Álvaro Rivas MolinaSTUTTGART, ALEMANIA. La capital de la región de Baden Württemberg se vistió de gala el pasado martes, 11 de noviembre, para homenajear a Vicco von Bülow, más conocido como Loriot, el fantástico humorista alemán, inaugurando un monumento en su nombre. La ciudad quiso aprovechar la fecha en la que el actor hubiera cumplido 90 años, de no haber sido por su fallecimiento en 2011.
Columna levantada en memoria de Loriot | Jesús Lázaro
La relación de Loriot con la ciudad de Stuttgart es cercana. La columna levantada en su honor se encuentra en un lugar estratégico, no sólo por las inmejorables vistas de la ciudad que pueden apreciarse desde allí, sino por la cercanía de la casa donde se instaló con su familia en 1938. Fue allí donde dio sus primeros pasos en el mundo del teatro, antes de convertirse en un famoso personaje de televisión.
Vicco von Bülow perteneció a una antigua familia de alta nobleza germano-danesa. De hecho, el origen de su apodo “Loriot” se encuentra en el animal representativo del escudo familiar, un ave de plumaje dorado. Escudo que no podía faltar en este nuevo monumento. Sus aportaciones no sólo al teatro, sino también a la literatura, al cine o a la televisión alemana fueron capaces de cautivar a muchos seguidores, que hoy en día siguen sin olvidarse de él. Considerado como un filántropo por todos aquellos que le conocían, el humorista germano dejó un magnífico legado de frases célebres en el que entrelazaba sátiras e ironías de carácter sarcástico, siempre desde la tolerancia.
Vicco Von Bulow nació el 12 de noviembre de 1923 en Brandenburgo y murió el 22 de Agosto de 2011 | Jesús Lázaro
Una de las mayores peculiaridades de Loriot fue su amor incondicional al carlino, también conocido como pug, una raza de perro de origen chino, de pequeño tamaño, con cara arrugada y achatada. Tal fue su entusiasmo por ellos que decidió mencionarlos en una de sus obras más características; Möpse und Menschen: Eine Art Biographie (Carlinos y Personas: Una biografía de Arte). “Una vida sin carlinos es posible, pero no tiene sentido”, afirmaba el escritor alemán.
El monumento levantado en Stuttgart no ha sido el primero ni será el último homenaje para Vicco von Bülow en su país natal. En Bremen se construyó un sofá de bronce con un carlino sentado en medio, justo en la entrada principal del edificio de Radio Bremen. Fue precisamente allí donde alcanzó gran éxito a partir de 1970, siempre sentado en su sofá verde, desde donde hacía el programa. Hoy en día es uno de los lugares de la ciudad donde más fotos se hacen los turistas. Además, Brandenburgo, ciudad natal del humorista, ya está planificando una nueva forma de homenajearle.
Fueron bastantes personas las que se acercaron el pasado martes a la inauguración de la nueva columna de más de dos metros de altura en memoria de Loriot. Acompañados por varios carlinos, quienes fueron también protagonistas en la ceremonia. Nadie quiso perderse una nueva oportunidad de rendir homenaje a un genio de la literatura alemana, un rey del humor, por desgracia, ya caído, pero no destronado.