La II Cumbre de Mujeres Juristas, celebrada durante los días 24 y 25 de octubre en el Ilustre Colegio de Abogados de Madrid, comenzaba haciendo un balance de la evolución de la situación de las mujeres respecto a la edición del pasado año. La principal conclusión fue que no solo no se ha producido un avance, sino que podemos hablar incluso de un retroceso. Las trabajadoras siguen teniendo en muchos casos un sueldo menor a los hombres que ostentan su mismo cargo. De igual modo, no hay un mayor número de ministras, y siguen siendo escasas las mujeres que ostentan cargos de responsabilidad, no solo en la política sino también en el sector privado. Además, se recordó el caso de la trata, el polémico ofrecimiento a las empleadas de Apple y Facebook de congelar sus óvulos o el hecho de que, desde 1968, han sido 3.268 las víctimas mortales de la violencia de género.

Así, se explicó que, aunque hablamos de derechos humanos, y al igual que en el mito de Penélope, por un lado avanzamos pero por el otro no se produce la aplicación efectiva de la norma. En este sentido, no se debe cambiar solo la legislatura sino también la mentalidad tanto de hombres como de mujeres, de forma que sea posible modificar la estructura y, en definitiva, una sociedad donde sigue existiendo la desigualdad.

En la presentación de la cumbre, a cargo de Sonia Gumpert (Decana del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid) y Ana Mª Pérez del Campo (Presidenta de la Federación de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas), se desarrolló también un homenaje a la figura de María Telo, una gran jurista que luchó durante toda su vida «por que las mujeres pudiesen compartir el poder y la responsabilidad de la sociedad con los hombres». Su papel fue muy destacado, por ejemplo, en la creación de la Ley del 2 de mayo de 1995, sobre la «Situación jurídica de la Mujer Casada y los Derechos y Deberes de los cónyuges».

La primera mesa redonda, titulada «La mujer en la política», estuvo moderada por Soledad Gallego-Díaz, de El País, y contó con la presencia de Beatriz Corredor Sierra (ex ministra de Vivienda), Elena González Moñux (vice consejera de Justicia de la Comunidad de Madrid) y Ana Mª Ruiz Tagle (abogada y diputada constituyente).

A pesar de que seis de cada diez nuevos jueces son mujeres, datos como la escasa presencia femenina en las Audiencias Provinciales o el Tribunal Supremo dejaron ver en esta conferencia la gran desigualdad de oportunidades que sufren las mujeres. Lo mismo ocurre en el caso de la dirección de los periódicos, los sindicatos, el mundo empresarial o los partidos políticos.

Precisamente respecto a la política, González Moñux destacó la importancia de la presencia femenina para tener influencia directa en la modificación de leyes; y para constituirse, gracias a su especial transcendencia, en referentes para el avance del resto de mujeres en sus distintos ámbitos sociales y laborales.

Para fomentar dicha presencia, la vice consejera de Justicia considera más eficaces las políticas de igualdad que la discriminación positiva. Así, reclamó una «igualdad real», frente a la «política de escaparate».

Beatriz Corredor, por su parte, defendió la política de cuotas, afirmando que en otros países se ha demostrado que aumenta la presencia pública.

La ex ministra de Vivienda también se hizo eco de importantes datos que dan testimonio de hasta qué punto es largo el camino que nos queda hacia la igualdad real, incluso en el ámbito internacional. Solo tres de cada cien grandes empresas de toda la Unión Europea tienen a una mujer como consejera delegada, y nueve es el total de mujeres que son jefas de Estado. De acuerdo con la ONU, esto se debe a problemas estructurales relativos a leyes discriminatorias, así como a las brechas relativas a las capacidades: su acceso a la educación o la sanidad es más difícil que en el caso de los hombres.

En definitiva, en la primera mesa redonda de esta cumbre se hizo hincapié en el gran retroceso de nuestra sociedad en materia de derechos de las mujeres, y en cómo esto exige el esfuerzo tanto del ámbito legislativo como de los españoles y españolas. Esto permitirá un futuro en el que comentarios como los ejemplos de las ponentes «¿y tu padre dónde está?» o «si la maltratan es porque quiere» no se vuelvan a escuchar en nuestras calles.

La II Cumbre de Mujeres Juristas ha sido patrocinada por el Bando Sabadell y se ha completado con mesas redondas relativas a la figura de la mujer en el mundo económico y financiero, en la abogacía de España y Europa y en el ámbito académico, y por último con un espacio sobre «las mujeres juristas como defensoras de mujeres vulnerables y de los derechos humanos de las mujeres y las niñas».