LA BATALLA DE NORMANDIA (LA INVASIÓN DE EUROPA-EL ASALTO A LAS PLAYAS DE FRANCIA) VI PARTE
EL CANAL DE CAEN
El puente Pegasus sobre el río Orne fue capturado por tres pelotones (el 1er, 2º, y 4º ) (unos 80 hombres) más 2 pelotones de la Compañía B, un destacamento de 30 zapadores y un ala del Regimiento de Pilotos de Planeadores, esta fuerza llego al puente en 6 planeadores Horsa. Estos hombres formaban parte de la Compañía D, 2º Batallón, 2º Regimiento de Infantería Ligera de los Oxfordshire y Buckinghemshire (Ox and Bucks Lihgt Infantery), integrada en la Brigada de Desembarco Aéreo de la 6ª División Aerotransportada británica lanzada sobre el río Orne. El mando de las tropas asaltantes lo ostentaba el mayor John Howard, que tenía que tomar el puente y mantenerlo hasta la llegada de la brigada de comandos de Lord Lovat). Howard no tendría ningún apoyo, una vez llegado al puente, estaría solo hasta la llegada de las fuerzas de relevo a manos de los paracaidistas de la 6 División Aerotransportada, concretamente de la 5º Brigada Paracaidista, y en especial del 7º Batallón, que aterrizaron sobre las zonas de lanzamiento (DZ) situado entre el río Orne y el río Dives a las 00.50 hrs.
El comandante de la guarnición alemana en el puente del río Orne, en nombre clave “Puente Pegasus”, era el mayor Hans Schmidt. Estaba al mando de una compañía incompleta del 736 Regimiento de Granaderos, perteneciente a la 716º División de Infantería. Esta división era bastante mediocre y estaba mal equipada, era una división estática compuesta por una mezcla heterogénea de polacos, rusos, franceses y demás reclutas. Cuando los hombres de Howard atacaron el puente, un soldado alemán salió de su garita gritando: “paracaidistas, paracaidistas”, disparo su pistola de señales alertando a la guarnición y el teniente Brotheridge, que fue uno de los primeros en llegar al puente le disparo. Acababa de morir el primer alemán en defensa de la Fortaleza europea de Hitler. Brotheridge, murió poco tiempo después, convirtiéndose en la primera baja aliada del Día-D. Los soldados alemanes que defendían el puente eran conscriptos extranjeros, los cuales empezaron a alejarse y a rehuir el combate, escondiéndose muchos de ellos en el bosque. Pero los oficiales, eran alemanes, y estos lucharon hasta el fin, con gran valentía, debido a que su tradición militar como oficiales del ejército alemán les obligaba a ello.
Las ordenes de Howard consistían en “tomar intactos los puentes sobre el río Orne y en Bénouville y Ranville, y mantener el control sobre ellos hasta ser relevado” La guarnición de los dos puentes estaba compuesta por unos 50 soldados alemanes, armados con unas 6 ametralladoras ligeras, uno o dos cañones antitanque y una ametralladora pesada. En la zona había un batallón del 736º Regimiento de Granaderos, que disponía de entre 8 y 12 tanques, además de vehículos blindados. En Bénouville se encontraba la 1ª Compañía Blindada de Ingenieros de la 716º División de Infantería , y en Le Port la 2ª Compañía Blindada de Ingenieros, eran tropas de mejor calidad que las que defendieron el puente. Pero la tradición militar alemana les obligaba a realizar un contraataque. El ejército alemán en Normandía, no dejo de recibir durante las primeras horas del desembarco, un sinfín de ordenes contradictorias y estas informaciones contradictorias constituyeron una de las mayores debilidades del ejército alemán a lo largo de toda la batalla. El problema de las divisiones estáticas alemanas en Normandía, era que los oficiales no entendían ni ruso, ni polaco, y los soldados no entendían el alemán. El mayor problema era la presencia de tantos reclutas extranjeros en sus compañías, que a su vez era un reflejo del problema más básico que tuvo Alemania en la II Guerra Mundial. Su población era insuficiente para proporcionar las tropas necesarias para mantener los diversos frentes de batalla. Y el llenar las trincheras y búnkeres de la Muralla Atlántica con reclutas del Este, en teoría parecía la panacea a los problemas de reclutamiento alemán, pero en la práctica semejantes soldados carecían de valor militar y en muchos casos su comportamiento fue de cobardía ante el enemigo, como hicieron muchos de los soldados polacos reclutados que se escondieron en el bosque durante la batalla en el “Puente Pegasus” para entregarse a los británicos.
Es muy drástico pensar que el destino de más de 10.000 hombres combatientes de la 6º División Aerotransportada dependía del resultado de la batalla del “Puente Pegasus”. La estrategia alemana sostiene que si esos puentes hubieran estado disponibles hubieran podido cruzar las vías navegables del río Orne y participar lanzando sus regimientos acorazados al completo, en sus contraataques llevados a cabo el día-D. Si los alemanes se hubieran lanzado el contraataque encabezado por el 192º Regimiento de la 21ª División Panzer, habrían llegado sin duda hasta las playas. Si esos tanques hubieran llegado hasta la cabeza de playa aliada, aquello hubiera podido causar estragos en las tropas desembarcadas.
Las armas utilizadas por los paracaidistas y la infantería de planeadores en el ataque al puente sobre el río Orne, era una mezcolanza de armas de baja calidad, en comparación con las alemanas. Desde el fusil Einfield 303, el subfusil Sten, la ametralladora ligera Bren, los morteros de 2 y 3 pulgadas y el Piat ( un lanzador de proyectiles antitanque de infantería). El Tercer Reich había sido capaz de proveer a sus ejércitos con las mejores armas del mundo, planificadas por los mejores ingenieros y científicos en gran abundancia. En comparación, a la Gran Bretaña, cuya producción industrial era pobremente inferior, tanto en calidad como en cantidad. Los ejércitos alemanes siempre fueron superiores a sus adversarios aliados, durante toda la guerra. Inclusive entre los años 1943 y 1945 la producción armamentística alemana fue más elevada en cantidad y en calidad que al principio del conflicto. El Sten era un subfusil de 9 mm que reflejaba la incapacidad de Gran Bretaña de producir armas de calidad para sus tropas. Se distribuyó a miles de hombres, no porque fuese buena, sino porque era barata. A pesar de todos su defectos, era mortal en los combates cuerpo a cuerpo, en el caso de que funcionase. La Bren era una ametralladora ligera, que pesaba 10 kilos. Tenía un alcance eficaz de 450 metros y disparaba 120 balas por minuto. La Bren era inferior a su homóloga alemana, la MG-34, y al igual que la Sten era inferior en calidad a la Schmeiser alemana. El Piat era un lanzacohetes portátil, que se disparaba desde el hombro y que lanzaba un proyectil de 3 libras mediante un tubo a unos noventa metros por segundo. Los Piat eran imprecisos y a menudo se atascaban. La única otra arma antitanque que tenían los paracaidistas en la lucha por mantener el “Puente Pegasus” fue la granada Gammon, una carga explosiva de plástico desarrollada a partir de la bomba explosiva, que podía ser arrojada a un tanque.