Los Estados Unidos en la Conferencia de Postdam (17 de julio al 2 de agosto de 1945) 

Existe un amplio consenso en que los orígenes de la Guerra Fría se encuentran estrecha y directamente ligados con las relaciones entre la Unión Soviética y los aliados (Estados Unidos, Reino Unido y Francia) entre los años 1945 a 1947. Estos eventos condujeron a la Guerra Fría que se extendió durante poco menos de medio siglo. Los eventos que precedieron la Segunda Guerra Mundial, y aún la Revolución de 1917, configuraron tensiones previas a la Segunda Guerra Mundial entre la Unión Soviética, los países del oeste de Europa y los Estados Unidos. Una serie de eventos durante y luego de la Segunda Guerra Mundial exacerbaron las tensiones, incluido el pacto soviético-alemán durante los dos primeros años de la guerra dando lugar a invasiones, la demora en la invasión anfibia de la Europa ocupada por los alemanes, el apoyo por parte de los aliados occidentales a la Carta del Atlántico, los desacuerdos en las conferencias de guerra sobre la suerte de Europa del este, la creación por parte de los soviéticos del Bloque del Este de países satélites soviéticos, los aliados occidentales diagramando el Plan Morgenthau para apoyar la reconstrucción de la industria alemana, y el Plan Marshall.

La Guerra Fría comenzó poco tiempo después de terminar la Segunda Guerra Mundial, el conflicto más destructivo en la historia del planeta. Los Aliados incluidos Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y la Unión Soviética derrotaron a las potencias del Eje: Alemania, Japón e Italia. Varios millones de personas murieron en la guerra y el conflicto expuso los extremos del salvajismo humano.

Los EE.UU. llegaron a Postdam con sus ideas puras de lo que la diplomacia debía ser después de una devastadora guerra, traían los principios wilsonianos, las Cuatro Policías de FDR y la desaparición de las esferas de interés. La conferencia tenía un largo orden del día donde, intentado evitar entrar en los detalles más bajos que ahogaron la Conferencia de Versalles, había una enorme cantidad de puntos concretos que los tres estadistas, Truman, Churchill y Stalin, tenían que resolver, tales como las indemnizaciones o la situación final de distintos países del Eje y asociados. Cada uno de los puntos del orden del día se empezó a encontrar dificultades.

Polonia quedaba bajo influencia soviética a pesar de las presiones norteamericanas e inglesas. Stalin no había cumplido los acuerdos de Yalta y Teherán en su expansión del comunismo, ahora exigía 20.000 millones de dólares a Alemania como compensación, a lo que se opusieron los EE.UU. y el Reino Unido. Los despropósitos se sucedían uno tras otro, además Churchill fue sustituido por Attlee tras unas elecciones generales que tuvieron lugar durante la conferencia. En todo caso, algunos acuerdos tuvieron lugar como el establecimiento de un mecanismo cuatripartito que trataría las cuestiones alemanas, que las indemnizaciones, a propuesta de Truman, se obtuvieran cada potencia de sus zonas de ocupación. La mentalidad de Stalin hubiera necesitado una posición dura, de Realpolitik, por parte de la diplomacia norteamericana, a quien Stalin consideró débil y a la que desvió de sus objetivos con exigencias basadas en puros faroles, dada la situación real de la URSS.

Stalin sólo estaba respaldado por sus miles de soldados cansados y mal equipados que ocupaban la Europa central. En todo caso, la dura posición de Stalin ante los EE.UU., a sabiendas de que éstos tenían la bomba atómica, se basaba en la seguridad de que los EE.UU. no estaban por iniciar ningún conflicto militar ni por utilizar el arma nuclear en Europa. Esta seguridad de la actitud de los EE.UU. ante un desafío de la URSS dio lugar al bloqueo de Berlín. Postdam fue el comienzo real de la Guerra Fría, de la separación de Europa, del Mundo en dos esferas de influencia, justamente se cumplían las peores pesadillas de los norteamericanos en cuanto a su política exterior. Contrario a sus principios los EE.UU. se vieron envueltos en la política internacional de esferas de poder/interés/influencia. En la Primera Guerra Mundial, Estados Unidos, Gran Bretaña y Rusia fueron aliados durante siete meses, desde abril de 1917 hasta que los bolcheviques tomaron el poder en Rusia en noviembre. En 1918, los bolcheviques negociaron un acuerdo de paz separado con las potencias centrales en el Tratado de Brest-Litovsk. Esta paz acordada por separado contribuyo a que los norteamericanos desconfiaran de los soviéticos, ya que dejaba a los aliados occidentales que continuaran peleando solos contra las potencias centrales.

Debido a la revolución bolchevique de 1917 en Rusia seguido de su retiro de la Primera Guerra Mundial, la Rusia soviética se encontró aislada en el campo de la diplomacia internacional. El líder de la revolución comunista Vladimir Lenin expreso que la Unión Soviética se encontraba rodeada por una «rueda capitalista hostil» y consideraba a la diplomacia un arma para mantener divididos a los enemigos de Rusia, comenzando con la creación del Comintern soviético, que propugnaba los alzamientos revolucionarios en el extranjero. Las tensiones entre Rusia (incluidos sus aliados) y el Oeste adquirieron una fuerte connotación ideológica. La llegada de tropas norteamericanas a Rusia en 1918, que se involucraron prestando asistencia a los blancos anti-bolcheviques en la Guerra Civil Rusa ayudó a fomentar las sospechas de los líderes soviéticos sobre el mundo capitalista. Este fue el primer evento que tornó a las relaciones ruso-norteamericanas en un tema importante y de largo alcance, para los líderes de cada país. Luego de ganar la guerra civil, los bolcheviques proclamaron un desafío a nivel mundial al capitalismo Al respecto Joseph Stalin el líder soviético, que consideraba a la Unión Soviética una «isla socialista«, expresó que la Unión Soviética debe trabajar para que «el actual cerco capitalista sea reemplazado por un cerco socialista”.

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