STUTTGART, ALEMANIA. El corazón de Europa. Así se podría describir Stuttgart en pocas palabras si atendemos a su centrada localización en el mapa europeo. Con más de 600.000 habitantes y siendo la capital de Baden-Württemberg, una de las regiones más extensas de Alemania, Stuttgart tiene el orgullo de ser la sede de dos de las empresas automovilísticas más importantes de la historia; Mercedes Benz y Porsche.Dos museos espectaculares, especialmente el de Mercedes Benz, son lugar de gran interés para miles de turistas que viajan cada año a la ciudad germana. No solo despierta gran interés entre el público las excelentes colecciones automovilística que puede aprecisarse, sino que además el precio de entrada normal para ambos Museos de es tan solo 8 euros, 4 euros la entrada reducida, y ambos están abiertos diariamente de 9 a 18 horas. De esta manera, el automóvil se convierte así en símbolo permanente de Stuttgart.
Como no podía ser de otra manera, la pasión y el orgullo que la ciudad siente por los coches puede apreciarse en su calle principal, Königstraße. Con más de un kilómetro de recorrido, es una de las travesías comerciales más transitadas e importantes de todo el país. Al estar en el centro de la ciudad, su localización es inmejorable. El tramo se inicia desde la estación principal de Stuttgart, una torre de más de 50 metros de altura que tiene la satisfacción de sostener un enorme símbolo de Mercedes Benz que gira sin descanso, a la vista de cualquier turista o ciudadano que alce la vista. Además, existe la posibilidad de subir gratuitamente a la parte más alta del edificio, siempre que el horario establecido de subida lo permita. La calle está continuamente llena de gente que la recorre con cierta prisa, mientras escuchan de fondo con casi total seguridad el sonido de algún instrumento proveniente de una persona que busca ganarse unas monedas. Varios centros comerciales y muchas cadenas de tiendas, como H&M, Zara, New Yorker o Starbucks están representadas, incluso alguna en más de una ocasión. En el centro de Königstraße se encuentra Schlossplatz, la plaza más grande y seguramente más reconocida de todo Stuttgart. Los jardines, fuentes y monumentos fortalecen la belleza de esta parte de la ciudad.
La noche de Stuttgart tiene un encanto difícil de apreciar en cierta medida. Existen muchos sitios en el centro donde beber, bailar y divertirse, algunos de ellos con entrada gratuita. El problema reside en la compañía, y en algunos casos, en la nacionalidad. Un plan nocturno que cuente con varios extranjeros en el que todos o la gran mayoría sean de género masculino tiene, desgraciadamente, poco futuro en Stuttgart. Sobre todo en bares como La Hacienda, en el centro de la ciudad, curiosamente de origen hispano. De cualquier manera, al final siempre se puede acabar en uno de los sitios más solicitados de la ciudad, el Matahari. Relativamente cerca de Königstrasse y con la peculiaridad de ser un bar por el que se puede acceder desde dos calles distintas, el Matahari se llena de gente cada fin de semana, al menos hasta las 3 de la mañana, cuando cierra sus puertas. El club Schocken o el Kap Tormentoso, de entrada gratuita, también son muy recomendados, dependiendo del estilo de música que le guste a cada uno. Al final de la noche siempre se tiene la opción de ir al Keller Club, uno de los lugares que más tarde cierra sus puertas, entre las 5 y las 6 de la mañana, dependiendo del día. Según se va acabando la noche la entrada ya es gratuita, y para muchos es la manera de continuar la noche. Por otro lado, si lo primero que se viene a la cabeza a esas horas de la madrugada es la comida, Stuttgart tiene muchas soluciones. Kebabs, comida china e incluso Mcdonald’s 24 horas se pueden encontrar en cualquier calle del centro a todos los precios posibles.
Una de las peculiaridades de Stuttgart reside en su fisionomía. El centro de la ciudad se encuentra en medio de un valle, protegido del frío de los alrededores, donde suele existir una temperatura de entre dos y cuatro grados de diferencia respecto al centro. Además, la localización de la ciudad la convierte en la puerta principal de una de las maravillas naturales más importantes de Alemania; La Selva Negra.
Stuttgart es una ciudad tan completa como sencilla. A pesar de su importancia, el casco urbano no supone un problema al turista para orientarse rápidamente. La facilidad que ofrecen los transportes al ciudadano es admirable. Autobuses, Sbahn y Ubahn (equivalente al tren de cercanías y metro) llegan a cualquier punto de la ciudad con gran flexibilidad de horarios, convirtiéndose gran parte del año en servicio 24 horas durante los fines de semana y festivos.
En cuanto a las instalaciones más importantes, aparte de los museos ya mencionados, destaca la Universidad de Stuttgart, que acoge cada año cientos de alumnos extranjeros y es especialmente reconocida en el sector de ingeniería. Además, son de gran relevancia nacional e internacional la Galería Nacional de Stuttgart, la preciosa Iglesia de Feuersee, la Ópera Nacional de Stuttgart o la Torre de Televisión, caracterizada por ser la primera construida con hormigón, convirtiéndose así en el modelo a seguir, y desde la que existen unas vistas inmejorables al alcance del ciudadano. Por último, es importante destacar el Parque Wilhelma, que tiene la peculiaridad de ser el único de Alemania capaz de ofrecer al visitante un zoológico y un jardín botánico al mismo tiempo, convirtiéndolo de esta manera en uno de los parques más bonitos de Europa. El coste de la entrada de adulto está fijada en 14 euros, mientras que la tarifa de niño y estudiante es de la mitad.
Sin duda, Stuttgart, sexta ciudad más extensa de Alemania, satisface todas las necesidades del visitante. Sin ser una ciudad espectacular, la familiaridad que ofrece al turista y al ciudadano garantiza una estancia cómoda y reconfortante.