está situado en una pequeña avenida, en la calle Miguel Arredondo, que está al lado de calle Embajadores. Al entrar se percibe un olor a pescado crudo y las personas que muy sociablemente hablan, mientras preparan la cena. A pesar de la entrada impactante, dentro hay colores de frutas brillantes, sonrisas de vendedores y un buen humor. Hay un supermercado y la cadena de supermercados DIA enfrente, sin embargo la mayoría de personas escogen comprar la comida en el mercado de Legazpi para apoyar su mercado local—no es una cuestión de disponibilidad.
La Letra del Mercado. No tiene una presencia muy fuerte, pero dentro vive la cultura Española.
El buen humor de las personas que trabaja dentro del establecimiento es lo que atrae a todos sus clientes. A pesar de ser un barrio pobre, existe una esperanza en la cultura Madrileña y en sus supermercados nacionales como El Corte Ingles. El mercado les da a los vecinos la oportunidad de mantener la identidad propia de un barrio español, un sentimiento fuerte por parte de los ancianos que viven en el barrio. Los mercados de barrio como el de Legazpi no tiene una presencia muy fuerte, pero dentro vive la cultura Española.
Se vende carnes, pescado, frutas, verduras, frutos secos y otros artículos como relojes y productos de limpieza. Pero el valor del mercado lo aprecian personas que no van sólo para comprar comida, sino también para conversar con la gente del barrio, conocer y disfrutar de una forma tranquila. Los vendedores se hablan entre ellos y cuando les pides algún productos siempre quieren incluirte en su conversación. Algo que ocurre cada vez con menos frecuencia en otros barrios nuevos y por eso es muy importante que se salven los aspectos tradicionales más típicos de España.
Hay un movimiento social que intenta concienciar a los ciudadanos a la valoración de los productos y mercados nacionales. Cada vez más, los productos españoles compiten a nivel internacional con otras marcas. Es importante comprar los productos locales para mantener así la cultura y promover el empleo. La mayoría de las tiendas de los barrios están controlados por el gobierno a través de los impuestos.
Un informe que intenta explicar los problemas que enfrentan los mercados del barrio hoy en día dice, “el conjunto de los cambios sociales y tecnológicos, la aparición del autoservicio, los supermercados y los hipermercados, han generado la idea de que los Mercados Municipales son espacios comerciales, que son incapaces de adaptarse a las nuevas condiciones sociales y tecnológicas para dar una imagen atractiva a los consumidores.” Con la presencia de la UE y su intento por unir los mercados grandes, la presión está aumentando y no se les da la oportunidad para que se desarrollen. Por suerte, el informe explica que los mercados de la UE son diferentes que los locales y hay ventajas para los dos.
Como conclusión, el informe les aconseja a los establecimientos locales adaptarse a algunos cambios para mantener su presencia del mercado. Esos incluyen: El contacto directo con los clientes, capacidad de cambiar lo que vende con rapidez y un control de la gestión. Las ventajas tienen que estar tanto en la mente de los proveedores como en la de los vendedores. Si pueden explotar esas alternativas, las tiendas locales existirán siempre, pero la ignorancia a los cambios del mercado por lo general está amenazando su existencia.
Una conversación entre hombre y el vendedor del carne. No importa si él no va a comprar, todo el mundo se va para conocerles.